El padre Francisco de Roux es el presidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, CEV. Aceptó con su habitual gentileza explicar en VOZ lo que será su importante labor
Carlos A. Lozano Guillén
@carloslozanogui
–Según entiendo la Comisión de la Verdad inició labores en la tercera semana de noviembre del año pasado, una vez se conoció la designación de todos sus integrantes. ¿Qué pasos iniciales dieron?
–Efectivamente la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, CEV, empezó a trabajar la tercera semana de noviembre de 2017. El 5 de diciembre el presidente Juan Manuel Santos hizo la instalación formal. Los Comisionados somos: Alfredo Molano, Ángela Salazar, Alejandro Valencia, Alejandra Miller, Carlos Beristaín, Marta Ruiz, Carlos Ospina, Lucía González, Saúl Franco, Patricia Tobón y mi persona.
La tarea ha sido de la conformación del ente estatal constitucional autónomo de la CEV, dotarle de los instrumentos y la metodología que le permitan cumplir en todo el país la tarea de clarificación de la verdad, reconocimiento de las víctimas y responsabilidades, y construcción territorial de la convivencia. Esta fase, financiada por la cooperación internacional en un proyecto ONU-PNUD, estará terminada en mayo del 2018, cuando la CEV, con presupuesto nacional, entrará en funcionamiento pleno por un período de tres años.
La CEV ha iniciado la articulación con diversas instancias del Estado: La JEP, y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas. Los ministerios de Justicia y Hacienda y la Dirección Nacional de Administración Pública. La reunión con el Centro Nacional de Memoria Histórica permitió un conocimiento integral y general del conjunto de resultados obtenidos por el Centro, el estado de archivos y trabajos en marcha, los aprendizajes alcanzados y las sugerencias que desde allí se hacen a la CEV.
Con la sociedad, se ha reunido con la Mesa Nacional de Víctimas, la Instancia Especial de Alto Nivel con Pueblos Étnicos, el Presidente de la Andi, con el movimiento de mujeres, diversas organizaciones convocadas por Viva la Ciudadanía, el equipo del Cinep, un grupo de más de 20 comunicadores y periodistas de los más diversos medios convocados por La Paz Querida bajo el auspicio de FESCOL, y con la Red de Programas de Desarrollo y Paz.
Con los militares
–El 15 de diciembre pasado se reunieron con las Fuerzas Militares. ¿Cuáles fueron las principales acuerdos de la reunión?
–Así fue, nos reunimos con el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas, el Estado Mayor de las Fuerzas Militares, en cabeza de su comandante, General Alberto Mejía, y los comandantes del Ejército, la Policía, la Armada y la Fuerza Aérea, así como otros altos mandos. Se produjo un rico intercambio sobre la necesidad de que la verdad se constituya en el pilar de la justicia transicional y cimiento de la paz estable y duradera. Verdad que dignifique a las víctimas, que reconozca el sufrimiento de millones de colombianos, y siente las bases de la no repetición. Una verdad sin venganzas, ni retaliaciones, ni odios; que nos conduzca a la convivencia y a un porvenir de concordia.
Encontramos a unas fuerzas armadas comprometidas con la construcción de la paz, que han actuado y están dispuestas a continuar actuando en el apoyo a la implementación de los acuerdos de La Habana. Así mismo, una seria disposición a contribuir con el esclarecimiento de la verdad; para lo cual se creó una instancia que trabajará con la CEV para acceder a información y archivos. La Comisión, por su parte, planteó su compromiso de actuar con rigor objetivo, reconociendo el sufrimiento de las víctimas de todos los lados del conflicto, escuchando a todas las voces y buscando cerrar las heridas que ha dejado una confrontación de tantos años entre colombianos.
–¿Tienen prevista una reunión similar con el partido FARC?
–Así es. Hablando con Pastor Alape esperamos que la reunión pueda hacerse esta semana.
