
En 60 años de Revolución, más de 400 mil profesionales de salud cubanos han prestado servicios en más de 150 países, por lo que han sido nominados al Premio Nobel de Paz. Entrevista con Omar Rafael García, de la embajada de Cuba en Colombia
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
Hace pocas semanas hubo revuelo en Colombia porque los alcaldes de Cali y Medellín, y el gobernador de Magdalena manifestaron su intención y la necesidad de pedir el auxilio de médicos cubanos para ayudar a atender la emergencia sanitaria.
De inmediato, desde la gran prensa, políticos de derecha y algunas agremiaciones médicas hicieron pronunciamientos rechazando la solicitud explicando que no era necesaria, que agredía a los galenos nacionales y hasta diciendo que esas políticas del país caribeño eran de esclavitud.
Lo cierto es que Cuba, desde el triunfo de la Revolución, ha enviado médicos a todo el mundo, lo que le ha dado un reconocimiento, más al tener en cuenta el bloqueo económico que sufre desde hace décadas.
Para saber sobre el origen de las brigadas médicas, sus objetivos y lo que han hecho, vía correo electrónico VOZ se comunicó con el primer secretario de la Embajada de Cuba en Colombia, Omar Rafael García Lazo, quien es licenciado en Comunicación Social de la Universidad de La Habana y magíster en Relaciones Internacionales del Instituto de Relaciones Internacionales de la misma ciudad.
Origen y principios
-¿Cuál es el origen de la política de enviar brigadas de médicos a otros países?

-La Revolución Cubana es un proceso inspirado en el pensamiento independentista, antimperialista, latinoamericanista y de justicia social de José Martí. También es conocido que los principales líderes de la Revolución, Fidel Castro, Raúl Castro, el Che Guevara y otros importantes dirigentes tenían una formación marxista sólida. Esa amalgama original de ideas, conceptos y principios constituye el pilar filosófico y político de la Revolución.
Si no se entiende esto, no se podrá comprender que la Revolución cubana nace, además, con una vocación solidaria hacia los pueblos del mundo, en especial hacia los pueblos de América Latina y el Caribe.
Es por ello que en mayo de 1960 una brigada de médicos cubanos asistió al pueblo de Chile tras un intenso terremoto. Fíjate la fecha, apenas un año y cinco meses después del triunfo, ya médicos cubanos estaban asistiendo de manera solidaria a pueblos hermanos de la región, y el hecho es más destacado aún si se recuerda que Cuba tenía apenas unos seis mil médicos en 1959, y de ellos, casi el 50% abandona el país tras el triunfo de la Revolución.
En 1963, como parte de un acuerdo con la República de Argelia, parten hacia ese país del norte de África 55 profesionales de la salud cubanos. Al frente de esa brigada estaba el entonces ministro de salud, José Ramón Machado Ventura, actual segundo secretario del Partido Comunista de Cuba.
Ese es el origen de la solidaridad médica de Cuba, que se basa en cuatro principios fundamentales: La defensa y el ejercicio del derecho humano a la salud, la promoción al derecho humano a la paz, el humanismo y la solidaridad.
-¿Envían solo cuando hay desastres o emergencias sanitarias o en cualquier momento que un Estado lo solicite?
-Lo mismo atendiendo un desastre natural, una emergencia sanitaria o como parte de acuerdos en materia de salud.
En cuanto a emergencias sanitarias por pandemias o desastres, te puedo decir que desde 1960 hasta el 2005, se desarrollaron 30 misiones de ayuda y asistencia sanitaria y humanitaria en 19 países de varias regiones.
En 1999 tras el terremoto que afectó a Colombia, en la ciudad de Armenia, también Cuba envió una brigada de médicos a apoyar al pueblo colombiano. En todos los países los médicos cubanos ayudaron a millones de personas afectadas por 11 terremotos, siete huracanes, una erupción volcánica, cuatro deslaves por lluvias e inundaciones, cuatro epidemias, un incendio y dos tsunamis; y en una oportunidad la ayuda humanitaria cubana llegó tras un conflicto bélico.
A partir del 2005, momento en que se crea el Contingente Internacional de Médicos especializados en situaciones de desastre y graves epidemias “Henry Reeve”, este tipo de ayudas humanitarias recae en este, integrado por profesionales preparados para estas eventualidades.
