“La juventud está llamada a defender la paz y la reconciliación”: Oscar Londoño

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Redacción Cultural

Asistimos a un momento histórico donde las distintas fuerzas del campo revolucionario, en un ejercicio democrático, reajustan sus hojas de ruta y replantean la política estratégica en perspectiva a una posible convergencia que dibuje el camino de la unidad, defienda la implementación progresiva de los acuerdos de paz, y construya desde la movilización social las transformaciones que necesita Colombia.

A los llamados congresos de la “familia comunista” irrumpe con fuerza el Segundo Congreso Nacional de la Juventud Rebelde, JR, organización juvenil con presencia en 27 departamentos en el país y que espera reunir cerca de 500 delegados los días 28, 29 y 30 de julio en la ciudad de Barranquilla. En su horizonte político están los retos que emergen del acuerdo de paz y su implementación, como las necesidades organizativas y estimular la participación de la juventud en los grandes debates del país.

En entrevista para VOZ, Oscar Londoño, miembro del Directorio Nacional Rebelde y secretario de finanzas de la organización, nos comenta los debates que emergen del Congreso Nacional de JR, las lecturas que existen con respecto al momento político y las apuestas por dinamizar el movimiento juvenil de cara a los retos del nuevo periodo.

-Teniendo en cuenta este nuevo momento histórico de redefinición en lo político ¿Cuáles son las expectativas de JR con este Congreso juvenil?

-El segundo Congreso de la Juventud Rebelde se da un contexto histórico importante para el país. Sabemos que tras la firma del acuerdo de paz y el proceso de refrendación, el ejercicio de la implementación representa un reto para el conjunto de fuerzas democráticas y de izquierda. El proceso de implementación se sitúa en un momento crítico, entendiendo que el Estado y sus instituciones no hay tenido una plena coordinación para garantizar la aplicación de los compromisos suscritos en el acuerdo de La Habana. Sumado a ello identificamos, por un lado, falta de voluntad política de algunos actores que quieren interpretan el Acuerdo de La Habana como el simple camino de la dejación de armas por parte de la insurgencia, y por otro, la posición que viene liderando la extrema derecha que ha tomado como principal bandera de campaña la oposición al proceso de paz y su momento de implementación.

En esa perspectiva la situación es compleja y creemos que la salida es el fortalecimiento y la participación del campo popular, en el ejercicio de garantizar la materialización de las propuestas que se desprenden del Acuerdo. Nosotros creemos que el acuerdo abre la oportunidad de profundas transformaciones que pueden posibilitar la democratización de la sociedad colombiana, donde el movimiento juvenil debe jugar un papel importante y protagónico en garantizar las medidas que logren resolver los problemas que originaron la confrontación armada y que interpretamos como soluciones que mejoraran la calidad de vida y el bienestar de las clases menos favorecidas.

Esta lectura la hacemos entendiendo los acumulados que la coyuntura ha generado. Gracias al proceso de paz el movimiento juvenil ha recobrado vigencia. Las movilizaciones que la juventud lideró después de la derrota del plebiscito defendiendo la paz y la solución política como bandera, confrontaron la estrategia mediática de la extrema derecha que desdibujó el sentido real de los acuerdos.

A propósito del pasado octubre: ¿faltó enamorar con la propuesta de paz y reconciliación a franjas de la juventud, que se marginaron de las urnas? ¿Cuál es la estrategia que desde JR se está diseñando para fortalecer el movimiento juvenil?

-Nuestro primer reto es generar un movimiento que pueda interpretar los acuerdos desde la óptica juvenil fortaleciendo los derechos. Por ejemplo, ¿cómo logramos que en materia de desarrollo rural integral los jóvenes sean sujetos del proceso de restitución de tierras a partir del Fondo que contempla el acuerdo? ¿Cómo logramos que en los programas de desarrollo económico y social, se tenga en cuenta un enfoque diferencial que incluya a la población juvenil? ¿Cómo lograr que en la reforma política los jóvenes tengamos garantías para estimular la participación en el sistema político?

En este último punto se desprenden una serie de propuestas que ya hemos venido trabajando junto con otras organizaciones juveniles. Propuestas como la reducción de la edad para postularse en cargos públicos como Senado y Cámara, la financiación de campañas que estén lideradas por jóvenes y el desarrollo de políticas públicas que mejoren la situación juvenil en materia de organización y movilización.

En segundo lugar, creemos que es necesario sumar a los acuerdos una serie de reivindicaciones sociales que debemos solucionar para superar el fenómeno de la violencia y la confrontación armada. En ese sentido, luchamos porque las distintas expresiones juveniles que emergen en las ciudades no sean estigmatizadas y criminalizadas. Modificar el Código de Policía y suprimir el servicio militar obligatorio. Son esas reivindicaciones que consideramos están ancladas a la construcción de paz. No nos parece coherente que en un proceso de reconciliación nacional, se preserve el fortalecimiento de las fuerzas militares sobre la base de la óptica que interpreta la represión hacia los jóvenes como una prolongación de la estrategia del enemigo interno.

