Listo el paro cívico

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Sesionó cabildo abierto en Barrancabermeja. Esta ciudad santandereana decidió ir a una gran movilización social para exigir del presidente Juan Manuel Santos, el cumplimiento de su palabra en cuanto a la modernización de la Refinería

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino      

Por citación del Concejo Municipal de Barrancabermeja, Santander, el pasado 24 de octubre se realizó un cabildo abierto en el que participaron diferentes organizaciones sociales de la ciudad y la región. Sindicatos como la Unión Sindical Obrera, USO; organizaciones comunitarias, políticas, campesinas, de derechos humanos, juntas de acción comunal y ciudadanos del común; luego de escuchar 35 ponencias de algunos líderes, sobre la problemática social producto de los incumplimientos gubernamentales, decidieron ir a paro cívico.

La ciudad, los habitantes y el comercio se habían preparado para recibir una Refinería moderna. Según la USO, se invirtieron 300 mil millones de pesos y se hicieron grandes esfuerzos en certificación internacional de la mano de obra.

VOZ habló con David Rabelo, del comité cívico organizador del paro, para conocer las causas de la decisión.

–¿Qué motiva a una ciudad como Barranca a que las organizaciones sociales, junto con entes de la administración de la ciudad se pongan de acuerdo para hacer un paro cívico?

–En campaña reeleccionista el presidente Juan Manuel Santos y su vicepresidente, Germán Vargas, asumieron el compromiso de invertirle a Ecopetrol recursos por el orden de cinco mil millones de dólares, para la modernización de la Refinería de Barrancabermeja. Lo hicieron porque es una refinería obsoleta, porque su capacidad de refinación es de 250 mil barriles diarios, de crudos livianos. Y con el estudio que hizo la empresa hace cinco años le creó expectativas a la ciudad, pero no las cumplieron.

–¿Y qué hicieron los ciudadanos con esas expectativas de las que usted habla?

–Muchos comerciantes y tra­­­baja­dores se cualificaron a través del SENA para estar listos para lo que venía. Se invirtió hasta en infraestructura, pero luego el presidente de Ecopetrol y el de la República manifestaron que esa inversión ya no se iba a hacer. Barranca se frustró y ahora hay gente que está aguantando hambre.

Más problemas

–¿Qué otras acciones se hicieron antes de tomar la decisión del paro?

–Se hizo una marcha el 17 de mayo pasado con la participación de cerca de 40 mil personas, y el cabildo del 24 de octubre. En el cabildo se trataron varios temas como el de Fertilizantes Colombianos, empresa que produce abonos nitrogenados y hace ocho meses no le paga a sus trabajadores, afectando la economía de la comunidad.

Entonces, se determinó realizar un paro cívico en Barrancabermeja en la perspectiva de que Ecopetrol cumpla. En el cabildo estuvieron las directivas de la empresa pero no dijeron nada. Se nombró una comisión que se reunirá con ellos y dependiendo de lo que salga de ahí, se fijará la hora cero para el inicio del paro. Así como se han levantado otras poblaciones en el país, buscamos que el pueblo de Barrancabermeja y la región sean escuchados; que la empresa y el Gobierno cumplan con su palabra.

–¿Qué otros problemas aquejan a esta ciudad?

–Se han generado otros problemas como el alto número de jóvenes que se suicidan. Se sabe que ha habido graves accidentes en la Refinería y si no se da el manejo adecuado puede poner en riesgo a los habitantes. También hay una alta contaminación ambiental. Esta ciudad lleva 100 años produciendo riqueza para el país y nos hemos quedado con el problema social, ambiental, y por eso la gente se manifiesta. Está lo de la renta petrolera, que es la diferencia entre el precio internacional del crudo y los costos de extracción, que en muchos casos se queda en manos de privados. Y, el Gobierno nacional convierte esa renta en una bolsa común que va al poder central y se ha prestado para los focos de corrupción, y a los municipios productores no les dejan mayor cosa. Por eso también se pide que haya inversión social.

Aspecto del cabildo abierto de Barrancabermeja.