La guerra sucia de Trump contra Cuba

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Brigada de médicos cubanos internacionalistas.

El texto denuncia la campaña sucia de Usaid contra las campañas de solidaridad que los médicos cubanos prestan en algunos países que tienen carencia en los servicios de salud.

El presidente Donald Trump acude nuevamente a la guerra sucia que los gobiernos estadounidense solían utilizar con mucha frecuencia durante la llamada guerra fría, ahora utiliza fondos millonarios para tratar de desprestigiar la labor humanitaria de los médicos cubanos que llevan a cabo en todo el mundo, en beneficios de pacientes desatendidos por sus gobernantes, debido a deficiencia financiera o por no disponer de suficientes recursos humanos en el área de la salud.

Para lograr su objetivo de desacreditar la labor cubana, la Usaid propala la especie falsa de que Cuba practica la trata de personas y la esclavitud, es una forma de sabotear los programas bilaterales e intergubernamentales de cooperación, estos programas están fundamentados en relaciones legítimas establecidas entre el gobierno cubano y gobiernos de muchos países, consecuentes con las orientaciones de la ONU dirigidas a la cooperación sur-sur. Además, estos convenios se han realizado a petición de los mandatarios de los países beneficiarios.

Por otra parte, la labor de los médicos cubanos desarrolladas especialmente en los países con graves problemas de salud y aún con carencias de hospitales y clínicas, ha recibido reconocimientos elogiosos de los dirigentes de las Naciones Unidas, de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud. Por otra parte, en algunos casos el pago recibido es apenas una parte del costo de los servicios prestados, como afirma el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba: “De igual modo y en línea con las concepciones de las Naciones Unidas sobre la cooperación entre países en desarrollo, esta se ofrece en varias naciones sobre la base de la complementariedad y la compensación parcial por los servicios prestados”.

Debemos destacar que muchos de los países que reciben la prestación de los servicios de salud de Cuba, tienen recursos naturales superiores, desarrollo industrial superior y mayor producto interno bruto que los de la isla. Finalmente, el médico estadounidense Graham Sawa, quien estudió medicina en Cuba, declaró en el periódico Tampa Bay Times: Es una mentira que los médicos cubanos sean objeto de una trata de personas”. Definitivamente, “no hay peor cuña que la del propio palo”.