Las preocupaciones que les asisten a los pueblos indígenas por las intentonas de ilegalizar las consultas previas
Redacción política
El senador de los pueblos indígenas en la Comisión Segunda del Senado de la República, Feliciano Valencia, tiene un mandato especifico por estos días, defender a toda costa el derecho de los pueblos indígenas a que sean consultados ante los proyectos de desarrollo económico sobre sus territorios. Feliciano, de frente, señala que el partido Cambio Radical tiene la tarea de terminar con todos los efectos jurídicos de las consultas y con ello los derechos de los pueblos indígenas. VOZ habló con el senador a la salida de uno de sus debates en la Comisión que trata sobre asuntos militares.
–¿Por qué es importante la consulta previa para las comunidades indígenas?
–La consulta previa es un derecho fundamental para pueblos indígenas, afrodescendientes, raizales, palenqueros y Rom, no es exclusivo de los pueblos indígenas. Está en el bloque de constitucionalidad de Colombia a partir de que el país suscribió el Convenio 169 de la OIT y está en la legislación nacional a partir de la Ley 21 de 1991. Es importante porque ha permitido que las comunidades y pueblos indígenas podamos participar en las decisiones que se toman sobre nuestros territorios o normas y leyes administrativas que nos afecten o nos vinculen.
–¿En la práctica cotidiana, qué se ha conseguido con el uso de la consulta previa?
–Ha sido un instrumento que ha servido para derogar leyes que por no garantizar este derecho, se han caído, por ejemplo: El Estatuto de Desarrollo Rural en el gobierno de Uribe, que era súper regresivo para el campo colombiano, principalmente para campesinos, afrodescendientes e indígenas y por no haberse garantizado este derecho, la Corte Constitucional lo tumbó. Y así en proyectos de infraestructura, extractivos o iniciativas legislativas que nos afecten, se nos consulta para que participemos de las decisiones, por lo que valoramos este derecho, pues ha permitido que no se siga despojando el territorio sin consultar a las comunidades y pueblos que los habitan.
La tensión sobre el “desarrollo”
–El partido Cambio Radical presentó una iniciativa para modificar los requisitos de las consultas ¿Por qué tanto interés de Vargas Lleras en modificar las consultas?
–Hay un interés económico principalmente, el mismo exvicepresidente Germán Vargas Lleras, dirigente de Cambio Radical, lo ha dicho en distintas intervenciones, para él la consulta previa es un “obstáculo” para el desarrollo del país. Hay dos modelos de desarrollo en contradicción. Para ellos el desarrollo es la forma de extracción de los recursos de la madre tierra a cualquier costo: minería, hidrocarburos, agricultura extensiva, monocultivos sin importar los daños ambientales, al territorio y a las comunidades que lo habitan. Es públicamente conocido cómo las prácticas para la extracción de recursos son dañinas para la vida humana y para las especies vivas. El uso de mercurio, el fracking, los agroquímicos, entre otras prácticas es una amenaza para la especie humana.
–El modelo de vida o el modelo de acumulación.
–Los pueblos indígenas concebimos nuestras formas de vida junto con la madre tierra, somos hijos de la madre tierra, no sus dueños, y por eso queremos una relación armónica con ésta, que las afectaciones sobre la misma, sean las mínimas posibles. Por eso vemos que un proyecto de ley que busque “regular” la consulta previa y limitarla es una amenaza contra la vida de los pueblos y los territorios, es una forma de seguir con un modelo depredador que no respeta estilos de vida sostenibles con el ambiente.
La importancia de la consulta
–¿Qué han podido preservar las comunidades indígenas con las consultas previas?
–La garantía del derecho a la consulta previa ha permitido que el modelo de desarrollo no haya depredado más a la madre tierra y al ambiente. Hoy las zonas más protegidas y conservadas del país, son precisamente las que están habitadas en su mayoría por pueblos indígenas, pues hemos establecido unas relaciones sostenibles y de cuidado de la madre tierra. Si bien la consulta previa por sí sola no garantiza el cuidado de la madre tierra sí ha permitido que nosotros podamos participar de las decisiones sobre nuestros territorios. Aún logramos conservar sitios sagrados, nacederos de agua, zonas de páramo, bosques, selvas, ríos sin contaminación. Y lo más importante, nuestras culturas, lenguas, tradiciones. Muchos proyectos extractivos también son amenaza para las culturas y los pueblos, por eso el derecho a la consulta previa tiene conexidad con la pervivencia de los pueblos indígenas del país.
–¿Cuáles han sido las iniciativas desde las comunidades indígenas para detener la arremetida contra la autonomía territorial?
–Principalmente hemos recurrido a las vías jurídicas y políticas. Algunas comunidades encontraron en la Corte Constitucional, una institución garante de los derechos en Colombia. La Corte Constitucional ha sido un actor importante para que no se vulneren los derechos de los pueblos indígenas y de muchas personas en el país. Esperamos que eso continúe así y no encontremos regresión en la garantía de los derechos en Colombia. Y otras han sido las vías de hecho, la movilización social ha permitido que los gobiernos respeten a los pueblos y sus autoridades. Por eso nos preocupa cuando representantes del alto Gobierno lanzan señalamientos contra la protesta social en Colombia, con afirmaciones de que están infiltradas de dineros ilícitos. Antes decían que estaban infiltradas de grupos guerrilleros. Por eso, siempre que se aproxima una amenaza sobre el territorio y sobre las comunidades y su autonomía, las comunidades y pueblos indígenas activan la movilización, esa ha sido la mayor garantía de los derechos en el país.
La lucha indígena
–¿Cuál es el significado de la lucha indígena en Colombia a propósito del 12 de octubre?
–El 12 de octubre no es una fecha de festejo. No hay nada que celebrar. Es un día de memoria, es una fecha que nos recuerda el inicio de la invasión y saqueo que al día de hoy sentimos todavía sobre nuestras culturas, nuestras vidas y nuestros territorios. Cada vez sentimos que esa fecha trágica se reedita en nuevas formas de saqueo y despojo. La vulneración por parte de los gobiernos en Colombia pero también en otros países del continente, recuerdan que todavía los Estados no nos reconocen plenamente en nuestra diversidad cultural, pero también en nuestras formas de organización social y política. Cada año la memoria nos impulsa a continuar en la resistencia sabiendo que ésta la hacemos con otros pueblos y sectores sociales.