Marx se pregunta cuál debe ser su punto de partida y lo intenta con el dinero, el trabajo y la propiedad rural. En todas ellas se da cuenta que si bien tienen una existencia histórica previa a la sociedad burguesa, no son las categorías más simples sobre las que se puede iniciar la exposición
Miguel C. Espinosa Ardila
La pregunta que nos guiará es: ¿existen diferencias metódicas entre Marx y Engels? La respuesta que daremos a esta sencilla pregunta es afirmativa, y son profundas. Lo sustentaré con cuatro textos que permiten dilucidarla: la Introducción (Einleitung) y El Capital, del primero; el artículo Karl Marx. Contribución a la crítica de la economía política, del segundo, y su famoso Anti-Dühring. Dejo por sentado que mi interés no es restar importancia al aporte engelsiano, pero sí desmitificar una identidad metódica que tiene repercusiones en el proyecto de la crítica de la economía política.
En la Einleitung de 1857, Marx distingue lo concreto en la realidad, lo concreto mismo, y lo concreto espiritual, es decir, su reproducción en el pensamiento. La distancia con Hegel es evidente, pues, si bien el colosal pensador distingue estos dos niveles, Marx se acerca irremediablemente a Inmanuel Kant para afirmar que lo concreto espiritual que se reproduce en el pensamiento no es de ninguna manera “el proceso de formación de lo concreto mismo”1.
Sin embargo, revalora a Hegel en un punto determinante: al interrogarse sobre la existencia de categorías simples, en la historia, antes de las concretas, le concede razón al concebir en su Filosofía del Derecho la existencia de la posesión antes que la familia. Es indudable que no podría existir la posesión sin la familia, pero en la sociedad burguesa la categoría más simple es la primera. En este sentido, lo que Marx está debatiendo, y lo acerca a Hegel, son las respuestas a estas preguntas: ¿cuál es el orden de las categorías en la exposición crítica? ¿Se identifican en el orden expositivo esas categorías con las históricas?
Categorías económicas
Marx está ensayando cuál debe ser su punto de partida, e intenta con el dinero, el trabajo y la propiedad rural, y en todas ellas se da cuenta que, si bien tienen una existencia histórica previa a la sociedad burguesa, no son las categorías más simples sobre las que se puede iniciar la exposición. Por ello afirma tajantemente: “En consecuencia, sería impracticable y falso que las categorías económicas se sucedan en el orden en que históricamente fueron determinantes.
Más bien, su orden está determinado por las relaciones que tienen entre sí en la moderna sociedad burguesa, que es precisamente lo contrario al que parece ser su orden natural o el que corresponde a la progresión del desarrollo histórico”2. Por ende, expositivamente hablando, el orden de las categorías de lo simple a lo complejo no puede corresponder con su aparición histórica. Por ejemplo: las categorías dinero, trabajo y renta de la tierra tienen su existencia histórica antes que la sociedad burguesa, pero no quiere decir que pueda existir dinero, trabajo y renta de la tierra sin valor, y el valor sólo aparece, intensiva y extensivamente, en esa sociedad.
El método de Marx está determinado por su propio objeto de estudio. Mejor aún, su objeto de estudio en su exposición es un sujeto, la sociedad burguesa, y tiene un orden categorial crítico en su proyecto que jamás coincide con las categorías históricas. Esto lo reafirma en El Capital, donde distingue el modo de investigación y de exposición, y agrega: “La investigación tiene que apropiarse de la materia en detalle, analizar sus diferentes formas de desarrollo y detectar sus vínculos internos.
Desarrollo histórico-literario
Sólo después de realizar este trabajo se podrá representar el movimiento real”3. Marx sigue un método que se apropia históricamente del material en su detalle, y sólo después es posible exponer críticamente las categorías en un orden de sucesión que está determinado por el objeto/sujeto.
¿Qué sucede con Engels? Cuando Marx publica la Contribución a la crítica de la economía política, su teórico amigo realizó un artículo donde comenta la obra. Allí, la crítica de la economía política podía abordarse de dos modos: desde el punto de vista lógico o histórico. Y adiciona: “Puesto que, en la historia como en su reflejo literario, el desarrollo continúa, a grandes rasgos, también desde las relaciones más simples hasta las más complejas, así también proporcionó el desarrollo histórico-literario de la economía política una guía natural que podía unirse a la crítica, y a grandes rasgos, mostraría a las categorías económicas en el mismo orden como en el desarrollo lógico”4.
No sólo resulta problemático que la historia tenga un reflejo literario, sino que las categorías en la historia tuvieran un orden coincidente con el lógico. Sentencia su postura metódica sobre el orden de sucesión así: “Pero éste [el lógico], de hecho, no es otro que el histórico, solo desprovisto de las formas históricas y de las molestas contingencias”5. Es fácil percibir que no existe una identidad metódica entre ellos.
Método de exposición
Existe un común acuerdo entre estos dos en su crítica a Hegel, pues, lo concreto espiritual no puede formar lo concreto mismo, pero existe una cruda diferencia respecto al orden categorial. En este punto, Hegel estaría por encima de Engels al considerar un orden categorial en un orden determinado por su objeto/sujeto, como ya se advirtió.
En el Anti-Dühring¸ Engels concibe la dialéctica como “la ciencia de las leyes generales movimiento y las leyes de desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento”6. Lo que para Marx era un método de exposición de su proyecto crítico de las categorías de la economía política, que dependía de su propio objeto-de-investigación/sujeto-expositivo, en Engels se convirtió en un método preconcebido para todos los niveles de la realidad, más gravoso aún, en un método metahistórico. Las concepciones metódicas tienen, entonces, presupuestos ontológicos, que para Marx es un ser social históricamente determinado, por lo que también aquí habría fracturas en la mítica unidad entre ambos autores.
También tendría consecuencias en las categorías de la economía política, como es visible en el tratamiento de la teoría del valor de Engels: si lógica e históricamente coinciden, en consecuencia, el valor tiene plena existencia en el pensamiento como en la realidad antes de la sociedad burguesa, y así quedó plasmado en el famoso Complemento y apéndice al Libro III de El Capital, sobre el cuál trataré en una próxima entrega.
1 MARX, Karl. Einleitung zu den „Grundrissen der Kritik der politischen Ökonomie“. En: MARX, Karl y ENGELS, Friedrich. MEW. Tomo 42. Berlin: Dietz Verlag, 1983. p. 35. Todas las traducciones son del autor.
2 Ibíd. p. 41.
3 MARX, Karl. Das Kapital. Kritik der politischen Ökonomie. Erster band. Hamburg 1883. En: MARX, Karl y ENGELS, Friedrich. MEGA. Tomo II.8. Berlin: Dietz Verlag, 1989. p. 55.
4 ENGELS, Friedrich. Karl Marx, «Zur Kritik der politischen Ökonomie», Erstes Heft, Berlin, Franz Dunker, 1859. En: MARX, Karl y ENGELS, Friedrich. Werke. Tomo 13. Berlin: Dietz Verlag, 1961. pp. 474-475.
5 Ibíd. p. 475
6 ENGELS, Friedrich. Herrn Dührings Umwälzung der Wissensachft („Anti-Dühring“). En: MARX, Karl y ENGELS, Friedrich. Werke. Tomo 20. Berlin: Dietz Verlag, 1975. pp. 131-132.
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