El estado no pudo reemplazar en los territorios la autoridad de las FARC-EP. Y el Gobierno no cumple los acuerdos con las comunidades
Redacción política
En entrevista para el programa Paz Por Lozano, emitido por el canal Telesur, estuvo el investigador social y exconsejero de paz en la gobernación del departamento de Nariño, Zabier Hernández. La implementación sobre los territorios y los conflictos sociales, que se vive en la Colombia profunda, fueron algunos de los temas abordados.
A propósito de lo sucedido en Tumaco, donde se perpetró la masacre de Estado de ocho campesinos en medio de una protesta en contra de la política de erradicación forzosa de cultivos ilícitos, Zabier Hernández analizó las razones de fondo que condujeron al mortal hecho. “Lo de Tumaco responde a tres factores: el primero una pobreza estructural, allí no hay carreteras, no hay servicio de salud ni de educación. El segundo es la ausencia total del Estado, la única presencia institucional en Tumaco es la presencia militar que llega esporádicamente cuando desde Bogotá se ordena la profundización de las políticas antidrogas, y por último, la falta de autoridad. Después de la dejación de armas de las FARC-EP, los territorios quedaron a la deriva y jamás el Estado pudo suplir la autoridad que ejercía la guerrilla. Es así de simple, la comunidad y las FARC fueron los pioneros de la infraestructura en esos territorios y sin presencia guerrillera esos territorios están hoy en el absoluto abandono”.
Lo que sucedió
El exconsejero de paz de Nariño, fue testigo presencial del ataque a la Comisión Verificadora compuesta por organismos internacionales y organizaciones sociales que buscaba el cuerpo de un labriego que se encuentra desaparecido, producto de los sucesos en el corregimiento de Tandil, Tumaco: “No es cierto que la Comisión quisiera ingresar a la base policial y tampoco es cierto que la Organización de Estados Americanos y la Organización de las Naciones Unidas, no hubieran avisado su presencia. No es cierta la supuesta violación de la seguridad. De hecho, para llegar a donde se iba a constatar la presencia del supuesto cadáver con la propia Policía. ¿Por qué nos dispararon? dicen los campesinos que allí en ese sitio hay seis muertos más y los muertos hablan después de los estudios forenses que le deben dar más luces a quienes deben investigar lo que sucedió”.
En cuanto a las políticas de implementación de los acuerdos de paz en los territorios, Hernández hizo un fuerte llamado a que se les cumpla a los campesinos. “Los acuerdos generaron una expectativa en los territorios abandonados. Por ejemplo; la expectativa de sustitución de cultivos ilícitos, y se firmaron en febrero de este año 23 acuerdos entre la comunidad y el gobierno para cumplir los programas de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos. Pero lo que sucede desde aquella época hasta hoy, es que no se cumplen los acuerdos, y suceden las situaciones que pasaron en Tumaco. Es una política contradictoria desde el Gobierno nacional que profundiza la desconfianza del Estado entre los pobladores. Es cierto el aumento de las hectáreas de cultivos de hoja de coca, en Tumaco hay casi 45 mil hectáreas, de esas en Tandil hay 17 mil. La política antidrogas fracasó por ser de represión y fuerza contra los cultivadores en los últimos 10 años”, señaló Zabier Hernández.
Implementación territorial
En cuanto a la implementación de los acuerdos de paz en los territorios dice Zabier Hernández que el proceso va lento por cuanto el Gobierno nacional aun no entiende que entre más rápido implemente la paz el país va mejorar. Pero que, para eso, el Gobierno debe primero implementar políticas sociales que ayuden a la aclimatación y al éxito de la paz.
Transformaciones
“De qué forma el estado va implementar los acuerdos sino llega allí con lo mínimo. El gobierno debería en Tumaco iniciar un plan de desarrollo que vaya desde terminar la carretera que ya iniciaron las FARC y puestos de salud, colegios y desarrollo social integral para todos los habitantes de allí. En Tumaco no solo se puede vivir de cultivos, es una tierra maravillosa para la producción de alimentos, pero el transporte es imposible porque no hay infraestructura”, señala el también consejero de paz de Pasto.
Lo que sugiere el analista en conflictos regionales es que el modelo económico si influye en el éxito de la implementación de los acuerdos de paz en el territorio y mientras el ejecutivo no modere ese principio va hacer muy difícil que los territorios y las comunidades gocen de los beneficios del acuerdo: “Los acuerdos de La Habana son una cuota inicial para trasformar el país. Sin embargo, las salvedades del acuerdo son fundamentales para avanzar más rápido en esas transformaciones. Pero lo que si queda claro es que el modelo económico que defendió el gobierno en la mesa es el mismos que produce hoy cientos de protestas sociales en los territorios debido al abandono estatal”.
ante la pregunta del periodista, Carlos Lozano, sobre los roles claves para que llegue la paz a los territorios, dijo Zabier Hernández: “Es clave el papel de las organizaciones defensores de la paz y sobre todo las organizaciones campesinas que son capaces de sentar al Gobierno nacional para avanzar en los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial, y la ciudadanía que acompañe el desarrollo de los acuerdos, es que a todos los colombianos nos trae beneficios los acuerdos de paz. Hoy en el Congreso de la República se dan pasos importantes, lentos pero importantes. Sin embargo, estoy convencido que la movilización por la paz es el mayor aporte al blindaje de los acuerdos”.
Unidad y movilización
Apropósito de la movilización social por la paz, a Tumaco se realizó una caravana humanitaria de acompañamiento a las comunidades que allí resisten los operativos militares que la fuerza pública ha emprendido en contra de los campesinos, indígenas y afros, que viven allí en medio de la pobreza. De hecho, el gobernador de Nariño, Camilo Romero, dijo en plaza pública que el Gobierno nacional debería atender primero las necesidades de los campesinos en Tumaco y no las políticas de gobiernos extranjeros, refiriéndose a la doctrina militar impuesta por los estados unidos y traducida en política antidrogas.
Por último, Zabier Hernandez señaló que una estrategia para sacar adelante la implementación es el empuje político que le pueden dar las fuerzas que están aliadas por la paz: Con la movilización vamos a redireccionar el proceso. Eso tiene que ver con la construcción de una alianza para la paz que logre una bancada en el congreso, diputados de paz concejales y alcaldes por la paz.
“Con la movilización vamos a redireccionar el proceso. Eso tiene que ver con la construcción de una alianza para la paz que logre una bancada en el congreso, diputados de paz concejales y alcaldes por la paz. El país debe ponerle mucha atención a Nariño. El proceso Minga por Nariño es un fuerte movimiento que reúne las fuerzas sociales y políticas amigos de la paz y las transformaciones del departamento de Nariño y seguro es un gran ejemplo para que se replique a nivel nacional. Unidad por la paz”.