En las manifestaciones y protestas sociales recientes ha tomado protagonismo la organización de las líneas de defensa, estructuradas por las y los manifestantes; la cuarta línea, conocida como la misión médica tiene la responsabilidad de socorrer y atender a quienes resulten heridos por la represión del Estado
Yéssica Arandia
Desde hace muchos años en Colombia la protesta social ha sido estigmatizada y perseguida, siendo sometida a la represión por parte del Estado que ha creado unidades especiales de la fuerza policial como inicialmente la Policía Militar, hasta 1999 cuando mediante Resolución 01363 del 14 de abril creó el Escuadrón Móvil Antidisturbios Esmad, siguiendo la lógica de unidades disponibles de los cuerpos de policía de algunos países de Europa y Latinoamérica.
Esta estigmatización con adjetivos como disturbios, hechos vandálicos y señalamientos que la relacionan con actos terroristas, lleva más de 50 años reproduciéndose de manera casi hegemónica en Colombia, para deslegitimar las luchas campesinas, indígenas y sociales, así como con más ahínco a señalar y estigmatizar al movimiento juvenil, estudiantil, obrero, desestimando sus exigencias, reivindicaciones y su papel.
Las líneas de la resistencia por la vida
En las últimas protestas sociales en Latinoamérica, específicamente en Argentina, Chile y Colombia, ha tomado protagonismo la visibilización de las líneas de defensa estructuradas por las y los manifestantes de las protestas sociales para contener la represión ejercida por la fuerza pública. Estas líneas tienen la connotación especial de estar conformadas en su mayoría por jóvenes que, en el marco de la represión, intentan defender la integridad de quienes se manifiestan.
Es así como, se ha reproducido un respeto y admiración por la denominada Primera Línea, que usando escudos y protecciones artesanales representan la resistencia de los civiles ante el desproporcionado uso de la fuerza de unidades policiales como el Esmad, ampliamente denunciados de manera nacional e internacional por su brutalidad.
Después de la Primera línea se encuentran la segunda y tercera, encargadas de sustentar el trabajo de resistencia, organizar la contención que permita generar un proceso de equiparación de la fuerza con la cual se resisten los ataques de los antidisturbios, procurando que estos no afecten la integridad de las personas que se encuentran en medio de este accionar.
Seguido a ellas, se quiere resaltar aquí el papel de la Cuarta Línea de resistencia reconocida como la Misión Médica, presentada desde la experiencia de tres estudiantes de Enfermería de la Universidad del Tolima, integrantes de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios ACEU Tolima, y cuyo papel por la preservación de la vida tiene mucho que contar sobre dignidad y resistencia.
La vocación para salvar vidas
VOZ dialogó con Michel, Kevin y Federico; tres estudiantes de Enfermería de la Universidad del Tolima que desde el paro nacional de 2019 han integrado la Misión Médica que opera en conjunto con la Comisión de DDHH del paro regional. Tres jóvenes que además de estudiar, integran procesos estudiantiles que luchan desde hace años por transformar la Educación superior del país.
¿Qué es la Misión Médica o Cuarta Línea?
-Teniendo en cuenta el contexto de manifestación donde las personas se han organizado, y como hemos visto en los medios, existe una Primera Línea que es quien soporta y protege a los manifestantes. Sin embargo, detrás de esa primera línea hay otras líneas bastante importantes como lo es la Cuarta Línea, que es la de atención médica, la cual cumple la misión de acudir y socorrer a los manifestantes y personas que resulten heridas por la fuerza represiva del Estado.
Desde su experiencia, ¿qué implica integrar la Misión Médica?
-Partiendo de que somos futuros profesionales de la salud, tenemos que regirnos bajo principios como responsabilidad y empatía con los demás, por lo cual participar como la Cuarta Línea como estudiantes de Salud, es una responsabilidad muy grande y parte de nuestro desarrollo a futuro, donde debemos brindar esa ayuda para los demás.
Nosotros nos regimos por principios bioéticos, uno de ellos es el principio de la beneficencia que nos hace el llamado de beneficiar a la sociedad, esto se traduce para el contexto del paro nacional, específicamente, en ayudar a las personas que están en las calles primeramente, defendiendo nuestros derechos; entonces el sentido es poder atender en el momento en que la fuerza pública llegue a atacar a los manifestantes para que estén seguros, que tengan la seguridad de que estarán acompañados.
Como estudiantes de la salud tenemos el principio de defender la vida, lo cual implica que es importante defender desde nuestra posición la lucha popular, y aportar desde nuestras perspectivas que, en este caso, implica integrar la Misión Médica.
Como jóvenes universitarios del sector salud, ¿qué percepción tienen del paro nacional?
-Entendemos que el paro nacional actual se desata por una serie de reformas que el gobierno de Duque impulsa, y que profundizan la desigualdad en el país y la pobreza. Este detonante se da desde allí, pero entendemos que Colombia ha sido un pueblo que ha vivido toda su vida bajo una dictadura pasiva de un gobierno paramilitar, y eso ha tenido como consecuencia varias reformas a los sectores de educación y salud, los sectores a los cuales nosotros pertenecemos. Desde la parte de Educación, como estudiantes hacemos el llamado a la lucha por una educación gratuita y universal, para que las y los jóvenes de Colombia tengamos acceso a esta sin ningún tipo de barrera económica y que nos permita ser profesionales y poder ejercer nuestra profesión.
Salvar vidas
Desde la parte de Salud, está la existencia de una reforma que afecta el sistema de salud y atenta contra el derecho a la Salud que es un derecho fundamental; esto partiendo de que profundiza la privatización de nuestro derecho y la sectoriza, a partir del sistema de paquetes de salud por enfermedades o diagnósticos. Por ello, estamos convencidos como jóvenes, estudiantes y futuros profesionales en salud en que la lucha por este derecho y los demás es en las calles.
Es así como integrar la Misión Médica como jóvenes y estudiantes implica defender la vida de quienes están en las primeras líneas, de quienes simplemente se manifiestan de manera pacífica e incluso de los transeúntes y habitantes de los barrios donde se ubican bloqueos y donde principalmente se reprime y se violan los DDHH por parte del Esmad; defender la vida de las y los jóvenes, quienes hoy como en el paro del 77 y como desde siempre, damos ejemplo de resistencia y voracidad frente a los gobiernos guerreristas que nos han tocado.