
Un proyecto de infraestructura vial destruiría la reserva natural que provee de agua a los municipios santandereanos de Floridablanca, Piedecuesta y Girón. A la compra de tierras a través de testaferros, se le agrega la socialización de la iniciativa entre habitantes que no viven en la región
Redacción VOZ
En la ciudad de Floridablanca, Santander, se desarrolló el pasado 3 de septiembre la audiencia pública por el agua y los cerros orientales en las instalaciones del auditorio Los Conquistadores. El evento contó con la presencia de la senadora Aída Avella, el representante a la Cámara Jairo Cala, la concejala de Floridablanca Milady Tovar y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA. Aproximadamente 80 personas, con carteles y megáfono, levantaron la voz en defensa de los Cerros Orientales y en rechazo al megaproyecto de la Conectante C1 y C2, que busca construir una vía en medio de esta zona ambiental.
De acuerdo a diferentes líderes y lideresas, la lucha de las diferentes comunidades aledañas al sector de los cerros orientales y activistas ambientales lleva más de cuatro años, donde a través de mecanismos jurídicos, plantones y movilizaciones se ha exigido a las autoridades responsables de la obra frenarla inmediatamente. El riesgo ambiental es inminente, debido a que, para avanzar en dicho proyecto, se talarían más de 18 mil árboles nativos y se desplazarían una gran cantidad de especies endémicas, pero aún más grave, se afectarían 22 nacientes de agua, incluido el Río Frío, que suministra el 30% del agua a los municipios aledaños.
Ecocidio
Actualmente se han tumbado cerca de 4.000 árboles, tala que ya cobró las primeras consecuencias, pues el año pasado a finales de enero, una fuerte avalancha sorprendió en la madrugada a más de 400 familias, fruto de las inclementes lluvias y falta de contención que se forma naturalmente con los troncos y raíces que habían sido talados.
La audiencia inició a las 7:30 a.m., con la apertura del representante a la Cámara Jairo Cala, quien manifestó su respaldo a las diferentes organizaciones ambientales, presidentes de juntas de los barrios de Floridablanca, como representantes de veredas aledañas a la obra, que han liderado esta batalla. Así mismo, abrió el micrófono para que fuesen estos líderes y lideresas, quienes expusieran la problemática.
A lo largo de la jornada, profesionales del uso del suelo, ambientalistas, artistas, campesinos, ingenieros y destacados estudiosos del tema, manifestaron las consecuencias y la negligencia de las autoridades ante el ecocidio, afectando a miles de seres vivos.
Otra intervención fue la de la senadora Aída Avella, quien señaló la falta de compromiso del gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, que no se hizo presente en el espacio, a pesar de ser convocado. La senadora se comprometió a citar al director de la Agencia Nacional de Infraestructura y al presidente de la ANLA, al Senado de la República, quienes han hecho caso omiso a los múltiples llamados de la comunidad y han brillado por su ausencia en la región, que insistentemente han convocado al diálogo.
Dentro de su intervención realizó importantes denuncias a la ANLA, pues han puesto por encima los intereses económicos, otorgando licencias ambientales a entidades que no cumplen con los requerimientos para la protección del medio ambiente, como es el caso de autorización de la megaobra de la Conectante C1 C2 y que han significado la destrucción de los recursos ambientales.
La respuesta institucional
Finalmente, los representantes por parte de la ANLA, no se pronunciaron con sílaba alguna hacia las personas. Su posición fue la del silencio absoluto ante las decenas de denuncias e intervenciones que con argumentos sólidos exponían los participantes de esta audiencia, por ende, ante la falta de respuestas por parte de la entidad, se continuará con las acciones legales y se propone el debate público en el Congreso de la República.
La comunidad seguirá en esta histórica lucha que han querido invisibilizar, pues luego de tantos años de lucha, se ha puesto en foco las denuncias y repercusiones que tendrá si no se frena este proyecto, tanto para las familias santandereanas, como para el medio ambiente, pues las banderas por la defensa del agua y de los seres vivos, son las banderas por la vida misma.