En el año 2007, la muerte de dos niñas en el departamento de Risaralda, hizo visible la práctica cruel de la mutilación genital femenina en la comunidad embera. Desde entonces, organismos internacionales buscan crear conciencia entre los miembros de dicha comunidad indígena
Renata Cabrales
@RENATARELATA
A pesar de la lucha por su erradicación, en enero de 2018, en un hospital de Bogotá, murió una bebé de apenas seis meses de nacida, debido a una infección producto de la ablación, que al complicarse, le produjo una hemorragia que le causó la muerte. El procedimiento fue llevado a cabo por su propia progenitora.
Para las comunidades que realizan estas prácticas ancestrales y por demás, crueles, el placer sexual de las mujeres es considerado un tabú, pues estas deben realizar el acto sexual solo con fines procreativos. Es tanta su ignorancia en cuanto al tema que ni siquiera saben que el órgano sexual femenino amputado a bebés o niñas, se llama clitoris, pues las víctimas solo pueden relacionarlo con dolor.
La ablación está considerada por las Naciones Unidas como una violación de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas. Sin embargo, aún se realiza en 30 países de África, Oriente Medio y Asia. Colombia es el único país de latinoamérica donde aún se lleva a cabo. Entre los Embera Chamí, comunidad indígena de Colombia, se considera que la ablación, o como ellos la denominan, la curación, es necesaria con el fin de evitar el crecimiento de un pene en las niñas o para que estas sean esposas fieles.
Seguimiento de organismos de DD.HH.
Según un informe de la ONU realizado en el año 2016, los países donde se realiza la ablación extensivamente, son Camerún, República Centroafricana, Chad, Yibuti, Egipto, Eritrea, Etiopía, Gambia y Colombia en América Latina. Asimismo, la mutilación se realiza generalmente a mujeres jóvenes, hasta los 19 años. Si bien tiende a bajar el riesgo para mujeres entre los 15 y los 19, pues se advierte que el porcentaje de mujeres mutiladas bajó de 51% al 37%, según la ONU, puede haber en la actualidad unas 200 millones con los genitales mutilados, alrededor del mundo.
Por otra parte, para el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa), que trabaja a nivel global para intentar erradicarla, la ablación “es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y que internacionalmente es reconocida como una violación de los derechos humanos”. Asimismo, en la legislación colombiana la muerte por consecuencia de una ablación genital está contemplada dentro de ley de feminicidio del 2015.
¿Qué es la mutilación genital femenina?
La mutilación genital femenina, MGF es un procedimiento por medio del cual se cortan los tejidos de los órganos genitales de las mujeres y se eliminan de forma parcial o total. En muchos casos se extirpan también los labios vaginales. Para la Organización Mundial de la Salud este procedimiento es considerado “cualquier procedimiento que lastima los órganos genitales femeninos por razones que no son médicas”.
Las consecuencias más comunes de dicha práctica son la sobreinfección, por ser una zona húmeda que permanece cubierta, sangrados prolongados que conducen, en muchos casos, a la muerte, y asimismo quedan secuelas que afectan la vida cotidiana de las mujeres y niñas como también complica los partos, pues solo pueden llevarse a cabo por medio de cesáreas.
Según la ONU, es posible que cada año tres millones de niñas se encuentren en riesgo de ser mutiladas, en todo el mundo, y morir debido a esta práctica.