Y en tercer lugar, nosotros estamos dispuestos a contribuir en escenarios de convergencia, unidad y movilización de la juventud a nivel nacional. Es importante que diseñemos colectivamente propuestas para superar la violencia y construir la anhelada reconciliación. Es fundamental que la juventud lideré este proceso, a partir de un gran Pacto por la Reconciliación, pues somos la representación de las nuevas generaciones y en nosotros está la responsabilidad de construir los caminos que permitan un nuevo futuro.

– Los cuatro congresos de la llamada “familia comunista” han generado altas expectativas en el camino y la ruta a seguir de las distintas fuerzas revolucionarias. Y en ese contexto irrumpe el Congreso nacional de la JR ¿Cuál crees va ser el papel de JR en este momento?

-Yo creo que el momento actual demanda un replanteamiento de la perspectiva de las fuerzas de izquierda y del movimiento juvenil. Hoy la izquierda tiene que dar el paso del ejercicio de la resistencia a construirse en una verdadera alternativa de poder. La JR, entre otras organizaciones juveniles que se han comprometido con la lucha por la paz y la democracia, tiene que constituirse en plataformas lo suficientemente amplias con propuestas que estén encaminadas a resolver los problemas de la gente del común y de la sociedad colombiana.

Nuestra apuesta es lograr movilizar y representar el sentir de la mayoría de jóvenes en Colombia. Si bien hoy la mayoría de jóvenes no están politizados en el sentido de vincularse a una organización política, si están interesados en apoyar y respaldar iniciativas para mejorar las condiciones de vida de la gente. El papel que juegue la JR va ser muy importante.

Uno de los temas centrales a discutir en nuestro Congreso, va ser la propuesta que desea generar el movimiento de convergencia por la paz, la democracia y la modernización de la sociedad colombiana. Sabemos que en esa perspectiva es fundamental la unidad de las fuerzas revolucionarias. Entendemos que es necesario sumar, acercar y unir todas las fuerzas que tienen una perspectiva de transformación profunda de la sociedad colombiana, las fuerzas que lucha por construir una sociedad distinta al modelo neoliberal y al sistema capitalista.

Nosotros contemplamos la posibilidad de sumarnos al Nuevo Partido, siempre y cuando se pueda preservar la naturaleza de la JR, es decir sus principios, su plataforma de lucha y su forma organizativa, que inclusive estamos pensando en ampliar para que se puedan recoger en la JR la mayor cantidad de expresiones juveniles que están interesadas en un cambio para Colombia. Es un debate en nuestro congreso y para ello estará una delegación importante de excombatientes jóvenes de las FARC.

La unidad de los sectores de izquierda es una prioridad, pero dicha unidad tiene que ir más allá de esa interpretación. Es necesario que exista una unidad de todos los sectores alternativos, pues es importante configurar una fuerza que sea capaz de contrarrestar el dominio indiscutible de quienes detentan el poder. Creemos que el llamado es a construir una propuesta unitaria que pueda convocar a la participación de la sociedad.

-El escenario del 2018 es vital ¿Cuál crees que es el papel de la juventud en ese escenario político-electoral desde una perspectiva estratégica, teniendo en cuenta que hay sectores que quieren hacer trizas la paz?

-El movimiento juvenil debe cualificarse en lo político. Independientemente de cuál sea el resultado de la contienda electoral, los jóvenes en Colombia estamos llamados a construir una movilización permanente alrededor de la defensa de la paz y la reconciliación. Sin embargo sería un grave error marginarse del proceso electoral.

Las juventudes tienen un alto nivel de inconformidad con los fenómenos de la corrupción y la violencia, lo cual demanda la necesidad de ampliar los niveles de incidencia y participación para la solución de estos problemas. Las juventudes históricamente es una población que se abstiene de participar, pues no ve en el ejercicio electoral la posibilidad de transformación, construyendo una serie de iniciativas, propuestas y formas de acción que no consideramos son contradictorias en el momento actual.

Nuestro llamado debe ser a entender la centralidad del ejercicio electoral, siempre y cuando sea posible una apertura del régimen político como está contemplado específicamente en el punto de participación política. Nuestra tarea como organización debe ser incentivar a que los jóvenes sean participes y protagonistas de la política.  En el momento actual la juventud colombiana tiene el reto de poner la balanza a favor de la paz y la reconciliación, frenar la extrema derecha, y contribuir a la reconciliación. Es el reto que plantea JR al conjunto del movimiento juvenil.

@oscarsopos