La izquierda se consolida en Francia

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Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa y de la Nueva Unidad Popular Ecológica y Social, Nupes

Los resultados de los comicios del pasado domingo muestran la llegada de una nueva izquierda al escenario político galo, y el debilitamiento del macrismo, que ya ha visto perder importantes alfiles en el tablero electoral

Ricardo Arenales

En las elecciones parlamentarias del pasado domingo 12 de junio, en las que los ciudadanos acudieron a las urnas para escoger los diputados a la Asamblea Nacional (Cámara baja del legislativo), lo que la prensa local calificó como ‘empate técnico’ entre la coalición del gobierno del presidente Macron y la de las fuerzas de la izquierda francesa, lo que en realidad sucedió fue un significativo avance y consolidación de la izquierda, que se opone al modelo neoliberal de la actual administración.

La coalición de centro derecha Ensemble (Juntos, en español), del presidente Emmanuel Macron, obtuvo un 25.75 por ciento de los votos, adelantando por un estrecho margen a la formación izquierdista Nueva Unidad Popular Ecológica y Social, Nupes, liderada por Jean-Luc Mélenchon, que obtuvo el 25.66 por ciento de las papeletas.

Para tener una idea del posicionamiento de la izquierda francesa, baste decir que, en las anteriores elecciones parlamentarias de 2017, la coalición Francia Insumisa, de Mélenchon, eligió 17 parlamentarios a la Asamblea Nacional. El Partido Socialista por su parte, eligió 30, para un total de 47 diputados, que en muchas oportunidades actuaron en bloque.

El ‘empate técnico’

Para la jornada del pasado domingo, ambas formaciones fueron a las urnas en coalición, bajo las banderas del Nupes y consiguieron casi 200 parlamentarios, lo que constituye una tremenda remontada de la izquierda francesa, un factor de poder que no podrá ser desconocido por el presidente Macron.

Con los porcentajes anteriores, sin terminar el conteo final de papeletas, el lunes de la presente semana, según sondeo del Instituto Elabe para una cadena de televisión, Macron podría obtener entre 260 y 295 escaños parlamentarios, en tanto que el sector de Mélenchon conseguiría entre 160 a 210 diputados. Para alcanzar la mayoría parlamentaria se requieren 289 curules. Esto indica que Macron no alcanzó esa mayoría y Mélenchon le pisa los talones.

En estas condiciones, la mayoría parlamentaria del presidente Macron está en aprietos, por decir lo menos. La izquierda se había fijado el reto de convertirse en la primera mayoría parlamentaria y forzar a Macron a designar a Mélenchon como primer ministro. Esta exigencia tiene un sustento constitucional. Por disposición legal, el primer ministro de un Gobierno es la cabeza del grupo que se sitúa en segundo lugar como fuerza parlamentaria después de la coalición que elige al presidente.

Presidente sin mayorías

Técnicamente, en este caso el cargo correspondería a Mélenchon, puesto que es la segunda fuerza electoral, es ya la primera mayoría parlamentaria, independientemente del número de curules alcanzado. Fuentes cercanas al presidente Macron indican que este estaría buscando cómo hacerle un esguince y designar a un primer ministro de otra fuerza política, rompiendo así una tradición democrática en Francia.

El candidato de izquierda fue uno de los primeros en reaccionar ante los resultados electorales: “es la primera vez que un presidente recién elegido no logra una mayoría en la Asamblea Nacional, dijo el líder de la coalición Nupes.

Entre tanto, la líder de extrema derecha Marine Le Pen ha pedido a los electores que, en la segunda vuelta de las legislativas, que se realizarán el próximo domingo 19, se impida que Macron y los suyos obtengan la mayoría, pero que tampoco voten por la coalición de izquierda que encabeza Jean-Luc Mélenchon. Es un llamamiento preocupante si se tiene en cuenta que en las elecciones de este domingo que pasó se dio un nivel récord de abstencionismo, con un 52.49 por ciento de ciudadanos que prefirieron no acudir a las urnas.

Una izquierda renovada

De acuerdo a las cifras entregadas por las autoridades electorales, el tercer lugar lo ocupó la Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, con el 18.68 por ciento de los votos, y el cuarto lugar el partido de Los Republicanos, con el 10.42 por ciento de las preferencias electorales.

Para que un candidato a diputado sea elegido a la Asamblea Nacional francesa necesita obtener la mayoría de votos (la mitad más uno del padrón electoral), o al menos el 25 por ciento de los votos de su distrito electoral. Si no consigue ninguna de las dos cifras, le ley prevé una segunda vuelta, a la que pasan todos los candidatos que obtengan un mínimo del 12.5 por ciento de la votación.

Los resultados de los comicios del pasado domingo muestran la llegada de una nueva izquierda al escenario político galo, y el debilitamiento del macrismo, que ya ha visto perder importantes alfiles en el tablero electoral.

Los resultados de Mélenchon son incuestionables. El líder con su coalición de fuerzas ha conseguido un voto de clase. En los barrios obreros alcanzó una votación del 50.55 por ciento y a veces hasta del 60 por ciento de los votos, y un apoyo masivo, ganando por el posicionamiento contra Macron y la extrema derecha, por el carácter de las consignas sociales y un discurso renovado contra el macrismo, contra el capitalismo paternalista y la islamofobia.