Como lo explicó bien Álvaro Uribe la visita de él y Andrés Pastrana al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue por “invitación de terceros” y no en fiorma directa de la Casa Blanca. El gestor fue ni más ni menos el extremo derechista republicano Marco Rubio, un funesto personaje, hijo de inmigrantes, al servicio de causas siniestras y reaccionarias. La reunión se hizo en la residencia de Trump, después de los ataques criminales ordenados por él a Siria y Afganistán.
Así, entonces, la visita no obedeció a una gentil invitación del mandatario gringo, lo cual no sería tampoco mucho orgullo, sino a la intervención de terceros y en este caso de Marco Rubio, lo cual tampoco es de mostrar. Pastrana sugirió en un lacónico tuiter que había sido invitación de Trump, mentira que destapó su socio de empresa el senador Uribe Vélez que no es leal ni con sus amigos.
Lo que sí es cierto es que es una canallada, que dos expresidentes colombianos se reunan con el mandatario de la principal potencia mundial, que está agenciando intervenciones bélicas en otros países, para solicitarle intervenir más en Venezuela contra el gobierno bolivariano y hacerlo en Colombia para ponerle fin al proceso de paz. Es un acto de traición a la patria.
Andrés Pastrana está carcomido por el resentimiento debido al fracaso del Caguán. El proceso de paz en su gobierno fracasó por su incapacidad de unir al establecimiento y a los militares para adelantar la paz, se quedó solo y ahora quiere que el país pague las consecuencais de su descalabro. Entre otras cosas, en el Caguán las FARC recibieron mucho más de lo que les concedió Santos en los diálogos de La Habana.
Lo de Uribé Vélez es su venganza con las FARC porque las acusa de haber asesinado a su padre. Él sabe, pero no lo quiere reconocer, que fueron los narcotraficantes en un ajuste de cuentas. Lo aseguran los propios narcotraficantes y los paramilitares. Las FARC lo investigaron y así lo dicen por el resultado de sus pesquisas.
Con toda razón dijo el presidente Nicolás Maduro que estos ex presidentes son unos vagos sin oficio. Se dedican a canalladas contra el país y América Latina.