El contingente se crea, por iniciativa del comandante Fidel Castro, tras el huracán Katrina que azotó la ciudad de New Orleans, en Estados Unidos, y que dejó más de 1.300 fallecidos.
Brigadas contra el covid
-¿Por qué se llama Henry Reeve?
-En homenaje a un joven estadounidense que combatió y murió en Cuba en las gestas independentistas del siglo XIX. Como supondrás, la ayuda fue rechazada por el presidente de ese entonces, George W. Bush.
Desde esa fecha el Contingente ha trabajado en 45 naciones y cinco territorios no autónomos. En América Latina y el Caribe, ha estado presente en 22 Estados. En Asia y Oceanía en cinco países. En África Subsahariana en 12 naciones. En el norte de África y el Medio Oriente han asistido a tres países. En Europa han sido tres los Estados ayudados.
-¿Se presentan problemas porque los médicos cubanos están educados en la medicina preventiva y en la mayoría de los países capitalistas los sistemas son curativos y, por lo tanto, sus médicos tienen un enfoque formativo distinto?
-Si es para atender una emergencia resultado de un desastre natural, de una pandemia, nuestros profesionales están preparados para adaptarse a las complejidades que imponen estas emergencias.
Si se trata de un acuerdo de colaboración, nuestros médicos se atienen a lo pactado. Existen acuerdos referidos a atención primaria de salud, otros dirigidos a una atención más especializada.
Un ejemplo de esos acuerdos de colaboración es la Operación Milagro, que durante más de 15 años ha realizado más de cuatro millones de intervenciones quirúrgicas en hospitales cubanos y venezolanos, a pacientes de 21 países de Latinoamérica y 14 países caribeños, todo de manera gratuita. Ese proyecto se mantiene.
Es cierto que nuestros médicos tienen una formación que enfatiza en la prevención. Pero el propio hecho de haber trabajado en varios países, en regiones apartadas, con poblaciones de escasos recursos, y el contacto con enfermedades que galenos de otros países solamente conocen a través de la literatura médica, pero nunca las han tratado, les ha permitido a nuestros médicos desarrollar sus conocimientos y prácticas curativas.
-¿Por la pandemia de covid cuántos médicos cubanos han estado en el mundo, en cuántos países?
-Cuando la OMS calificó esta enfermedad como pandemia, el Contingente Henry Reeve se alistó para responder a los llamados que pudieran realizarse desde varios puntos del planeta. Hasta la fecha, 45 brigadas de ese contingente han trabajado en 38 naciones de todos los continentes. Ya algunas brigadas han terminado su misión. Hoy están colaborando 38 en 29 países.
-¿Sabe de médicos cubanos en brigadas internacionales que hayan sido contagiados y sabe de casos letales?
-Tenemos muy pocos casos de contagio. Habría que actualizar esa información. Respecto a casos de galenos cubanos fallecidos, según la información que dispongo, hubo que lamentar la muerte de un médico joven, intensivista, que ayudaba a otro pueblo hermano. Debo decir que nuestras instituciones son celosas en el cuidado y en la seguridad de nuestro personal de salud.
La solidaridad y el imperio
-¿Con qué criterios escogen a los médicos que saldrán del país a una brigada?
-El principio fundamental para integrar el Contingente Henry Reeve o cualquier otra modalidad de cooperación médica cubana es la voluntariedad.
Nuestros médicos son hijos de una sociedad basada en la solidaridad y el humanismo. De igual forma, la escuela de medicina cubana basa la formación de sus graduados en el espíritu de la entrega, de la ayuda, de la atención al paciente en cualquier circunstancia, eso explica que, en 60 años de Revolución, más de 400 mil profesionales de salud cubanos hayan prestado servicios en más de 150 países.
-¿A cambio de qué un médico cubano hace ese trabajo? ¿Un salario que le paga el otro país? ¿Un salario que le paga el Estado cubano? Lo pregunto porque hay voces que aseguran que esos médicos son esclavizados.
-Todo depende del esquema de colaboración en el que el profesional está implicado. Por ejemplo, no es lo mismo un acuerdo de cooperación en materia de salud entre Estados, de largo aliento, con planes de mediano y largo plazos, que una ayuda de emergencia por una catástrofe natural, por una pandemia. Son situaciones distintas que ameritan soluciones y esquemas distintos de colaboración.
