Un nuevo partido o movimiento que nace para la unidad

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Foto FARC.

Jaime Caycedo Turriago – Secretario General del PCC

La creación del nuevo partido o movimiento de las FARC-EP es un punto culminante del proceso de solución por la vía del acuerdo y del compromiso. Significa el reconocimiento del carácter justo de la rebelión, de las razones de su reclamo ante la exclusión y el antidemocrático modelo de desigualdad política impuesto a la sociedad colombiana mediante la violencia de clase, ejercida por el poder bipartidista, desde el Frente Nacional. En una mirada histórica es un tardío pero no menos emblemático acto compensatorio frente al exterminio de la Unión Patriótica y, en todo caso, un reconocimiento incompleto, en condiciones de asimetría frente a los esquemas dominantes. Pero, independientemente de la valoración del sistema de partidos que predomina en la aún no transformada “democracia gobernable”, no se trata de una dádiva sino de una conquista, alcanzada con cruentos sacrificios y un espacio de llegada para miles de combatientes dispuestos a proseguir la lucha por medios legales, lo que no equivale a decir que sean ya la creación de la democracia.

La aparición del partido o movimiento trae consigo un impacto afirmativo en los agrupamientos conocidos de la izquierda y del movimiento social. Conforme a los planteamientos programáticos, a la vocación popular de sus enfoques y al objetivo de lucha por un nuevo poder democrático, es claro que su llegada fortalece al conjunto de las fuerzas que actúan en el campo popular y su ideario se hermana y articula en objetivos de un definido perfil transformador, de profundización democrática. Además, su visión unitaria se orienta a la configuración de un bloque popular, impulsor de una amplia convergencia. La propuesta de un gobierno de coalición para la transición es un tema del más profundo interés para todas las fuerzas políticas y sociales comprometidas con la idea de una paz estable y duradera. Saludamos con entusiasmo el paso valeroso que dan las FARC-EP y que acompaña su puntual cumplimiento del Acuerdo, luego de la dejación de las armas y la salida de los menores de sus filas. El nuevo partido o movimiento representa ante todo la base de una reconfiguración de la izquierda colombiana, de sus acuerdos programáticos, de su voluntad de hermanamiento con las luchas populares y de la valoración de sus alianzas en la batalla político electoral. Los comunistas hacemos un llamado al conjunto de la izquierda a apoyar y rodear de solidaridad y aliento el Congreso constitutivo. Sin el pretexto de que se trata ahora de una organización guerrillera este llamado adquiere un mayor alcance y su propósito es el de un compromiso integral, con una base programática mínima cuyo eje es el Acuerdo, su cumplimiento e implementación, las reformas imperativas hacia una apertura democrática y la lucha sin desmayo contra la corrupción del sistema.

La presencia del activismo político desde las bases territoriales, locales y regionales reclama todas las garantías para el ejercicio del qué hacer, tal como lo estipulan el Acuerdo y los mecanismos dirigidos a cumplirlo. Quiere decir que debe culminar la liberación de los presos políticos vía amnistía y la puesta en funcionamiento de la Justicia Especial de Paz. Además, deben jugar las garantías para la actuación en política y los mecanismos de protección que obligan al Estado a intervenir eficazmente para detener la oleada de crímenes de orientación contrainsurgente a integrantes de las FARC, líderes populares y defensores de derechos humanos. Todas las fuerzas democráticas debemos trabajar de consuno, cumplidos los compromisos de las FARC y constituido su partido o movimiento para hacer realidad el Pacto Político que obliga a la prohibición constitucional del paramilitarismo, su inclusión como delito y la separación de las armas de la política. Al rodear al nuevo partido o movimiento se trata de respaldar el pacto para las garantías de No Repetición y el Nunca Más a la violación de los derechos humanos y el derecho a la vida.

@JaimeCaycedo