Maestras y maestros de la Institución Educativa San Benito han incluido a Venezuela en cada una de sus labores. Junto con las madres de los niños y niñas venezolanos se han promovido cambios en los procesos educativos para reconocer las similitudes culturales de dos pueblos hermanos
Alejandro Cometa
Son las 7 de la mañana y los niños ingresan poco a poco al aula. La maestra se dispone a enseñar historia de Colombia. Los símbolos patrios son el primer dispositivo pedagógico. Uno de los niños venezolanos pregunta ¿Por qué la bandera no tiene las estrellas? Nora Henao ha sido maestra durante 30 años y desde el año pasado, junto a sus compañeros, han promovido cambios en los procesos educativos para hacerlos incluyentes y no discriminar los hijos de las familias venezolanas que acuden a la Institución Educativa San Benito en Medellín, Antioquia. Esta historia y otras hacen parte de un café.
La migración venezolana
De acuerdo al último informe presentado por Migración Colombia en comunicado oficial del dos de mayo del presente año, en Colombia se encuentran 1.260.594 venezolanos. Este informe reconoce a Bogotá, Norte de Santander, La Guajira, Atlántico y Antioquia, como los lugares donde gran parte de esta población se ha radicado.
Así mismo, indicó el director de Migración Colombia, de la cifra total, 770.975 venezolanos se encuentran de forma regular. El rango que concentra el mayor número de población está entre los 12 y 29 años (247.752) y entre los 30 y 35 años (145.434) según el informe.
En el mismo documento se revela que la cifra de migrantes venezolanos en Antioquia es de 96.941 personas, de los cuales en la capital antioqueña se encuentran 21.850 personas, según cifras de quienes voluntariamente se han registrado ante Personería de Medellín. Estas cifras contrastan bastante con los 5.600.000 colombianos que se encuentran en la República Bolivariana de Venezuela.
La migración de venezolanos en Antioquia según la Colonia Venezolana en Colombia, Colvenz, es de 100.000 personas. Estos migrantes se han venido desempeñando en todo tipo de labores, incluso la de vendedores ambulantes, y con ello han debido sufrir las mismas afectaciones de los ciudadanos colombianos a quienes desplazan de los mejores lugares en el espacio público y ahora el Estado, en cabeza del alcalde municipal de Medellín, Federico Gutiérrez, restringe la venta de mercancías como ropa, zapatos y artículos de cuero, entre otros, según decreto 0522 de 2018.
Las tensiones internacionales
Mientras la geopolítica internacional determina la vida de millones de venezolanos en el continente, mediada de un lado por el poder hegemónico de los Estados Unidos que quiere ahogar el proceso social, cultural y político iniciado hace más de 21 años; y por el otro, la tensión político militar que genera la presencia en Venezuela de Rusia y China; el pueblo defiende el camino socialista de su presente y futuro denominado como la Revolución Bolivariana.
La crisis económica mundial camina de la mano de los Estados Unidos en la región, deseando activar su aparato de guerra como opción histórica usada por el capital para reactivar y ampliar sus mercados. No es gratuito el Plan Paz Colombia como reedición del Plan Colombia y la exigencia de reactivar la fumigaciones con glifosato. Trump bloquea a Huawei e intenta con ello reafirmar su hegemonía en la región latinoamericana.
La geopolítica del amor
Rompiendo las tensiones políticas regionales, maestras y maestros de la Escuela ubicada en el barrio de San Benito en Medellín, han incluido a Venezuela en cada una de sus labores. Junto con las madres de los niños y niñas venezolanos se realizó una feria gastronómica y cultural para reconocerse en el otro, y así, construir similitudes como aceptar las diferencias. Hubo música y baile que permitió el abrazo colectivo y el reconocimiento del otro.
Durante los actos cívicos se escucha y canta el himno nacional colombiano y acto seguido el himno de la República Bolivariana de Venezuela. Los símbolos patrios de ambas naciones se encuentran como parte de la escuela. Hace parte de la historia contemporánea de las aulas de clase, reconocer un solo país, que junto con Perú, Ecuador y Panamá llamado la Gran Colombia, representó el sueño de los libertadores y particularmente de Simón Bolívar.
Esta experiencia educativa es parte de esa paz territorial que se construye en Colombia, que debe hacer parte del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, pues la paz del continente y las opciones negociadas a todo tipo de conflictos son el camino. Por ello se hace necesario que como colombianos se apueste a entender que una confrontación armada en el vecino país, traería efectos humanitarios nefastos, parecidos o superiores a los que se vivieron en Siria o los que se han sufrido durante más de 60 años y que aún no nos pasan por la piel como nación.