El lobo y la máscara

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Renata Cabrales
@RENATARELATA 

Colombia, el segundo país más feliz del mundo, según la 41 Encuesta Anual Global publicada por Gallup International, es un país que usa mecanismos de defensa para negar la realidad.

Olga Albornoz, psiquiatra infantil, en una entrevista realizada por la Revista Semana, reflexiona sobre los casos de violadores de niños que estremecen al país. ¿Qué nos pasa? Se pregunta, y advierte:
«Es difícil reconocer como sociedad un acto tan terrible que va contra la propia especie».
La mujer se cuestiona si ¿Somos una sociedad monstruosa? o ¿Somos una sociedad enferma? Pero responde que no, que  simplemente «somos una sociedad tan maltratada y llena de situaciones adversas, en la que las mayorías buscamos mecanismos para sobrevivir. Uno de ellos es recurrir a la negación, a preferir no oír ni hablar sobre el tema, lo cual es un mecanismo de defensa».
Según la según la destacada psiquiatra, es imposible ser feliz a pesar de la violencia, la corrupción y la injusticia.

 

Ese mecanismo de defensa lo demostramos a diario con el uso de diversas máscaras que nos impiden ver la realidad, y asimismo, actuar para cambiarla, pues solo vemos lo que nos hace supuestamente felices, como los reinados de belleza, partidos de futbol y programas de cuenta chistes(misóginos, racistas y homofóbicos)  como Sábados felices, que no en vano lleva 45 años al aire.

 

Pero a la hora de ver la realidad, ¿dónde están quienes promueven marchas en contra de la ideología de género, argumentando que no permitirán que nuestros niños y niñas  se conviertan en homosexuales?, ¿es menos grave para ellos que sean abusados y asesinados por psicópatas, a que reciban una educación sexual completa, que podría incluso evitar que estos sean engañados y atrapados por este tipo de individuos, como el “Lobo feroz”, barranquillero detenido en Venezuela y que, presuntamente, ha violado al menos 500 niños y niñas y adolescentes, y no solo eso, sino que además, los grababa mientras los sometía y enviaba videos a diferentes pederastas.

 

Sánchez había sido capturado en 2008 bajo sospecha de haber violado a un menor de 14 años, pero fue liberado ese mismo año. No nos enteramos, y debido a esta indiferencia, el criminal estuvo libre para seguir cometiendo sus actos de terror.

La máscara nos impide ver al “Lobo feroz”: realidad que evitamos a diario, porque miramos hacia otro lado, y por eso, la mayoría en Colombia,  se preocupa más por Venezuela, claro ejemplo es el caso de Oscar Pérez, supuestamente ejecutado por el Gobierno  a quien muestran cómo “héroe de la patria”, pero que en realidad había realizado una serie de actos terroristas contra la población.

En cambio, esa mayoría no ve que en nuestro país sí hay héroes de la patria: líderes y lideresas sociales, que están siendo asesinados a diario por grupos paramilitares y que el Estado, para lavarse las manos, argumenta que todo se reduce a “líos de falda”.