Maduro despliega misiles en la frontera

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Batería antimisiles del ejército venezolano.

Cada día se alzan en Colombia nuevas voces que reclaman del presidente Duque una rectificación en el estilo de manejo de su política hacia Venezuela, que por cierto, lo aísla más en el concierto latinoamericano y mundial

Ricardo Arenales

Para responder a lo que calificó como la intención del presidente Iván Duque de armar un ‘falso positivo’, que se llevaría a cabo este mes de septiembre, y operaría como pretexto para intervenir en territorio venezolano y acudir después a las Naciones Unidas para armar un  show político, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, anunció el pasado 3 de septiembre que a partir del 10 de este mes, ponía en estado de alerta naranja a sus tropas de aire, mar y tierra, y dispuso la realización de ejercicios militares en la frontera con Colombia, que se prolongarán hasta el día 28.

Un día después, Maduro dispuso además el despliegue de misiles de alta sofisticación, clasificados entre los mejores del mundo en su género, y que hacen parte del sistema nacional de defensa antimisiles de Venezuela, para complementar los ejercicios en la frontera, porque, en su opinión, existe una grave amenaza de intervención foránea, desde bases de entrenamiento en territorio colombiano, con asesoría de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, CIA.

Las autoridades colombianos desestimaron las acusaciones de Maduro, y el presidente Duque ridiculizó a su homólogo, diciendo que en vez de desplegar misiles le diera comida a su pueblo. Sin embargo, hay todo un dossier de pruebas de que ciertamente, desde territorio colombiano se conspira contra el gobierno vecino y a pesar del fracaso de distintas intentonas anteriores, aún se persiste en la idea de “un cambio de régimen”, que desdibuja los esfuerzos de la comunidad internacional por alentar un diálogo civilizado en Caracas, y el empeño de un representativo sector de la oposición por mantener una mesa de diálogo.

Bases de operaciones

Maduro puntualizó que el gobierno de Duque “no solo ha metido a Colombia en una guerra que recrudece, sino que ahora pretende un falso positivo para agredir a Venezuela y empezar un conflicto militar en nuestro país”. La declaración se produce en momentos en que crecen las tensiones entre ambos gobiernos. Menos de una semana antes, Duque había dicho que la nueva guerrilla de las FARC-EP, liderada por Iván Márquez, está en territorio venezolano y amenazó con denunciar a Maduro ante las Naciones Unidas.

Después de los anuncios en Caracas, el ministro de Comunicaciones de ese país, Jorge Rodríguez, dijo que su gobierno tiene pruebas de la existencia de operaciones terroristas de gran magnitud planeadas desde Colombia. La base de operaciones para ello son campamentos situados en Maicao, Riohacha y la Sierra Nevada de Santa Marta.

Varios atentados fallidos contra Maduro o contra la infraestructura económica del país, fueron planeados desde Colombia, dijo el ministro. Por ejemplo, en el atentado con drones contra Maduro, en agosto de 2018, participaron individuos que cruzaron la frontera y transportaron material bélico, con la anuencia de funcionarios de Migración Colombia. El autor material del atentado, es un funcionario colombiano conocido como Rayder Ruso, alias “Pico”.

Operación de bandera falsa

El desmoronamiento del gobierno bolivariano de Venezuela, ha sido un propósito que trasnocha al presidente Iván Duque. En alguna ocasión llegó a confesar que este cometido es un “asunto personal”. Y ciertamente, los planes conspirativos contra Venezuela, desde territorio colombiano, no son de ahora.

Hoy se cuenta con más información y claridad para asegurar que el famoso festival musical en la frontera, ‘Venezuela Aid Live’, financiado generosamente en buena parte por Gloria Estefan y su marido y coordinado por la CIA norteamericana, se concibió como una operación de bandera falsa, para crear un distractor e introducir una fuerza de combate con planes concretos de sabotaje a Venezuela, con la mampara de la ayuda humanitaria.

Y si quedan dudas de la animadversión del gobierno Duque hacia Venezuela y de la injerencia norteamericana, recordemos que el 28 de agosto pasado, el secretario de Estado Mike Pompeo, anunció la creación de la Unidad para Asuntos Venezolanos, adjunta a la embajada norteamericana en Bogotá, con el fin de reposicionar al alicaído “presidente encargado” Juan Guaidó y ser oficina de enlace para los planes subversivos de la oposición venezolana.

Plataforma para un golpe made in USA

La Unidad estará dirigida por James Story, ex encargado de negocios en la embajada norteamericana en Caracas, expulsado de ese país bajo acusaciones de intervenir en los asuntos internos venezolanos. La Unidad es una figura que no existe en la diplomacia internacional. No se asemeja a lo que se llamó ‘oficina de negocios’, que existió por largo tiempo en Cuba. Tampoco está subordinada al Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos. Pero sí a los aparatos de inteligencia de ese país.

De esta manera, Colombia se presta como principal plataforma de elaboración de un golpe de Estado made in USA, contra el gobierno legítimo de Venezuela. Por otro lado, desde el momento en que Maduro rompió relaciones con Estados Unidos, en Bogotá se incrementó la actividad de agentes de inteligencia norteamericanos, involucrados en distintos planes desestabilizadores contra la Revolución Bolivariana.

Han intentado reclutar a funcionarios diplomáticos del vecino país en Bogotá, Panamá y en las Naciones Unidas, en la idea de alcanzar un “cambio de régimen” en Caracas. La CIA ofrece hasta 150 mil dólares a diplomáticos que se comprometan en planes de descrédito contra Maduro, y se sabe que en Bogotá, reclutaron al agregado de prensa de la embajada, Luis Espinoza.

Duque se aísla

Cada día se alzan en Colombia nuevas voces que reclaman del presidente Duque una rectificación en el estilo de manejo de su política hacia Venezuela, que por cierto, lo aísla más en el concierto latinoamericano y mundial. Una de esas voces, ha sido la de Gloria Gaitán, hija del inmolado líder liberal abatido en 1948: “Si el gobierno colombiano decide arremeter contra Venezuela, iniciando una guerra entre hermanos, lo hará contra los intereses humanistas de los colombianos y los venezolanos”, dijo la hija del prócer liberal en carta al presidente Maduro.

La diplomacia rusa puso el dedo en la llaga, al señalar que su gobierno repudia el intento de la oposición venezolana de formar un gobierno paralelo, en respuesta al anuncio de la creación de una Oficina de Asuntos de Venezuela en Bogotá, la cual consideran como ilegítima, y muestra que “la Casa Blanca no está dispuesta a permitir que los propios venezolanos consensúen una solución política”. Así lo expresó María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia.