Un nuevo amanecer lleno de esperanza

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Movilización estudiantil en el marco del paro nacional. Foto Laura Sophia Martínez.

La juventud colombiana y particularmente los estudiantes han sido protagonistas de los escenarios de movilización de los últimos años. En esta ocasión, en el marco del paro nacional que comenzó el día 21 de noviembre, no ha sido la excepción. Las arengas, la creatividad, la alegría y la indignación son algunas de las características que acompañan a este importante sector social cuando se moviliza

Fabricio Muñoz

Desde el 21 de noviembre miles de pasos, cánticos y sueños se han puesto en las calles del país. La idea de que las cosas no están bien y que se puede hacer algo para cambiarlas se ha venido apoderando de las y los colombianos, en medio de una movilización histórica donde salieron trabajadores, jóvenes, estudiantes, mujeres, comerciantes, campesinos, clase media, entre otros, caracterizada por transcurrir en total normalidad la mayor parte de los días.

Sin embargo, la sandez que caracteriza al presidente Iván Duque provocó que en varias ciudades se generaran confrontaciones por la regulación violenta de la protesta. La represión ocasionó muchas lesiones a jóvenes, intoxicaciones al conjunto de manifestantes en una clara disposición de ignorar las razones que originan la movilización; esto ocasionó una indignación mayor, incluso de las personas que no habían salido a movilizarse, y fue el cacerolazo la forma en la que el pueblo colombiano rechazó la represión y se inauguró la continuidad de las protestas en toda Colombia.

Los principales protagonistas

La juventud, especialmente los estudiantes universitarios, ha sido la principal protagonista de las movilizaciones. Las familias han salido en sus cuadras con cacerola en mano manifestando el apoyo al paro nacional, sin embargo, los jóvenes han mantenido día tras día actividades de carácter lúdico, festivo, pacífico, asambleario en los barrios y universidades, que ha permitido mantener una voluntad férrea frente a la justeza de las exigencias que se han expresado en las calles.

Muchos de estos jóvenes son los universitarios que durante el último año y medio lideraron las movilizaciones por la defensa de la educación superior pública, gratuita y de calidad. Pese a que lograron acuerdos con el gobierno, con cumplimientos parciales, el común denominador es la lógica de incumplimiento en cuestiones fundamentales, como las reformas en la estructura de la financiación de la educación superior. Los estudiantes se movilizaron durante todo el semestre exigiendo un cumplimiento integral de los acuerdos y rechazando el artículo 44 del Presupuesto General de la Nación, que planteaba que los recursos de las universidades podrían ser utilizados para pagar demandas en contra del Estado.

Tampoco titubearon a la hora de acoger y unirse a la convocatoria del paro nacional del 21 de noviembre, sobre la base de que el llamado “paquetazo de Duque” afecta principalmente a la juventud, a los futuros profesionales y en esa idea es que después del 21 de noviembre, en muchas universidades se realizaron asambleas estudiantiles y se declararon en paro, en apoyo y para sumarse a toda la lógica nacional de movilización donde las jóvenes generaciones han sido protagonistas todos los días.

En medio de estas jornadas la lamentable noticia de que Dilan Cruz había muerto, después de un ataque directo por parte del Esmad, se convirtió en una vida más que el estado arrebataba a este sueño colectivo de un mejor país. La indignación y la rabia era y sigue siendo latente, las y los jóvenes se volcaron a las calles desde esa misma noche y los días siguientes, reclamando justicia y exigiendo el desmonte de la violencia materializado en el escuadro antidisturbios

Lo que se exige

La lucha por la educación sigue siendo el punto nodal de las exigencias, el cumplimento integral de los acuerdos logrados el año pasado, la entrega de los recursos de los saldos asignados y no comprometidos, avanzar en la reforma de los artículos 86 y 87 de la ley 30, la reforma la Icetex, que elimine la lógica de financiarización para el acceso a la educación superior, así como también la reforma la Sistema Nacional de Regalías, buscando que sea en una lógica democrática y amplia desde las universidades.

Las medidas que pretende imponer el gobierno nacional, afectan de manera especial a las y los estudiantes universitarios y futuros profesionales. Se debe exigir el retiro del proyecto de ley de reforma laboral, no basta con el anuncio de que se retirara el artículo que permitía la contratación por horas a las y los jóvenes. Es necesario que una reforma laboral tienda a garantizar que la juventud colombiana pueda aspirar a una vida digna; de la misma manera, se exige que los proyectos de ley que no han sido presentados aún, no se sumen en la futura legislación.

Por otro lado, la regulación violenta de la protesta que ha sido el pan de cada día de protesta, ha provocado que una de las principales exigencias para todo el movimiento del paro, pero especialmente para la juventud y los estudiantes, sea el del desmonte del Esmad, pues ya han sido varios los casos de abuso de la fuerza, que a la fecha lleva más de 30 personas asesinadas en toda su historia por acciones de represión, y la revisión integral a las fuerzas armadas para una reforma que elimine las lógicas violentas y tratamiento de guerra con la que se enfrenta el descontento social.

Qué hacer

En primer lugar, hay que mantener la llama viva del descontento y la indignación; las diferentes asambleas populares en barrios, comunas, localidades, ciudades, son de vital importancia para generar y crear formas de movilización creativas y pacificas de carácter comunal, que permita una cualificación de las acciones de movilización. Pensarse y construir acciones que permitan mantener la movilización callejera tiene una importancia significativa en este momento que inician los diálogos con el Gobierno.

La ampliación de la cohesión. El gobierno nacional ha emprendido un dispositivo para combatir todo el estallido social, aparte de la violencia, de la represión, la estigmatización y la judicialización, también ha intentado mostrar una falta de unidad del movimiento social y popular. Como estudiantes y jóvenes se debe ser lo suficientemente inteligentes en la idea de democratizar los escenarios de representatividad de todos los sectores, ampliar la cohesión y mantener la unidad en la idea de darle perspectiva al movimiento.