La crisis capitalista en el continente europeo

0
694
Manifestaciones por las reformas antipopulares en Grecia.

Los capitalistas y neoliberales son puros para las ganancias y solidarios pero mancomunados contra el pueblo para las pérdidas.

Gerardo Esteban Vargas*

Según la Comisión Europea, la crisis de la deuda en ese continente se desencadenó a finales del año 2007 con el efecto de los diversos acontecimientos en el sector bancario de Estados Unidos. Debido a que la economía de ese país se desaceleró, impidiendo el pago de hipotecas por parte de sus propietarios. Consecuencia directa de ello, el Banco Lehman Brothers, cuarto en importancia para los norteamericanos, se hundió bajo ese tipo de inversiones, arrastrando a otros bancos a la quiebra.

Intervención estatal salvando el capitalismo

Como coletazo, los bancos europeos, que también tenían inversiones en ese mercado, sufrieron duros golpes. Los gobiernos como Alemania, Francia, Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Países Bajos y Bélgica acudieron a la ayuda de los banqueros. Pero el costo de ello fue muy elevado. En Irlanda casi provocó la quiebra del gobierno hasta que intervinieron otros países de la Unión Europea con ayuda financiera. En Grecia la deuda equivalía a casi el doble del volumen de la economía. Con ello, los gobiernos que pedían prestado para financiar presupuestos se encontraron con barreras para ello. Por ende, lo que empezó como una crisis bancaria se convirtió en una crisis de la deuda soberana.

La cifra de 1,6 billones de euros asignados entre 2008 y 2011, correspondiente a la ayuda para salvar a los bancos, es lógica por la magnitud de la quiebra y de la irresponsabilidad de los banqueros que dirigían estas entidades. Pero es totalmente irracional para un mercado capitalista que aboga por la no intervención estatal. De allí que los capitalistas y neoliberales sean puros para las ganancias y solidarios pero mancomunados contra el pueblo para las pérdidas. Ese monto de dinero equivale al 13% del Producto Interno Bruto de la Unión Europea.

El mercado regulando los gobiernos

Por tal razón, se puede deducir que las ganancias bancarias por décadas fueron fruto de la gestión de sus dueños y por ende se acumuló a la fortuna de ellos; pero las pérdidas y malas inversiones son pagadas por los pueblos para salvar ese modelo y que siga en esa misma dinámica de mercado. Por ello, este sistema neoliberal necesita gobiernos corruptos, como lo ha mostrado el caso España con el Partido Popular, entre otros, y que gobiernen para las oligarquías o monarquías, de hecho instituciones medievales que ya carecen de validez en pleno siglo XXI. Mercaderes al frente de Estados, actuando de espaldas a las necesidades de las mayorías.

Finalmente, la eurozona muestra cómo sufre de aumento del desempleo y por ende la expansión de la brecha de desigualdad social. Migración de los jóvenes en busca de oportunidades en otras latitudes. Lo que tiene como consecuencia en la población manifestaciones de inconformidad e indignidad, fortaleciendo movimientos como los indignados y volviendo la cara a ideas más humanistas y modelos más incluyentes y democráticos.

* Economista investigador del Centro de Estudios e Investigaciones Sociales (CEIS).