La derrota uribista y los resultados electorales

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Álvaro Uribe Vélez.

En el contexto de una América Latina cada vez más rebelde ante el proyecto neoliberal y a un año del mal gobierno de Iván Duque, la fracción política más reaccionaria del país, el llamado uribismo, sufre una derrota significativa en las elecciones del domingo 27 de octubre.

Esta primera e importante conclusión debe destacarse a pesar de ciertas excepciones y de los resultados de otras facciones del poder tradicional, especialmente del Partido Liberal, Conservador, Cambio Radical, y otros protagonistas históricos de prácticas corruptas, que siguen influyendo, muy especialmente en las regiones más apartadas y en la manipulación electoral de las necesidades básicas de sectores humildes del país.

La abstención aunque cedió levemente, sigue siendo superior al 40% y no se pueden pasar por alto las denuncias sobre ausencia de garantías políticas que persisten e incluyen amenazas y atentados contra sedes y candidatos, así como la continuidad de un proceso de inscripciones, pre conteo y escrutinios reiterativamente caótico y funcional a diversas formas de fraude y corrupción.

De ahí lo importante que a pesar del ventajismo económico, burocrático, mediático y político que persiste, entre otras razones, por la oposición de las elites a aprobar una reforma profunda del poder electoral, prevista en el acuerdo de paz, en varias de las principales ciudades del país, la ciudadanía se haya manifestado en contravía a los intereses de las grandes maquinarias y elegido a voceros de movimientos y partidos no tradicionales en Concejos, Juntas Administradoras Locales, Asambleas departamentales y Alcaldías.

Los lugares donde se obtuvieron los principales resultados, a pesar de las adversidades externas, tuvieron como denominador común la articulación a la lucha electoral de liderazgos y procesos socio políticos capaces no solo de juntar organizaciones y candidatos,  también de construir propuestas de programa con las comunidades, resaltando la lucha por la defensa del territorio, el patrimonio público, el empleo digno, los derechos ambientales, la educación y la salud pública, la lucha contra la corrupción, entre otras reivindicaciones populares.

La alianza Colombia Humana – Unión Patriótica dio sus frutos. A pesar de las adversidades, según datos preliminares se lograron sumar más de 600 mil votos en todo el país y sembrar la semilla organizativa y de convergencia con varias representaciones propias o en coalición a través de decenas de concejales, por lo menos 9 diputados, 10 alcaldes y el apoyo programático a algunas gobernaciones.

Contra muchos pronósticos y campañas adversas las candidaturas de la CH-UP- MAIS obtienen en la capital 440 mil votos a la alcaldía, 180 mil al concejo y 280 mil a las JAL reafirmando una fuerza política con base y representación propia que difícilmente puede ser desconocida.

La UP, con el apoyo decisivo del PC y la JUCO, logra articular a la vocería política en el Senado de Aída Avella, una bancada de concejales y diputados, que en Bogotá representa la joven concejal Heidy Sánchez y entre los 27 ediles electos, por lo menos 11 voceros propios.

Aun así, con estos avances, en otros lugares fue imposible construir acuerdos unitarios, primaron otro tipo de intereses, desorganización, dificultades y conflictos, que vale la pena evaluar con sentido crítico y constructivo.

El triunfo de Claudia López, la primera mujer elegida alcaldesapor voto popular en la Capital de la República, no se puede desconocer. Con independencia habrá que construir un relacionamiento basado en el reconocimiento y el respeto mutuo, sobre la base de identidades y diferencias programáticas y la discusión pública del nuevo plan de desarrollo. Temas estratégicos como la defensa y el impulso al Acuerdo de Paz, la política de seguridad, movilidad, incluyendo las denuncias contra el proceso de licitación del metro elevado y la necesidad del metro subterráneo, la educación pública, la política laboral, el ordenamiento territorial, entre otros temas, serán lo fundamental.

Felicitaciones a todos los y las elegidas, y gracias a los miles de ciudadanos en todo el país que con su trabajo y su voto contribuyen a vencer el miedo y a renacer la esperanza.