Retos del Comité Nacional de Paro: La unidad como imperativo ético

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Organizaciones sociales en el encuentro realizado en la concha acústica de la Universidad Nacional de Bogotá. Foto Héctor Iván Hurtado.

El 25 de marzo habrá un paro cívico nacional, que puede durar más días dependiendo de la capacidad de las organizaciones sociales que participen. Crece el descontento en la población por el genocidio a líderes y lideresas sociales, y por la reforma laboral y pensional que anuncia el Gobierno

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino

Aunque no se lograron superar los escollos e impasses organizativos para la realización del segundo encuentro nacional de organizaciones sociales, sí se llevaron a cabo dos encuentros con el mismo carácter y objetivos, los pasados 30 y 31 de enero.

En Cafam Floresta sesionó el encuentro de las centrales obreras y en la Universidad Nacional, el de organizaciones campesinas, estudiantiles, indígenas, ambientalistas, de mujeres, culturales, cívicas y los comités de paro departamentales; ambos en Bogotá. Cada uno emitió una declaración.

Luego de la realización de los dos encuentros de organizaciones se empezó el acercamiento para que representantes de cada uno de ellos se reunieran a discutir y lograr unificar las declaraciones, los objetivos, una agenda de movilización y superar dificultades.

VOZ habló con dos representantes del Comité de Paro, Diógenes Orjuela, presidente de la CUT, y Carlos García de la Coordinación de Organizaciones Sociales, COS, para conocer sus visiones sobre la agenda de movilización y sus apuestas de reunificación de los procesos.

Algunas diferencias

¿Cuál fue el problema que no permitió la realización del encuentro como estaba planeado?

Diógenes Orjuela.

Para Diógenes Orjuela, se había acordado un orden, una agenda, un número de convocados y plan de trabajo que finalmente no se respetó por la irrupción de personas en el teatro, lo que determinó que no se pudo realizar lo planeado: “Hay compañeros que consideran que todo es asambleario y habíamos acordado que era delegatario y amplio, por eso se subió el cupo de 1.200 a 2.000.”

Y, en palabras de Carlos García: “Hubo debates en cuanto a la participación del encuentro porque nosotros planteamos que hay otra realidad, hay mayor cualificación del movimiento social y en ese orden de ideas hay que avanzar en puntos de encuentro con las opiniones de las centrales obreras, que divergen en el carácter del encuentro. Si bien desde un inicio dijimos que la participación era delegataria, eso no se pudo dar porque hubo muchas solicitudes para participar y en eso tuvimos discusiones con las centrales, pero creemos que hay puntos de encuentro para avanzar en un proceso de articulación y preparación del paro nacional”.

En la reunión realizada en la Universidad Nacional hubo consenso en la necesidad de la unidad con las centrales obreras, con base en el respeto y el reconocimiento mutuo de lo construido en cada proceso.

Por su parte, Orjuela expresa que hay que conversar y resolver las contradicciones buscando acuerdos: “Somos variedad de organizaciones políticas, de organizaciones gremiales, de modelos de discusión, pero con las discusiones tendremos que resolver las contradicciones”.

Entre los puntos en los que coinciden está la ampliación de los comités de paro departamentales y nacional, que permita mejorar las formas de confrontación a las políticas económicas.

La unidad como objetivo

En palabras de Orjuela, hay coincidencias en cuanto a que el campo debe movilizarse más y urge aumentar movilizaciones en los barrios, avanzar en paralizar sectores estratégicos de la producción como el energético y el financiero lo que amerita preparación a fondo, que no se hace por decreto del Comité de Paro. “Hay que ver además que el 16 marzo inician las sesiones del Congreso de la República y necesitamos la acción política de los partidos de oposición para mover estos temas en los debates de control político”.

Otro de los temas en discusión es la movilización permanente que sectores han pedido, ya que desde el 21 de noviembre se ha mantenido un descontento y actitud de movilización en diversos sectores que no hacen parte del Comité de Paro. En ese sentido, la respuesta en ambos procesos es que no se requiere de directrices para realizar manifestaciones de protesta, que debe haber una movilización permanente desde las dinámicas que quieran participar en confrontación a políticas gubernamentales y rechazar el genocidio de líderes y lideresas sociales.

Declaraciones y coincidencias

Carlos García.

En la declaración emitida en el encuentro de la Universidad Nacional los participantes expresan, entre otras cosas: “El Paro se fortalecerá a través de la movilización en campos y ciudades, con mingas, encuentros, asambleas territoriales, con la articulación y unidad de los procesos organizativos y ciudadanías, en municipios y departamentos del país, en los cuales se preparan las condiciones para la realización del Gran Paro Nacional Indefinido. El fortalecimiento de Comité Nacional de Paro -CNP, se dará con la participación directa de todos los sectores sociales y políticos, populares y alternativos, desde las regiones, con delegados y, a través de la hoja de ruta de organización y movilización regional, sectorial, territorial de cara a la realización de una Gran Asamblea Democrática y Popular para finales del segundo semestre del 2020”.

A su vez, el encuentro de las centrales obreras hicieron un llamado profundizar el paro y las movilizaciones: “Es necesario construir en este propósito la más amplia unidad de todos los sectores, difundir las causas de nuestras desgracias, desnudar las mentiras del Gobierno, organizar y fortalecer los Comités de Paro en todos los departamentos, en cada ciudad y municipio, en empresas, en barrios y localidades, en poblados y veredas, en instituciones educativas, en el sector del arte y la cultura, en todos los sectores sociales, en fin, toda Colombia unida para exigir del gobierno de Iván Duque solución a los problemas planteados en el pliego nacional, el cese del asesinato y la persecución a los y las líderes sociales, defensores de derechos humanos y exguerrilleros de las FARC en proceso de reincorporación y pobladores y aclimatar la paz y la sana convivencia que permita la construcción de una nación próspera y soberana que haga realidad el bienestar de los colombianos”.

La agenda

Las fechas que se convertirán en grandes movilizaciones serán el 8 de marzo, el Primero de Mayo y el paro nacional el 25 de marzo en el que se buscará una parálisis de la producción, la industria y el comercio. Sin embargo, otro de los temas en debate es porque se propone que desde el 25 el paro sea indefinido, ya que el movimiento indígena y campesino muestran disposición de mantenerse. En este mismo punto, la Semana Santa se presenta como un obstáculo para mantener el paro.

Al cierre de esta edición, representantes de los procesos continúan en discusiones para lograr la unidad, ya que ambos coinciden en que está más que un reto es una necesidad, ante el paquetazo económico que Duque implementa.