Por primera vez en la historia, una mujer recibe el reconocimiento de mejor acordeonera del festival Francisco el Hombre, en Riohacha, Guajira. Un premio a la dedicación de una joven que sigue venciendo obstáculos en este escenario
Carolina Tejada Sánchez
@carolltejada
Cada año el Festival Vallenato Francisco el Hombre selecciona en sus diferentes categorías a los mejores exponentes de la música vallenata. La participación juvenil también se hace presente y con un espíritu profesional, marcada por varios años de dedicación, cada representante saca lo mejor de sí en el escenario. Con ese espíritu llegó Leidy Carolina Salgado a Riohacha en La Guajira. Una jovencita oriunda de Urabá, Antioquia, quien se llevó el premio en la categoría de mejor acordeonera, marcando un hito en la historia de este certamen, pues nunca una mujer había obtenido dicho reconocimiento.
Una inspiración vallenata
Desde los diez años de edad y de la mano de su padre, Manuel Salgado Barón, acordeonero profesional y profesor de música, Leydi se inicia en el folclor. Luego de participar en el que sería su primer Festival Vallenato de Turbo, Antioquia, gana su primer premio, el que le fue entregado en efectivo, dinero con el cual su padre le compra el primer acordeón. Allí, con el fruto de su dedicación, iniciaría un lujo de reconocimientos artísticos a nivel nacional, los cuales combina con sus estudios secundarios en la ciudad bananera.
Leidy es una joven carismática, siempre sonriente, que sabe caer muy bien entre el público, su imagen de joven menudita o delgada se resalta cuando una gran nota musical sale de su acordeón. Hoy en día, con más de 28 premios en su corta trayectoria como artista, se le denomina la reina del acordeón.
VOZ, dialogó con Leidy y esta habló sobre su pasión por este género musical. Habló, además, de sus inicios en este género musical por medio de su padre, “a la edad de 10 años, mi papá, Manuel Salgado, en una ocasión me llevó a su escuela vallenata y me mostró lo que era la música y cómo la enseñaba, de esa manera nació el amor que le tengo al folclor vallenato”.
El surgimiento de este género musical, propio del caribe colombiano, tiene una historia en la que es importe profundizar, pero por ahora mencionar, que tres instrumentos combinan sus orígenes; el acordeón, que es un instrumento musical diatónico, proveniente de Europa a finales del siglo XIX a Riohacha, La Guajira, en pleno desarrollo de la esclavitud africana e indígena; la caja, elemento traído con los esclavos africanos, y la guacharaca, inventado por indígenas pertenecientes a la cultura Tayrona. Estos elementos alimentan una cultura de la música más representativa de la costa caribe.
Para nuestra artista, el acordeón, escogido como su instrumento predilecto, es la herramienta que le permite transmitir su sentimiento, “siento que con este puedo transmitir muchas melodías, puedo tener variedad de sonidos y siento la música mucho más cerca”.
Sus referentes artísticos han sido Alfredo Gutiérrez, Diomedes Díaz, Jean Carlos Centeno, entre otros artistas de los cuales afirma: “con ellos me identifico mucho, aunque la variedad de estilos es grande, trato de tener un poquito de cada uno y así poder crear música teniendo como guía ciertas bases. En realidad, no puedo desconocer que la música Vallenata fue creada por los hombres, por tal razón, sus máximos exponentes son ellos, pero también me inspira Patricia Teherán, que con su legado, nos impulsa a cada una de las mujeres que hacemos vallenato a seguir adelante”.
La mejor por encima de muchos
Frente al mar Caribe se consolidó, el pasado mes de marzo, como la mejor acordeonera juvenil en el certamen del festival, “al recibir el premio como mejor acordeonera juvenil y darme cuenta de que ninguna mujer había ocupado este espacio, se me llena el corazón de alegría. El saber que había logrado algo tan grande me hacía sentir demasiado feliz. Poco a poco se iban cumpliendo cada uno de mis sueños, aparte de que estaba abriendo nuevos caminos a otras mujeres en la música vallenata”.
Cuenta, además, que en esta corta carrera que hoy la llena de orgullo, ha contado con todo el apoyo de su familia, su padre como maestro, su madre de manera incondicional haciendo un papel de logística y, desde hace un par de años, la acompaña en la guacharaca su hermana Wendy Salgado, quien también se viene abriendo camino en la música y con ella avanza en su agrupación musical que lleva su mismo nombre: Leidy Salgado, “mi familia me brinda un apoyo constante desde que inicié este camino. Si no fuese por ellos, en realidad, no estuviera aquí donde estoy. Siempre me acompañan a donde voy. Somos una familia musical”.
Sin embargo, también comenta la joven acordeonera, las dificultades que ha tenido en la música por ser mujer, las cuales se reflejan en el machismo que desconoce sus capacidades o disminuye su trabajo antes de conocerlo: “Las dificultades giran en torno al machismo creado desde hace mucho tiempo. Términos utilizados en los festivales como “la mujer, sexo débil” son los que más me motivaron a seguir adelante, demostrando que las mujeres sí tenemos y sí podemos tocar bien la música vallenata. Cada vez que iba a tocar en un festival decían, “no debe ser buena, normalmente las mujeres son malas tocando”, y después de escucharme en el escenario se iban a felicitarme”, afirma la joven.
Su futuro como artista
Para Leidy, seguir rompiendo esquemas con su música y ser una profesional desde el punto de vista académico, al cual le dedica mucho empeño, son las tareas que tiene por delante a sus 17 años. En este momento cursa el grado 11 en el colegio Madre Laura y asegura que, “se me hace un poco complejo estudiar y estar en la música, pero lo he sabido llevar hasta ahora, y ya este año me gradúo. Voy a estudiar música en la universidad”.
Cuando habla de su futuro como artista, asegura aportar desde sus capacidades a la conservación de este género musical e incentivar a mas mujeres a insertarse en el mismo: “Yo me veo en un futuro, como artista, siendo esa mujer que rompió muchos esquemas en la música que, siendo una antioqueña afro, logró demostrar que sí se puede cumplir todo lo que una se proponga. Me veo también aportándole un granito de arena a la música vallenata, aportando más música y ayudando a la conservación de sus raíces. Por otra parte, yo veo a la música vallenata, en un futuro, trascendiendo de generación en generación como lo ha venido haciendo desde hace muchos años, y siendo yo también una motivadora del género”, afirma.
Una puya denominada la Guachafita, que es de su autoría, la canta con mucho sentimiento haciendo referencia a las mujeres y al machismo que se vive en la sociedad: “Se acabó esta guachafita la que tienen los varones, que se la dan de machistas pa’ imponer sus condiciones, que nosotras las mujeres servimos es pa’ cocinar, yo les voy a demostrar, ay, que no es como ellos quieren, soy la que compone y canta con motivo y con razón y en la nota vallenata le gano a cualquier varón”.
Hace poco, la joven acordeonera lanzó su sencillo titulado “Quién más que tú”, de la autoría de Aurelio el Yeyo Núñez. En el pasado festival, no solo ganó como la mejor acordeonera, también recibió el segundo puesto como mejor voz y el tercero como mejor agrupación musical.