La gota fría

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Foto Twitter.

Jaime Cedano Roldán
@Cedano85 

Mientras los integrantes de la flotilla de la libertad que intentaban llegar a Gaza como expresión del rechazo internacional al cerco criminal de Israel eran ilegalmente asaltados por militares del Estado sionista, Carlos Vives se preparaba para subir a un escenario donde no solo cantaría, sino que además, en clara actitud política blandearía la bandera israelita, la misma que portaban los buques militares del asalto a la flotilla. El cantante desoyó las súplicas de miles de personas en el mundo que le pidieron suspender una presentación que hacía parte de la multimillonaria campaña que realiza Israel para normalizar su situación en el mundo y ocultar el genocidio que perpetra contra el pueblo palestino. La partida del Giro de Italia desde tierras ocupadas y el sospechoso triunfo en Eurovisión fueron igualmente parte del mismo objetivo. Aunque debiera ser innecesario aclararlo, reiteramos que la condena y el rechazo al estado sionista de Israel no es en absoluto antisemitismo alguno, ni condena al pueblo israelí. Dos de las brigadistas internacionales que fueron detenidas son israelíes.

El pueblo de Palestina enfrenta una guerra de exterminio. El objetivo de Israel es borrar a Palestina de la faz de la tierra. Apoderarse de su territorio, destruir su cultura y exterminar a su población. Este plan imperialista, fascista y criminal explica el odio de los sionistas hacia los niños y las niñas de Palestina. Son uno de sus objetivos criminales más importantes. Por ello sus bombas atacan escuelas y hospitales infantiles. La presión internacional ha logrado liberar a Ahed Tamini pero en sus cárceles aún permanecen más de trescientos menores de edad. En Colombia conocemos la capacidad criminal de los sionistas. Ellos vinieron a las tierras del Magdalena Medio a montar sus dantescas escuelas para sicarios. Enseñaron a torturar y a asaltar poblaciones, a provocar masivos desplazamientos, también hicieron sus aportes al Plan Colombia. Es poco probable que Carlos Vives no conozca estas cosas, estas historias. En aquellos años del inicio del exterminio de la Unión Patriótica le tocó salir un tiempo al exilio ante las amenazas. Esto hace parte del drama que vive Colombia donde unas élites insaciables de poder y de dinero no se detienen ante ningún dolor, ante ningún crimen. Como no se detiene Israel en sus crímenes contra Palestina. Como no se detienen los crímenes contra los defensores y defensoras de derechos humanos, contra reclamantes de tierras y defensores del agua.

Imposible no recordar que en aquellos años de la socialbacanería hubo una costeñización cultural del cachaquismo nacional en la que el ron tres esquinas y la música del compae Chipuco hicieron invaluables aportes. Por ello ver que algunos, ojo, solo algunos, pongan sus acordeones y gaitas al servicio de paracos y de sionistas, es una gota fría que estremece la espina dorsal de bellos recuerdos.