La “Voz de la diversidad” reúne una serie de artículos escritos con motivo del orgullo LGTBI, un mes de actividades en el que las personas de los sectores LGTBI de las diversidades de géneros y cuerpos celebran, conmemoran y denuncian con relación a sus derechos y las vulneraciones ayuda a las que son permanentemente expuestas. El primer artículo, que aparece este 14 se denomina “Les otres, documental que narra la historia LGTBI colombiana”, luego vendrán algunos otros escritos que nos contarán la historia, el momento actual y la prospectiva de la lucha político sexual colombiana, enmarcada en las historias y luchas mundiales.
Manuel Antonio Velandia Mora
En 54 minutos, las voces de quienes han construido la historia LGTBI colombiana narran lo que ha sucedido desde los inicios hasta el momento actual, sin dejar de reconocer las amenazas fundamentalistas y anti-derechos que quisieran echar para atrás lo que hasta ahora se ha alcanzado. Las entrevistas a Manuel Antonio Velandia Mora, Claudia Zuleta (hermana de León), Marcela Sánchez, Germán Humberto Rincón P., Fernando Alviar, Guillermo Correa, Daniela Maldonado, Kaperuza Orozco, Martha Álvarez, Daniela Maldonado, Paola Zuluaga, entre otroæs, son el sustrato, el hilo conductor con el que Miriam Cotes construye el guion y hace la dirección general del documental LES OTRES, una coproducción de Señal Colombia y Quinto Color con dirección general de Luisa Orozco que se estrena este lunes, a las 9 pm por Señal Colombia.
Por primera vez y en un mismo documento audiovisual se conocerá la historia de cómo los derechos de las personas de los sectores sociales LGTBI y de las diversidades de cuerpos llegaron a ser lo que hoy están siendo. A las voces de loæs protagonistas se suman las de otras personas. Gracias al trabajo de aquelloæs hoy se pueden disfrutar casi plenamente los derechos al cuerpo, genero, orientación sexual, expresiones comportamentales sexuales e incluso a la salud.
Por supuesto la historia está marcada por amenazas de sectores conservadores interesados en imponer a sangre y fuego su visión retrógrada, son grupos fundamentalistas y anti-derechos que quisieran que se retrocediera al silencio y al castigo. Este es el camino para mostrar que obstáculos en que vencer y aquello que es necesario fortalecer.
Nos dice Miriam Cortes que la estructura narrativa del documental “se desarrolla en tres actos que corresponden a la historia del movimiento LGBT+ en Colombia. En cada uno de ellos se tejen tres elementos: los testimonios de sus principales actores, el material de archivo y fragmentos de vida de personas que desde su cotidianidad nos muestran lo alcanzado sin dejar de cuestionar lo que aún falta y las amenazas que se ciernen sobre ellos. El documental se mueve entre el pasado y el presente”.
El Acto 1. Nos narra ese momento en que éramos invisibles, criminales, objeto de burlas… El Acto número 2, tiene que ver con el proceso del “coming out”, ese “salir hacia fuera” es una experiencia que se inició en la academia tanto en Medellín como en Bogotá, a la que se sumaron artistas e intelectuales. Es también el momento de la expansión de la pandemia del sida, el tiempo en el que se avanza hacia la construcción de políticas públicas para las personas de estos sectores y en el que las mujeres lesbianas toman un papel mucho más protagónico. El 3er Acto, se centra en lo que hay y en lo que sigue. Cambios sustanciales han ocurrido no solo sobre la norma sino también en la práctica, políticos importantes que hacen explícita su orientación sexual asumen cargos relevantes, personas trans dirigen organizaciones y asumen cargos públicos, a la par que hay aceptación de las parejas del mismo sexo también se les vulnera, no cesan los asesinatos a las personas trans.
En palabras de la guionista, la narración destaca el tesón y la perseverancia de los personajes que durante décadas han luchado por conformar y consolidar el movimiento social LGBT+, por la defensa de sus derechos y por su inclusión en la vida social, cultural y política del país, mostrando cómo la resiliencia ha sido un factor clave en lo que puede considerase el triunfo de una minoría. Así mismo, se incluyen las voces de personas del común que hoy disfrutan de lo logrado por el movimiento, gracias a lo cual han podido desarrollar su proyecto de vida. Paralelamente, mediante imágenes de archivo (recortes de prensa, panfletos, propaganda, segmentos de noticieros, entre otros), se incluyen las posturas de sectores que se oponen al desarrollo y consolidación del movimiento y los derechos tan duramente ganados por las personas de los sectores LGTBI y de las diversidades de cuerpos.
Por supuesto en el documental también aparecen el plus, el “+” que se suma a lo LGTBI+. Aparecen así las lecturas Queer, los géneros unidos, otras orientaciones sexuales, diversas maneras de vivir el cuerpo… Evidenciando así la necesidad de las voces e historias de una serie de personajes secundarios: María Vélez: psicóloga, mujer lesbiana de la Costa Atlántica; La Chiki: activista queer bogotana; John Andrés Salazar: emprendedor de la moda, hombre gay del Eje Cafetero.
El documental no es una cronología de eventos históricos, se estructura como un diálogo vivo (casi un espejo conceptual y visual) que discurre entre los derechos luchados en el pasado y las libertades ganadas ahora: la historia se convierte en un viaje continuo entre el pasado y el presente, evidenciando que las batallas que libraron nuestros protagonistas en el pasado son el cimiento de las libertades del presente. Así, procesos como la invisibilidad y ocultamiento social que sufrieron a comienzo del siglo XX se contrastan a nivel visual y narrativo con la posibilidad que tienen en el siglo XXI de salir y expresarse públicamente a través de las marchas, medios de comunicación y formas artísticas e identitarias resignificadas.
La investigación para este documental contó con la asesoría temática y conceptual de Colombia Diversa, una de las primeras organizaciones por la lucha por los derechos de las personas LGBT+ en el país, y de Manuel Velandia, activista colombiano exiliado en España por doce años y que en 2019 regresó al país. Para la investigación se recurrió a tres fuentes principales: documentos, entrevistas y archivo.