Los derechos de las víctimas
–¿Cómo se recogerán las conclusiones a las que lleguen sus integrantes y para qué serán útiles en materia de la paz?
–Estamos analizando diversas alternativas y conformando la metodología para cumplir los tres objetivos que se consideraron fundamentales en La Habana: Contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido; reconocimiento de las víctimas en sus derechos vulnerados y como sujetos políticos importantes para la transformación del país, y reconocimiento voluntario de responsabilidades individuales y colectivas; y promoción en los territorios de la convivencia.
El mandato pide que la CEV esclarezca patrones de graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario de carácter masivo. Las responsabilidades colectivas del Estado, los paramilitares, las FARC-EP y de cualquier otro grupo. El impacto humano y social del conflicto, particularmente en las mujeres, los niños, los grupos étnicos y la población Lgbti. El impacto del conflicto en el ejercicio de la política. El impacto sobre los mismos combatientes y sus familias. Los factores y condiciones que contribuyeron al origen y perpetuación del conflicto. El paramilitarismo. La relación con el narcotráfico y los cultivos de uso ilícito. El desplazamiento. Y finalmente las luchas y procesos positivos por la paz y la resiliencia de miles de colombianos durante el conflicto.
Bien recibidos
–¿Qué relación tiene la Comisión con la JEP, y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, con las que conforma el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (Sivjrnr)?
–La relación es estrecha porque los negociadores de La Habana quisieron que el conjunto de las tres entidades dieran el sentido de la Justicia Transicional para Colombia. Y es al mismo tiempo una relación de total autonomía. La justicia está en manos de los tribunales de la JEP que dictan sentencia. La CEV no juzga, ni condena, ni amnistía. La CEV busca y recibe a las víctimas y accede a todos los archivos y al acumulado de información que existe en el país. La CEV pasará a la JEP una constancia de todo responsable que se presente ante la Comisión a presentar testimonio o reconocimiento, pero no entregará el contenido de ese relato, que la CEV utilizará en la clarificación de la verdad.
–¿Cómo fueron recibidos su nombramiento y del resto de los comisionados?
–El nombramiento mío como presidente de la CEV fue en general bien recibido y apoyado por los distintos sectores de la opinión social y política. Con excepción de un grupo muy agresivo, que actúa sistemáticamente, y que es parte de la polarización extrema y que monta pos verdades y mentiras en las que me tratan de criminal y terrorista. Hubo críticas de opinión sobre dos miembros, por ser personas que años atrás participaron desde lados opuestos en el conflicto. Lo cual entre otras les dota de una experiencia muy valiosa en su dedicación a la paz. Lo que tengo que decir después de 7 semanas de trabajar juntos es que tenemos un equipo de comisionados de gran calidad humana, de seria sensibilidad al dolor de las víctimas y totalmente jugado por la paz del país. Independiente de opciones partidistas y de compromisos con grupos de poder. Es además muy bien balanceado en género. Tiene la presencia cultural de una mujer indígena y otra afro, ambas muy conocedoras de sus mundos. Y dos compañeros que han participado en varias comisiones de la verdad en otros países.
Quisiera concluir resaltando que si bien la CEV debe presentar a los tres años un documento sobre la clarificación de la verdad y las responsabilidades, con unas recomendaciones para el Estado y las diversas instancias políticas y sociales, ese documento no es a mi juicio lo más importante. Lo que realmente es importante es el proceso hacia la verdad que tanto hemos temido y en el que tenemos que meternos todos para poder construir de manera irreversible la paz después de terminado el conflicto armado, una paz sin exclusiones, sin desconfianzas letales, sin mentiras, sin corrupción, fortalecida por la memoria de todos los que dieron la vida soñando con que un día sería posible una nación justa que honrara por igual la dignidad de todos los ciudadanos. No es la verdad de la Comisión, es la verdad y la dignidad de los colombianos y colombianas. Ojalá que en la CEV tengamos la grandeza necesaria para contribuir a este proceso.