Merecido reconocimiento a Fernando Rendón en Vietnam

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Fernando Rendón.

Renata Cabrales
@RENATARELATA 

El pasado domingo 13 de enero, el poeta revolucionario Fernando Rendón compartió con quienes lo siguen en las redes sociales la gran noticia sobre un nuevo nombramiento en el campo de las artes: “La Unión de Escritores de África, Asia y América Latina me ha designado como su Secretario Delegado por América Latina, en su reunión anual de Marruecos celebrada esta semana. Así me informó esta mañana el escritor ruso Oleg Bavykin. Es una honrosa y generosa designación y una responsabilidad enorme en un momento en que el Movimiento Poético Mundial ha corroborado que celebrará en febrero más de 445 acciones poéticas por un mundo sin muros ni barreras en más de la mitad de los países del orbe. También posibilitará el acercamiento sin precedentes a una mutua cooperación de las dos organizaciones en el futuro cercano.

Pero no solo ha sido el actual nombramiento el motivo de celebración por el reconocimiento a su labor artística y a su compromiso con la poesía como medio para la construcción de la paz, sino también el reciente premio recibido: Premio Nacional de Literatura de Vietnan, el cual le fue otorgado en días pasados.

En una conversación con VOZ, Rendón habla sobre las características del reconocido galardón:

“El jueves 10 de enero me llamó el traductor de mi libro, que fue publicado en noviembre pasado en Hanói, por la Asociación de Escritores de Vietnam, el libro se llama El porvenir y está escrito sobre la piedra antigua, es un libro bilingüe vietnamita-español traducido por Quan Pham Long, quien fue quien me dio la noticia. Fue escogido entre 10 libros y al final quedaron solo tres, y fue seleccionado entre esos tres… Para mí es un honor y un orgullo inmenso recibir este premio que me entregarán en febrero de este nuevo año, en el desarrollo del Congreso Nacional de Literatura de Vietnam y del Festival de Poesía Internacional de poesía en Hanói”.

Vietnam y el legado de paz

Acerca del premio, la poesía colombiana y el pueblo vietnamina, el autor afirma que: “Estaré allá entre el 13 y el 23 de febrero, y eso es un reconocimiento grande para mí personalmente, lo tomo también como un reconocimiento para la poesía colombiana y la poesía latinoamericana, viene de un país que es el orgullo de los pueblos del mundo, es el pueblo que más conoce sobre la naturaleza y el contenido profundo de la paz, porque es un pueblo que venció sobre naciones invasoras, especialmente en el siglo 20 cuando todos recordamos que vencieron al colonialismo francés, al colonialismo japonés y al imperio norteamericano que sufrió su primera derrota militar en campo abierto en 1975.

Pero no solo el hecho de recibir el galardón lo conduce hacia el victorioso pueblo vietnamina, sino además, su condición como jurado de otro importante reconocimiento a las y los mejores en el campo literario: “También voy a viajar en condición de presidente del jurado del Premio Internacional de Poesía de Hanói, a poemas escritos sobre Vietnam, voy a viajar por eso un poco antes de la fecha en que se inaugura el festival internacional de poesía, y también me siento muy contento por esto, por la responsabilidad que ellos han depositado en mí, les he ayudado un poco sugiriendo nombres y hojas de vida de poetas, para ellos invitar a esta próxima edición del festival”, afirma Rendón.

Aprendizajes

Para Rendón, no solo la idea de un intercambio cultural entre Vietnam y Colombia es importante para el desarrollo cultural del país, sino también es importante que Colombia tomé como modelo a seguir la resistencia de un pueblo que venció al imperio y siguió luchando por su soberanía: “Espero lo mejor de las relaciones entre los pueblos de Vietnam y de Colombia, y que el pueblo colombiano, en esta nueva etapa de su lucha resistente por una patria democrática, democracia popular aprenda a confiar en sí mismo, en su instinto, que 200 años de hegemonía bipartidista son suficientes, tenemos que tener más conciencia de la fuerza que somos nosotros mismos como pueblo y como clase para en una próxima contienda electoral alcanzar el poder o a través de una forma más reflexiva, que el pueblo colombiano asuma para acceder al poder y asumir los cambios políticos que nuestro país necesita con urgencia”.

Poemas

Mi hermano loco

Mi hermano loco de alegría no habla, canta.

Sus ojos sonríen, su memoria brilla.

Pero ¿qué es lo que canta sin descanso?

 

Canta bajo su sombrero cónico que la vida toda triunfó sobre la muerte una, dos, tres veces.

Canta en las arterias de la capital, en los campos de arroz, en las plazas de mercado.

Evoca un día en que una dulce mujer pedaleaba con su fusil en bicicleta,

y ahora descansa con su amor sobre la terraza que alzaron.

 

Canta que siendo niño fue un esclavo conduciendo un búfalo entre minas.

Canta que una vez vio el cielo de su aldea oscurecido por aviones de guerra extranjeros.

Canta que vivió con una bella mujer desconocida un minuto de amor y paraíso en las trincheras.

 

Mi hermano loco sabe que la verdadera paz es la que el propio pueblo alcanza.

Y sabe muy bien que la desgracia está en el pasado y no en el futuro de los pueblos

que siembran hondo su sueño en la historia del tiempo.

 

El hombre que lee tranquilo

 

El hombre que lee tranquilo esta mañana

en las orillas del lago Hoan Kiem, en Hanói, en tiempos de paz,

sabe que bajo sus rizadas aguas duerme la espada de Le Loi,

que hizo retroceder a los conquistadores en un tiempo difícil para el país.

Lo sabe también el Templo de la Montaña de Jade.

 

La dulce anciana que me ofrece sonriendo a mi paso

una naranja amarilla como un pequeño sol,

sabe que los cham, los jemeres, los mongoles y los japoneses ya se fueron,

y que los chinos que ocuparon sus tierras por mil años no regresarán.

 

El hombre silencioso que habló esta noche

en la galería de arte de la capital, recuerda que un guerrillero vietnamita

fue abatido por un tiro de pistola de un ocupante francés,

junto al muro de la casa de sus padres, en la aldea Chua,

donde los sembradores de arroz escriben poesía.

 

El pescador arrojó ayer su anzuelo al estanque en espera de un pez,

preserva en su memoria aquel mediodía de abril

cuando Le Van Phuong derribó con su tanque

la puerta del Palacio de Saigón

mientras caían del cielo racimos de asesinos,

que intentaban huir en helicópteros.

 

Entonces los habitantes del norte y del sur,

separados por el enemigo,

pudieron cruzar el puente de Hien Lượng

para abrazarse de nuevo y poner fin a su dolor.

De esta manera pudo reconstruirse el país.

 

La sangre derramada permanece en la memoria,

pues ha llegado al mundo para permanecer en él.

Sobre la piedra viva se erige la imagen de los siglos,

pero el mundo no aprende la lección,

Todavía no cree que puede terminar la pesadilla.

 

Querido mundo, escucha de nuevo al corazón alado.

Con siglos de horror se paga el nihilismo.

Un pueblo atraviesa los siglos para hablarte.

Su leyenda circula sin cesar las arterias del Gran Cuerpo.

Como el vivir, no se olvida nunca el lenguaje de los libres.

Respira mucho más hondo que la muerte.

Una nueva lengua reconquistará las posiciones perdidas.

La siembra de colores se restaura con la sangre del sacrificio de los pueblos.

 

Si el amor pudo reconstituir tantos desastres,

así mismo recobrará en su antiguo esplendor al universo.