José Ramón Llanos
Es sabido que los presidentes colombianos, con pocas excepciones, han sometido las políticas del país a las orientaciones, imposiciones de los Estados Unidos. Recordemos a Laureano Gómez aceptando enviar a Corea a miembros del ejército nacional a la Guerra de Corea en los años cincuenta. Esos soldados ni sabían dónde quedaba ese país.
El conflicto armado que apenas hemos finalizado recientemente, fue causado por la imposición de los Estados Unidos de su plan Lasso, mediante el cual pretendían evitar que Los Andes se convirtieran en La Sierra Maestra del continente latinoamericano. En aplicación de ese plan fueron bombardeados los campesinos que trabajaban la tierra en Marquetalia. La reacción de defensa de esos campesinos, los llevó a la formación de las FARC-EP. Los hechos posteriores son bastante conocidos.
Todos los presidentes han aceptado sumisamente la política norteamericana sobre el manejo del problema de las drogas; incluso han aceptado que los jueces americanos sean quienes juzguen y condenen a colombianos que cultivan marihuana en Colombia. Los campesinos que se ven obligados a cultivar coca para sobrevivir, se les persigue y se les destruyen sus cultivos y se les envenena con el glifosato que se utiliza en la fumigación. En cambio en Estados Unidos, varios estados legalizaron el cultivo y el consumo de la marihuana.
Ahora para vergüenza de los colombianos, el presidente electo Iván Duque antes de posesionarse, viajó a los Estados Unidos a recibir las imposiciones de ese país en todo lo relacionado con la política antidrogas, las relaciones con Venezuela y otros asuntos que le interesesan al imperialismo americano.
El riesgo mayor de ese viaje es que se reunirá con Mike Pompeo, funcionario responsable de las mentiras con que se justificaron la invasión a Irak. Esta invasión se convirtió en un genocidio que causó la muerte de un millón doscientos mil irakíes. En algunos momentos críticos de las relaciones américo-cubana, Pompeo consideraba que debía bombardearse Cuba. Dado el estado de la situación de Venezuela y sus relaciones con Colombia y la posición de la OEA, es muy posible que las orientaciones de Pompeo y Bolton, se dirigen a escalar el conflicto colombo-venezolano, con el riesgo de provocar una intervención armada de los Estados Unidos.
El movimiento social, los sectores progresistas, deben estar preparados para la movilización contra la aplicación por parte de Duque de las políticas bélicas contra Venezuela y contra la aplicación de la fumigación con glifosato a los cultivos de coca. Debe el pueblo colombiano expresar la vergüenza que sentimos ante la desvergonzada sumisión de Iván Duque ante la imposición de Trump.