Con una rueda de prensa en la que escoge las preguntas que quiere contestar, el expresidente Álvaro Uribe Vélez emprende su estrategia de defensa: llevar su proceso judicial al campo político
Redacción política
El expresidente Álvaro Uribe ya plantó su estrategia de defensa jurídica ante el país: recusar a la Corte Suprema de Justicia y declararse ausente de garantías procesales, así como señalar a sus contradictores políticos de estar ejecutando un complot en su contra.
Después del llamado a indagatoria que le hizo el alto tribunal por incurrir presuntamente en fraude procesal y soborno tras declarar cerrada la investigación en contra del parlamentario Iván Cepeda, el senador Uribe Vélez arremete públicamente contra la sala de instrucción que lleva su caso, y recusa a los magistrados por supuestamente actuar en contra de su competencia y de indelicadezas procesales para llevar preso al expresidente.
Show político
Las declaraciones del exmandatario se dieron en el desarrollo de una rueda de prensa que fue trasmitida por buena parte de los medios masivos de comunicación y en la que dejó la sensación de una persecución en su contra. La estrategia del mandatario es contrarrestar los argumentos que llevaron a la Corte a investigarlo, desnaturalizando su proceso judicial y conducirlo al campo político para tener argumentos suficientes con los cuales se pueda declarar perseguido por una justicia que llama “politizada”. De igual forma pretende desmentir cada una de las pruebas que contiene el expediente y que solo pueden ser debatidas en las instancias procesales pertinentes y no por los medios de comunicación.
La hábil jugada del exmandatario quiere dejar sin piso la credibilidad de las actuaciones judiciales de la Corte en su contra, y aspira a que las acciones que en adelante se lleven por ese proceso sean cuestionadas por la opinión pública en caso que sean en su contra. Una estrategia que recuerda los tiempos cuando siendo Presidente se sentía acosado por las investigaciones que el alto tribunal penal realizaba contra sus más cercanos socios políticos por paramilitarismo, hechos que a la postre desembocaron en las denominadas “chuzadas del DAS” y en una persecución férrea al magistrado auxiliar Iván Velásquez.
Contra los magistrados
Al respecto el senador de la oposición Gustavo Petro, quien fue víctima de las chuzadas en aquella época, luego de hacer en el Congreso un debate sobre el paramilitarismo en Antioquia, reaccionó: “Uribe ataca al magistrado Iván Velásquez, yo lo hubiera ternado para ser el Fiscal General de la Nación. Es un héroe reconocido por la humanidad entera en la lucha contra la corrupción en Guatemala, un Estado tomado por la mafia.”
Las declaraciones del exmandatario dejan entrever que conoce información confidencial de su proceso. De hecho citó su encuentro con los periodistas el pasado 30 de julio, al tiempo que la Corte Suprema de Justicia daría a conocer la fecha de la diligencia en que llevará a comparecer ante ese tribunal al indagado Uribe y su colega el representante a la Cámara, Álvaro Hernán Prada, también acusado bajo el mismo radicado.
A indagatoria
“En estricto apego a las garantías de un proceso como es debido, para que los procesados dispongan del tiempo adecuado para conocer detalladamente la totalidad de las pruebas y ejercer integralmente su derecho de defensa, la Corte Suprema de Justicia fijó, con más de un mes de anticipación, las fechas para que los congresistas Álvaro Uribe Vélez y Álvaro Hernán Prada Artunduaga rindan indagatoria. La diligencia judicial del senador Uribe Vélez fue ordenada para el lunes 3 de septiembre de 2018 a las 8:30 a.m., mientras la del representante a la Cámara Prada Artunduaga quedó dispuesta para el día siguiente, martes 4 de septiembre, también a primera hora de la mañana”, anunció la Corte Suprema de Justicia.
Pero además el tribunal investigador expresó que en desarrollo de la misma investigación formal abierta por los delitos de soborno y fraude procesal contra los dos congresistas, la Sala de Casación Penal empezará el próximo 10 de agosto a recibir los más de 30 testimonios y ampliación de declaraciones ya decretados.
Además de su intento por deslegitimar a su juez natural, el senador Uribe acusa a Iván Cepeda de estar detrás de la declaración del recluso Juan Guillermo Monsalve en su contra, indicando que Cepeda ha venido ofreciéndole dinero para que no cambie la declaración en que involucra al expresidente y a su hermano Santiago Uribe, por los delitos de concierto para delinquir y conformación de grupos paramilitares, desde su hacienda Guacharacas a mediados de la década del noventa.
Reacciones
Las reacciones a la rueda de prensa no se hicieron esperar. Los directamente nombrados por el exsenador como jefes de un complot en su contra, aclararon cada una de las líneas expuestas por Uribe para engañar a la opinión pública. Por ejemplo a Cepeda lo acusó de entregarle dinero a la familia Monsalve para que ese testigo acusará a Uribe, un hecho que fue desmentido por la propia Corte Suprema de Justicia. “En rueda de prensa Uribe miente con descaro: nunca he entregado dineros a la familia Monsalve. En cambio su socio Juan Guillermo Villegas Uribe sí le entregaba dinero a ellos para sobornarlos”, indicó Iván Cepeda.
El periodista Félix de Bedout, expresó en redes sociales a propósito de la rueda de prensa del exmandatario que “La estrategia es clara; tratar de convertir un proceso judicial en la Corte Suprema de Justicia en un concurso de popularidad, una cómoda rueda de prensa frente a compleja indagatoria, intento de desprestigiar a investigadores y magistrados para buscar nuevos jueces”.
En eso coincide la bancada de oposición en el Congreso de la República. Aída Avella, indicó que los juicios al expresidente Uribe deben solamente debatirse en las instancias judiciales propicias y no por los medios de comunicación con una audiencia extraordinaria, pues si bien el expresidente tiene derecho a la expresión lo que hace con los micrófonos y las cámaras es “desinstitucionalizar a su juez e intentar convertir su juicio en un show mediático en el que solo obtiene beneficios él. La justicia solo puede hablar por sus autos y eso es una desventaja para que se conozca la verdad de lo que hay detrás”, le dijo a VOZ, Aída Avella.
Así las cosas, será la propia Corte Suprema de Justicia la que determine si acepta los argumentos de la defensa del expresidente y modifica la sala de instrucción que lleva ese caso. En caso de resolver la recusación en contra de los peticionarios se mantendrá la diligencia de indagatoria para el 3 de septiembre próximo.