Conciertos, talleres, conferencias y lecturas serán las principales actividades del 30 Festival Internacional de Poesía, el evento poético más importante del continente
Hernán Camacho
@camachohernan
El semanario VOZ habló con el director del Festival Internacional de Poesía de Medellín, el poeta Fernando Rendón, quién reflexionó sobre la suerte de la humanidad en la pos-pandemia, la poesía como trinchera de resistencia por la vida y cómo quiere que el Festival sea un referente para elevar la conciencia social en tiempos de incertidumbre.
¿Cómo se mantienen un Festival de poesía por 30 años?
-Cuando uno se compromete con una causa se le inyecta sangre y vida. Es un amor profundo por la vida propia y de todos, y eso nos impulsa a no dar el brazo a torcer por una idea y un proyecto. A eso súmale que somos un colectivo de poetas y hermanos que a pesar de las dificultades y las vicisitudes económicas echamos adelante la tarea. Es una convicción de lucha por la poesía.
Un festival virtual
¿Maestro, pensó algún día en hacer un Festival virtual?
-Nunca me imaginé eso. De hecho, teníamos temores por esa virtualidad y se definió hacerlo así hace apenas dos meses cuando extendimos la fecha que inicialmente era julio, luego fue agosto, pero ante las circunstancias del mundo, optamos por la virtualidad y está saliendo muy bien.
¿Cuál es el balance de la apertura virtual?
-Multiplicamos el festival, de 70 invitados pasamos a 190, teníamos 40 países invitados y logramos conectar a 103. Estamos creando un evento sin parangón ni precedentes. Nos adaptamos a una nueva realidad en muy poco tiempo, pero aun debo confesar que conectar a 103 países y cientos de poetas con un multitudinario público tiene grandes complicaciones.
La poesía y la lucha de los pueblos
Poeta, hablando de las circunstancias actuales, ¿cómo está viendo el mundo?
-El desarrollo social y económico de cada país nos mostraba que las diferencias culturales eran fuertes y no se encontraba un lugar común, un punto donde conectarnos con otros individuos, seres humanos y habitantes del planeta. Los tiempos que vivimos permiten ver que los problemas que afectan el mundo son cada vez más parecidos, son el mismo problema, una misma pandemia afecta el mundo.
Los problemas de la guerra, los conflictos bélicos, la expoliación de la clase obrera, el problema de la destrucción de los recursos naturales por las multinacionales que destruyen el planeta y nos pone en riesgo de extinción como especie, hace ver que ante la diferencia compartíamos algo. El mundo se está acercando, se está encontrando a través de un proceso de comunicación muy desarrollado por la tecnología.
Creo que estamos en una confluencia y entendimiento en donde no es posible otro camino que avanzar, estar juntos para cuidar el planeta, juntos en la liberación de nuestros países, juntos en un mundo democrático en donde la vida se garantice, donde el trabajo sea creador, satisfactorio y bien retribuido para cada persona.
El Festival es un adelanto de ese mundo unido defendiendo la vida y la naturaleza.
-El Festival demuestra cómo ese mundo no tiene fronteras y cómo la poesía acompaña esa lucha de los pueblos, pero sobre todo a cada ser humano para lograr nuevas reflexiones con un lenguaje fresco, renovado que permite apasionar el espíritu humano y cumplir esa necesidad de realización de cada persona. La poesía hace apasionar la lucha por la resistencia de la vida en el planeta.
Una nueva era
El capitalismo se resiste, se transforma y vive de su propia crisis. ¿Cuál es su reflexión del momento que vivimos en medio de la incertidumbre?
-El capitalismo se ve desmantelado, se ve paralizado por su crisis interna. El mundo está encerrado. Yo no creo que la gente esté muy entusiasmada con ir a la fábrica, sobre todo si cada día se conoce de contagios y saben que están corriendo un riesgo de morir mientras no exista la vacuna. La crisis no es de la pandemia, viene de antes. De hecho, la movilización social de los últimos tiempos reivindica la vida y lo que hizo la pandemia fue silenciar parcialmente esa voz rebelde de los habitantes del mundo contra el capitalismo. Pero creo que la gente será otra cuando pase esta pandemia. El capitalismo no puede garantizar la vida humana ni la preservación de la naturaleza. Estamos viendo nacer una nueva era.
Le cambio la pregunta y acudo a las letras de su discurso de inauguración del Festival “La poesía es interrogable”, ¿por qué?
-Es un pensamiento transformador que viene desde el nacimiento de la humanidad, es un legado antiguo y cultural que también incluye una visión de futuro, una visión de la utopía de la realización de la vida humana sobre la tierra, es el suelo de la fraternidad de las relaciones generosas y colaborativas entre los seres humanos. La poesía es inmortal, es un hecho de la vida humana que no morirá jamás. Por el contrario, mientras más adversidades padece el ser humano la poesía se convierte en una fuerza para levantarse de los momentos más difíciles de la vida humana. Es una inyección para remontar la tragedia, para contrarrestar el propio capitalismo.
“El pueblo seguirá marchando por otro país”
Lo meto en temas nacionales. ¿Cómo ve al gobierno Duque?
-El gobierno está muy mal. El presidente no tiene ni formación de estadista ni vocación de gobernante, es apenas un empleado de la clase dirigente, de las trasnacionales que saquean el país. No tiene el más mínimo amor ni respeto por el pueblo colombiano. Y en pandemia no ha tomado una sola medida adecuada sino encerrarnos, vemos como el sistema de salud vive otra crisis profunda, en tiempos de covid-19 se cierran hospitales antes de abrirlos, no hay apoyo suficiente a la ciencia y la cultura que contribuyen a acrecentar la conciencia del pueblo sobre la crisis y salidas a la misma. Yo creo que va a terminar mal este Gobierno, si es que termina.
Y la derecha colombiana. ¿Qué piensa de ese sector?
-La derecha está en malas condiciones porque esa dictadura invisible se sostiene del crimen. Se agotó ese régimen. Ellos, los privilegiados, los que definen el curso de la historia del país, están siendo cuestionados por una inmensa porción de la población que no quiere más de lo mismo. La derecha es insensible, no tienen sentido de solidaridad con el pueblo, hacen de la democracia agua con una matanza prolongada y programada desde hace doscientos años.
Ellos matan a los líderes sociales, a la dirigencia de izquierda y a los rebeldes, pero ese régimen no puede seguir manteniéndose sobre la sangre y el crimen. Van a caer.
-Muchas opiniones señalan “a este país le pasa lo que le pasa y no cambia”. ¿Cómo ve al pueblo?
-Esas voces pesimistas es mejor no escucharlas. El 21 de noviembre, sin pandemia el pueblo en la calle expresó lo que sentía. Sucede que el movimiento que surgió desde esa movilización no tiene banderas partidarias, no tiene una dirección política, sabe que no puede seguir siendo víctima de una clase social privilegiada, pero ese pueblo no tiene una guía que lo lleve a un desenlace feliz: una democracia popular en todo sus órdenes, políticos, económicos y sociales.
Pero tenga la certeza que el pueblo seguirá marchando por otro país. Ahí es el momento de la gente esclarecida de la izquierda colombiana que permita unir, separar las rencillas, ser creativos en los procesos de unificación y construir un programa común fuerte desde lo ideológico y claro en su propuesta. Esa fórmula permitirá que Colombia sea un país inmenso en el concierto del mundo y de América Latina.
Toda la información en https://www.festivaldepoesiademedellin.org/
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