Diálogo con Diana Granados. “Nos queremos vivas y poderosas para construir la paz”
Deisy Aparicio
@DeisyAndes
Las mujeres han sido protagonistas, a lo largo de la historia del conflicto colombiano, de iniciativas y acciones por la paz y solución política, que se han desarrollado desde las particularidades territoriales y han sumado agendas que han interpelado negociaciones como las recientes entre el Gobierno nacional y la ahora denominada fuerza alternativa revolucionaria del común, a su vez que a través de dichas articulaciones hoy plantean una agenda de cara a las negociación que se desarrollan en Quito entre el Gobierno nacional y el ELN.
En diálogo con Diana Granados, integrante de la Juntanza de Mujeres por la paz, nos permitimos explorar lo que es esta articulación de procesos y organizaciones vienen trabajando en torno a la paz.
Diana comenta que la Juntanza es una articulación de organizaciones de mujeres y disidentes de género, cuyo propósito es garantizar la participación de las mujeres en la negociación, construcción e implementación de los acuerdos de paz. Su apuesta es garantizar una participación vinculante y decisoria de las mujeres tanto en la implementación del Acuerdo Final de La Habana como en el diálogo en curso entre el Gobierno nacional y el ELN. La diversidad, diálogo y unidad son criterios con los que se constituye la Juntanza de Mujeres para la paz y con los cuales ella menciona están listas para participar.
Colectivos que integran la juntanza
La Juntanza está integrada por colectivos de mujeres de larga trayectoria en las regiones que han sido azotadas por décadas de conflicto armado, así como incorpora una diversidad de agendas de mujeres jóvenes, disidentes de género, trans, feministas, mujeres pertenecientes a pueblos étnicos y campesinos, comunidades de fe, académicas, defensoras de derechos humanos, artistas, trabajadoras, sindicalizadas, integrantes de procesos comunales y urbanos.
Como Juntanza, agrega Diana, vienen trabajando una agenda que consta de varios elementos. En materia de negociación de paz, la Juntanza coincide en que se trata de un solo proceso con dos mesas. Se reconoce la experiencia del proceso de negociación entre las FARC-EP y el Gobierno nacional y la necesidad de respaldar desde el movimiento de mujeres la implementación del “acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”. La Juntanza respalda la instalación y desarrollo de la mesa de negociación entre el Gobierno nacional y el ELN y la importancia y al mismo tiempo oportunidad que genera la inclusión de la participación de la sociedad como un pilar determinante del proceso de paz.
Desde su concepción para construir y dar apertura a la participación real de la sociedad, hoy, menciona que el país requiere garantías concretas y efectivas sobre la integridad y la vida de quienes deciden participar en la construcción de paz, defensa de los DD.HH. y los territorios; siendo que Diana hace hincapié en que sin una apuesta que garantice este punto nodal en las negociaciones, difícilmente se generarán ejercicios diversos y democráticos en el país
Diana comenta como desde la visión de la Juntanza, se considera que la paz no puede ser amenazada de nuevo por planteamientos como la “ideología de género” que cuestiona los avances en materia de derechos de las mujeres y disidentes de género y los justifica como una excusa para limitar el alcance de los acuerdos de paz. La Mesa del gobierno y el ELN y la sociedad debe tomar todas las medidas posibles para blindar la negociación y los consensos que en ella se vayan generando. Desde ese punto de vista, les parece fundamental que los acuerdos sean implementados en la medida en que vayan siendo logrados, como una premisa de implementación paulatina y gradual de los acuerdos según vayan acordándose en Quito.
Frente a la implementación de los acuerdos de La Habana, Diana plantea cómo organizaciones que hacen parte del proceso de articulación de la Juntanza vienen liderando procesos alrededor del cumplimiento de lo acordado, sobre todo en vía de denunciar lo que se plantea como un proceso de incumplimiento a la implementación, siendo que este escenario de articulación es reciente se vienen recogiendo agendas ya trabajadas sobre todo en la noción de defender lo pactado.
Con relación a la necesidad de concebir la paz desde lo territorial la Juntanza viene avanzando en un proceso que pone como punto central la participación, lo cual como lo refiere Diana implica la ampliación de espacios de encuentro y participación de las mujeres para poder incidir, de allí los ejercicios que vienen desarrollando de manera simultánea en Medellín, Santander de Quilichao – Cauca y Bogotá, ejercicios en los cuales han logrado encuentros con las mujeres de las Farc que en su momento se encontraban en las ZVTN hoy ETCR, así como con mujeres del ELN que han estado en trabajo de pedagogía de paz. Estos espacios, asume Diana, han permitido que se aborde la necesidad de un diálogo entre mujeres reconociéndose como sujetas políticas a pesar de las diferentes orillas de las que provienen.
Audiencias preparatorias
Por último en este diálogo con Diana Granados nos comentó sobre lo que fue la participación de la Juntanza de Mujeres en las audiencias preparatorias a Quito que se llevaron a cabo los pasados 7, 8 y 9 de noviembre en Tocancipá. Como Juntanza compartieron un documento para la discusión que aborda elementos centrales en la perspectiva de las agendas de las mujeres frente a la paz, en donde refuerzan ideas centrales para la negociación entre el gobierno y el ELN como son: que la palabra de la sociedad debe tener un valor real en el proceso así como que la participación debe tener condiciones y garantías para su ejercicio en términos de garantizar la vida, integridad, dignidad y libertad de todas las mujeres, la necesidad de la paridad política. Los diálogos a desarrollar deben recoger agendas y escenarios territoriales que vienen trabajando.
Sumado a lo anterior, con la participación en la audiencia la Juntanza insistió en la necesidad de dar fuerza al concepto de paridad política como el reconocimiento que las mujeres son la mitad de la población y están presentes en todos los sectores y por tanto se debe garantizar los espacios e instancias para su participación efectiva, incluyendo criterios de diversidad, y garantías entendiendo los sistemas históricos de exclusión que han vivido las mujeres; Diana también nos da a conocer que retomando la experiencia de los diálogos en La Habana la Juntanza retoma la idea de la creación de una comisión de mujeres y géneros en la negociación con el ELN.
Con este intercambio se puede denotar cómo los procesos organizativos y de alianzas entre mujeres siguen en el impulso de agendas comunes que permitan, como ellas lo mencionan, estar vivas y poderosas para construir la paz, para siempre, estar listas a participar.