La ola violeta no parará

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Performance "Por ellas nos rapamos el 25 de noviembre". Foto Corporación Colombiana de Teatro.

Renata Cabrales
@RENATARELATA 

Este año que está por llegar a su fin, se ha convertido en un momento histórico para el movimiento de mujeres, pues se ha fortalecido hasta crecer sin parar, esa ola de mujeres que ya no puede evitar salir a gritar al mundo que estamos más indignadas y más unidas que nunca, contra el sistema machista que vulnera nuestros derechos.

Desde sus inicios, en el mes de enero, en los Estados unidos, las mujeres de ese país dieron un gran ejemplo a las latinoamericanas al manifestar su inconformidad por la llegada a la Casa Blanca del presidente que se ha ganado su rechazo debido a sus descaradas posturas misóginas y homofóbicas.

Multitudinarias manifestaciones se realizaron en el país del norte, fenómeno catalogado como las Segunda marcha de las mujeres el 20 de enero y fueron personas de todo el mundo y en diferentes estados como Nueva York, Los Ángeles, Washington, entre otros, las que participaron en lo que fue un grito de exigencia de los derechos de las mujeres y un fuerte rechazo a las políticas misóginas, homofóbicas, racista y xenofóbicas de Trump. Vale la pena recordar que las marchas estuvieron fortalecidas por el emergente movimiento #MeToo que había tomado fuerza a finales de 2017 a pesar de haber comenzado hace una década atrás, gracias a la activista feminista, defensora de los derechos de las mujeres, Tarana Burke, quien acuñó la expresión, con el fin de hacer acompañamiento masivo, ´por medio de las redes sociales a mujeres que han sido víctimas de acoso y violencia sexual; promoviendo así, la idea del empoderamiento a través de la empatía.

Fue así como a finales del 2017 que la idea se hizo viral debido al escándalo del que fue protagonista el famoso productor de cine norteamericano, Harvey Weinstein por delitos sexuales dentro del círculo de la industria del cine, donde este se desenvuelve. Fue la actriz Alyssa Milano la primera en invitar, entonces, a todas las mujeres del medio cinematográfico a seguir el Hashtag, #MeToo, en caso de haber sido víctimas de violencia sexual. Fueron muchas actrices las que entonces se atrevieron a denunciar las infamias contra las mujeres cometidas por el productor, quien, al parecer, se aprovechaba de su condición de hombre con poder para abusar sexualmente de las actrices, que de alguna forma, veían que el éxito de sus carreras, dependía de él.

La Ola verde

Por su parte, nació también otro movimiento que vino a dar fuerza a esa ola de mujeres de todo el mundo que grita indignada por un mundo mejor, y es la famosa Ola verde de Argentina.

La Ola verde nació a partir de las luchas feministas de las argentinas por el derecho legal al aborto. Su símbolo es un pañuelo verde que en manos y cuellos de las feministas o defensoras de los derechos de las mujeres le dio un nuevo color a las calles del país: el color verde, el color de la vida.

Las mujeres que usan el pañuelo verde, exigían en ese momento que se aprobara la ley por el derecho al aborto legal que se debatiría el ocho de agosto de este año.

La ley finalmente no pasó, pero los movimientos feministas se fortalecieron debido a las grandes movilizaciones que fueron apoyadas en diferentes países de América Latina.

Vale la pena resaltar que, a partir del movimiento a favor del aborto legal avanzó el movimiento fascista que, a su vez, nace de los sectores más conservadores del continente y que cuenta con el apoyo de las iglesias católica y evangélica, que con su movimiento “Provida” han buscado la forma de reprimir a las mujeres y a toda persona que apoye el derecho al aborto, llevando mensajes religiosos a la población más ignorante, para mostrar el asunto como algo pecaminoso y criminal.

Este mismo año y hace tan solo pocos días, las argentinas han sido el centro de atención al constituir un movimiento equivalente al movimiento #MeToo, denominado MiráCómoNosPonemos y que resulta a partir de la denuncia de la actriz Thelma Fardin por violación contra Juan Darthés, la cual sirvió para que varias actrices empezaran a denunciar los casos de violencia sexual de los cuales han sido víctimas,

#EleNao: El movimiento de mujeres en Brasil contra Bolsonaro

El crimen de Marielle Franco, mujer, negra, lesbiana y pobre; la concejala de Río de Janeiro en marzo del presente año, hizo que una gran ola humana saliera a protestar en Brasil.

