“Hoy los procesos revolucionarios están siendo víctimas de una contraofensiva por parte de la derecha regional apoyada por el imperialismo”. En América Latina la derecha está saliendo de su aturdimiento y con el apoyo de los Estados Unidos se está reagrupando.

Redacción Política
La experiencia de unidad en los procesos de izquierda del continente, fue el panel de instalación de la tercera jornada de la Conferencia Ideológica Nacional, que dejó importantes elementos de juicio desde las experiencias del continente, incluidos Cuba y Brasil. El panel fue acompañado por Juan Carlos Villamizar, militante del Partido Comunista Colombiano en Europa.
Omar García Lazo, responsable de las relaciones internacionales del Partido Comunista de Cuba; y Ricardo Alemao Abreu, secretario de relaciones internacionales del Partido Comunista de Brasil, fueron los encargados de invitar a la reflexión sobre el papel de los revolucionarios en Colombia ante los cambios que se producen y cuál es la visión del continente ante el acontecer de la conversación entre las FARC-EP y el gobierno colombiano en La Habana.
“Fidel se percata de separarse de toda la política burguesa que recogiera en su seno a las capas sociales humildes que estaban interesadas en hacer la revolución y transforma la realidad cubana”, explica Omar García, mientras entregaba un acercamiento histórico a los dos líderes cubanos que por excelencia representan el pensamiento de unidad en la mayor de las Antillas: José Martí y Fidel Castro.
“Fidel se percata de sumarle al Movimiento 26 de Julio otras fuerzas que quieran derrocar la dictadura. En ese momento el querer de tumbar la dictadura, Fidel lo convirtió en un objetivo estratégico para la unidad y por eso pudo agrupar a organizaciones estudiantiles y partidos burgueses para ganar fuerzas y recursos. Gracias a ello triunfa la revolución cumpliendo el objetivo estratégico con el Movimiento 26 de Julio, el Directorio Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular –Partido Comunista-”, manifestó Omar García.
A la postre se convierte en la organización unitaria para la revolución en Cuba en 1965, luego de ser declarado su carácter socialista. Ya en 1965 se convierte en el Partido Comunista: “En todo ayudó el liderazgo de Fidel Castro y se convirtió en un elemento aglutinador”.
“La unidad en Cuba no era un proceso sencillo. Era lleno de prejuicios pero a la postre y gracias a los esfuerzos en la formación política y en el trabajo social, y gracias a la labor persuasiva de Fidel. Un verdadero trabajo de hormiga”, explica el encargado internacional del Partido Comunista de Cuba.
Ahora los cubanos avanzan en un proceso de adaptación económica de la revolución. Y ese fue otro de los aspectos medulares para los cambios y la unidad. “La revolución está trabajando para que ningún cubano quede desamparado. Se están modificando los modelos de gestión, la creación de cooperativas en otros sectores de la producción, se ha flexibilizado el trabajo porque hoy hay más de 400 mil cubanos que ellos mismos son empleadores y se busca que la economía cubana desate las fuerzas productivas”.
Omar García enfatizó en el contexto latinoamericano y el escenario político de Latinoamérica: “Hoy los procesos revolucionarios están siendo víctimas de una contraofensiva por parte de la derecha regional apoyada por el imperialismo”. Y es que el diagnóstico para América Latina es que la derecha del continente está saliendo de su aturdimiento y con el apoyo de los Estados Unidos se está reagrupando. Casos como el de Marina Silva o el propio Henrique Capriles, quien en un acto premeditado empezó a tomar las banderas sociales del comandante Hugo Chávez en la campaña presidencial y hasta lo quiso imitar.
En eso coincide Ricardo Alemao Abreu, a quien la preocupación la ocupa en la victoria de Dilma Rousseff en Brasil en los próximos días, y quien ha explicado en la Conferencia Ideológica la manera como el imperialismo ha vitalizado a sectores de la derecha en Brasil para juntarse y derrotar los 12 años de gobierno del Partido de los Trabajadores y terminar de facto con los avances sociales; pero sobre todo cambiar la correlación de fuerzas y la geografía política del continente.
“Estamos en el poder de Brasil hace 12 años, de los cuales todos en medio de la crisis del capitalismo que inició casi en 1998, y que se ha venido profundizando hace cinco años después que la economía del país descendiera cinco puntos y llegará a crecer solo un punto y medio después de haber tenido rendimientos de casi 6,5%. Eso lo ha afrontado el gobierno brasileño con fortaleza y sin bajar los brazos con los programas de gobierno social que poco a poco van enderezando el rumbo de Brasil”, explica Ricardo Alemao.
Y es que no descansan las fuerzas neoliberales por retomar el gobierno en Brasil. Después de la primera vuelta, se derrotó a Marina Silva, una candidata con discurso social pero apalancado por un sector derechizado de ese país. “Era una neoliberal disfrazada de social que, apenas terminaron los conteos de votos, le estaba entregando sus votos al derechista Aécio Neves”, dice Alemao. Por su parte, Juan Carlos Villamizar sostiene que en Europa el diagnóstico es diferente. Pues allí la izquierda en los gobiernos ha sufrido un desgaste propio de la crisis económica que vive ese país y que despertó la indignación de ciudadanos que, sin partido, protagonizaron una de las protestas más significativas en ese país.
La fuerza política Podemos, en España, está recogiendo la inconformidad de muchos sectores de la población “y no propone nada distinto a lo que desde siempre ha propuesto Izquierda Unida”, explica Villamizar, excandidato al congreso de la república por la UP en el exterior. Villamizar señala que la atracción de la población por nuevas colectividades políticas está en el lenguaje que utilizan y las formas de comunicación que hacen que se integren todas las intenciones de los ciudadanos que viven la crisis. Y agrega: “La crisis europea empieza a desmontar el estado de bienestar y está llevando a la marginalidad a capas de ciudadanos. Esto ha sido aprovechado por el nazismo que está tomando fuerza en todo el continente”, afirma.