En cualquiera de los casos, nuestros profesionales nunca estarán desamparados y cuentan con todos los beneficios sociales, salariales, de seguridad, etcétera, que Cuba brinda a su población. Mientras cumplen su misión, reciben sus salarios íntegros en Cuba.
Los recursos que percibe nuestro país, además de cubrir las necesidades de nuestros médicos y sus contratos, se destinan también para fortalecer nuestro sistema de salud, que como se sabe es universal y gratuito y de elevada calidad para los 11 millones de cubanos.
-Entonces, ¿por qué la mala propaganda?
-Cualquiera que conoce la hostilidad que durante 60 años ha desplegado Estados Unidos contra Cuba, no debe sorprenderse de las calumnias que viene construyendo y propagando el gobierno de ese país contra la colaboración médica cubana. Para Washington es inaceptable que un médico cubano salve la vida de un niño, mientras sus soldados hacen todo lo contrario en varias partes del mundo, incluso en nuestra región.
Ese contraste es un duro cuestionamiento al dominio económico, político y simbólico estadounidense y es, a su vez, la confirmación del desarrollo humanista y científico de la sociedad cubana.
Ese contraste es el que explica la andanada de calumnias y mentiras contra la colaboración médica cubana. Hablan de “esclavitud moderna”, “espías” y otras falacias. ¿Cómo es posible esclavizar a 400 mil personas durante 60 años? ¿Cómo es posible que miles de doctores y doctoras se alisten para salir, como hicieron seguramente sus padres o abuelos, a ayudar a otras personas del mundo en condiciones de esclavitud? ¿Cómo es posible que decenas de gobiernos acepten la ayuda de “esclavos” y “espías”?
Son infamias que no tiene asidero lógico, pero que lamentablemente algunos creen por aquello de la mentira repetida mil veces y la lamentable ignorancia de algunos.
No es esta la única vez que nuestros profesionales de la salud han sido objeto de acciones para afectar la solidaridad de Cuba y su ejemplo. El gobierno de Estados Unidos ha desarrollado en el pasado reciente programas para estimular la emigración y la deserción de médicos cubanos, con millones de dólares de respaldo.
El Nobel
-Si el bloqueo no existiera ¿serían mejor esas brigadas?
-Sin el bloqueo, es obvio que todas las potencialidades económicas, científicas, culturales, deportivas y educacionales de Cuba se multiplicarían. Si con bloqueo nuestros médicos han llegado a más de 150 países, sin bloqueo estoy seguro que podríamos hacer mucho más de lo que hemos hecho por países con situaciones económicas difíciles. Incluso algunos países no tendrían miedo de pedir ayuda a Cuba ni serían castigados por ello por Estados Unidos.
Con ese bloqueo, que en medio de la pandemia evitó que llegaran insumos médicos a Cuba, mira hasta dónde hemos llegado en materia de salud, en materia de biotecnología, en materia de adelantos científicos. Es muy larga la lista de adelantos y productos científicos que en materia de salud ha logrado Cuba. Actualmente nuestras instituciones científicas trabajan en cuatro candidatos vacunales para enfrentar la covid-19. Uno de ellos está bautizado como Soberana 01 y está en las fases de ensayo clínico con resultados alentadores. Todo eso con bloqueo económico, comercial y financiero. Pero Estados Unidos no puede aceptar un “mal ejemplo” desbloqueado.
-¿Qué sabe del Nobel de Paz que se propone para los médicos cubanos? ¿Qué significaría para ustedes?
-El gesto que el Contingente Henry Reeve ha dado al mundo al enviar sus brigadas médicas a decenas de países en medio de esta dolorosa pandemia, unido al prestigio que ya había ganado desde el 2005 y en especial por la labor que desarrolló en África contra la pandemia del ébola, ha despertado un clamor en el mundo para que ese Contingente sea galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
Tengo entendido que ya son centenares de organizaciones, así como miles de personalidades, políticos, intelectuales, artistas, científicos, congresistas de todo el mundo que se han sumado a esta nominación. En Colombia conocemos de muchas voces que también se han sumado a esta propuesta.
Como cubano me siento orgulloso de esa nominación a un Contingente compuesto por compatriotas que salen al mundo a salvar vidas. Eso es muy hermoso. Pero puedo asegurarte que más allá del Nobel, nuestros médicos tienen a diario el mayor de los premios: la sonrisa y el agradecimiento de cada vida salvada y la alegría devuelta a cada familia. No hay premio mayor.
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