El crimen de la defensora de DD. HH, a quien se le cuestionaba por sus duras críticas a la intervención de la policía y militares en las favelas cariocas, quedó presente en el movimiento feminista por el hecho de su condición de mujer, negra y pobre, lo que abre una discusión ad portas de la campaña presidencial del país, durante la cual uno de los más opcionados era el ahora presidente Balsonaro y quien era criticado duramente por sus posturas misóginas, homofóbicas y racistas.

La misoginia del presidente de ultraderecha y exoficial del Ejército llevó a que se formaran diversos grupos y páginas de redes sociales en su contra, bajo el eslogan “Mujeres unidas contra Bolsonaro”.

En Colombia

A finales de noviembre, también del presente año, una columna publicada por la periodista, columnista y filósofa feminista, Catalina Ruiz-Navarro, en El Espectador, Gracias por nada, presidente Duque, donde critica las posturas del presidente de Colombia relacionadas con la situación de las mujeres del país, desató cierta polémica, sobre todo, por la respuesta pueril de la vicepresidenta de Colombia: «Que Dios nos libre de caer alguna vez en el odio y la amargura».

La columnista señaló que las políticas del presidente nada tienen que ver con su discurso de haber cerrado la brecha de género y mucho menos con el concepto de “mujer”, el cual relaciona casi todo el tiempo con la idea de maternidad. Así mismo, la reconocida columnista afirmó no sentirse representada por Marta Lucía Ramírez, la primera vicepresidenta en la historia del país, por personificar esta las posturas más conservadoras que la delatan como una aliada más del patriarcado.

Y es que desde la campaña presidencial, Duque, siendo un candidato más, no demostró nunca tener la más mínima idea sobre la situación de las mujeres y el enfoque de género, tanto así que al hablar de embarazos adolescentes, insinúo que la solución era garantizarles empleos a las jóvenes en esta condición, como si el problema fuera de ocio y no de violencia machista y desigualdad social.

Por su parte, la vicepresidenta en sus discursos, lo único que hace es elogiar a las mujeres como perfectas marianas respetuosas de la voluntad de la iglesia católica, según la cual deben destacarse, más que todo, como madres de familia respetables.

Sin embargo, también en Colombia el movimiento de mujeres ha tomado fuerza y en el Congreso se encuentra bien representado por la bancada de Decentes y por mujeres de FARC, que han defendido a pulso los derechos de las mujeres, los cuales corren riesgo debido a los sectores más conservadores que con marchas en contra de la “ideología de género” pretenden, en connivencia con las iglesias retardatarias, hacer retroceder lo que se ha logrado hasta el momento en materia de derechos.

Es el caso, por ejemplo del histórico logro político para las mujeres sobre “Paridad y Alternancia”, idea propuesta por la congresista de la bancado de Decentes, Ángela María Robledo, fue aprobada La Comisión Primera de la Cámara de Representantes, el pasado mes de noviembre. Este logro histórico es un gran beneficio en cuanto a la equidad que exige el movimiento de mujeres en el campo de la política.

La proposición que modifica el artículo 262 de la Constitución Política, queda así: “Parágrafo. Desde las elecciones del año 2019 todas las circunscripciones y listas para los cuerpos colegiados de elección popular deberán estar conformadas de manera paritaria e intercalada entre hombre y mujer”, lo que significa que para el próximo año los partidos políticos tendrán que construir la mitad de las listas de concejos y asambleas con mujeres, además de hacerlo con el sistema cremallera”.

El 25 de noviembre del pasado mes, fueron varias las manifestaciones y expresiones artísticas que se presenciaron en contra de las violencias contra las mujeres, uno de los performances más representativos fue el dirigido por Patricia Ariza, directora del Teatro la Candelaria y la Corporación Colombiana de Teatro, Por ellas nos rapamos, en el cual ella participa al lado de varias artistas, y la escena principal consiste en raparse la cabeza como acto simbólico en contra de todos los feminicidios.

Propuestas en marcha

Por otro lado, en el Congreso de la República, senadoras como Aída Avella y Victoria Sandino abren espacios de discusión sobre las violencias contra las mujeres como es el caso de los feminicidios que va en aumento desde el 2017. Asimismo, preocupada por la situación de las mujeres, pero además de los niños y niñas del país, que a diario son víctimas, entre otras, cosas, de violencia sexual, el viernes 14 de diciembre del año en curso, la Senadora Avella lanzó la campaña: Vida y Paz de niñas, niños y mujeres.

Todo indica que a pesar de que los sectores más retardatarios y ultraderechistas de Colombia y del mundo, han tomado fuerza y han pretendido frenar los logros de las mujeres, hay una Ola violeta que avanza en todos los países y que ya nadie podrá frenar.