El objetivo es modernizar a la CUT

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Las calles deben ser uno de los escenarios principales de las manifestaciones sindicales. Foto archivo.

Una central sindical capaz de salirle al paso al oportunismo, al sindicalismo que cohonesta con actitudes antidemocráticas y patronalistas, pero que además presente propuestas políticas alternativas al capitalismo, debe estar a la orden del día en quienes se la juegan por una nueva sociedad

Redacción laboral

“Se mantiene nuestro compromiso unitario y participamos en las convergencias de fuerzas democráticas para participar en las próximas elecciones de alcaldes, gobernadores y concejales; y se buscará que se mantenga y se fortalezca la unidad con organizaciones políticas, que permita vigorizar un movimiento popular amplio en contra de las políticas del Gobierno, pero que también mire hacia el poder político, hacia la Presidencia de la República”, declaró categóricamente el segundo vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Pedro Arango, al ser preguntado sobre sus derroteros en el nuevo cargo y las responsabilidades de esa central.

Y es que la principal central sindical del país presentó una nueva dirección nacional, producto del proceso eleccionario realizado hace un mes en todo el país, con la que espera enfrentar las medidas de continuidad y profundización del modelo económico impuesto, en defensa de los derechos de los trabajadores y de la sociedad en general.

Pedro Arango.

Pero también, -como lo dice Arango-, el sector clasista quiere recuperar los principios fundamentales de la central, por lo que plantea un sindicalismo que supere los procesos reivindicativos y participe más de movilizaciones con otros sectores sociales y políticos que se planteen la transformación de la sociedad, donde su forma de protesta principal sean las movilizaciones y el ejercicio del derecho a huelga.

En esa dirección, Pedro Arango, quien en sus funciones de segundo vicepresidente apoya el trabajo de la presidencia y lo relacionado con la parte administrativa y de personal de la central, expresó: “Buscaremos la manera de buscar una política de entendimiento y consensos que reflejen la voluntad del último congreso de la CUT y para ello buscaremos el restablecimiento del carácter clasista de la central y la orientación combativa del sindicalismo”.

Entre los pilares de su trabajo estará que la CUT se mantenga en la defensa y ampliación de las garantías democráticas, el fortalecimiento de los derechos laborales, aunque también en la recuperación de la capacidad de convocatoria y la recuperación del papel protagónico en la cívica y en la cultura de la sociedad.

Tareas y compromisos

Arango, docente y exdirigente nacional de Fecode, cree que hay que determinar distancias con el gobierno actual, en temas como las reformas que profundizan el neoliberalismo: la Ley de Tierras en favor de las Zidres, en detrimento de las Zonas de Reserva Campesina; el retorno a las fumigaciones con glifosato; la privatización de la educación y de Colpensiones. Asimismo, el debilitamiento de la acción de tutela, del intento de unificación de las cortes para garantizar la impunidad que a su vez promueve las masacres y el paramilitarismo, mientras se ataca a la JEP. “Es un Gobierno impulsado al belicismo bajo las órdenes de Estados Unidos”.

Entre las tareas más importantes de la CUT está el respaldo a la implementación de lo acordado en el proceso de paz con las FARC; la defensa del derecho a la vida, ya que van más de 360 líderes sociales y defensores de derechos humanos asesinados; el restablecimiento de diálogos con el ELN; el rechazo a la política económica; todo en unidad de acción en la dirección de la central: “Desde luego que esta no se logra con bloques de mayorías ni con acuerdos de adición. No haremos parte de un acuerdo de mayorías ni de oposición; nuestra labor se dirige a continuar construyendo y dinamizando desde la base un proyecto clasista y popular acorde con los momentos que se atraviesan”.

Maestra empoderada

Por otra parte, la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, también presentó su nuevo comité ejecutivo que de entrada, con paros y movilizaciones, continúo su confrontación con el Gobierno nacional por defender la educación como derecho fundamental, financiado por el Estado y no como mercancía.

Esta vez, una mujer clasista hace parte de esta dirección. María Eugenia Londoño, profesora risaraldense, fue electa por primera vez a la dirección ejecutiva nacional y tendrá la responsabilidad de la Secretaría de Género, Inclusión e Igualdad.

Como representante del sector clasista expresa: “Hemos llegado a Fecode y hemos escogido un cargo muy importante que va en la línea y en la coherencia prometida en nuestra propuesta de trabajo de nuestro programa para el magisterio colombiano. Aquí lo que queremos es dar una connotación de la lucha de género en el marco de la lucha de clases. Queda claro que hombres y mujeres tenemos que resistir, tenemos que unirnos y resistir el régimen y el modelo que hoy acaba con los derechos fundamentales y hasta con el derecho a la vida del pueblo colombiano”.

A María Eugenia, como mujer y líder sindical, se le presentan dos problemas estructurales en el desarrollo de su labor: una sociedad machista y un antisindicalismo en los imaginarios colectivos. Por eso, su labor cobra mayor importancia en la esfera política e ideológica y obliga a los docentes a que sus peleas también superen lo reivindicativo.

“Se está en contra del modelo económico y se denuncian las muchas violencias contra las mujeres, y entre ellas fundamentalmente está el modelo económico neoliberal, que como la legislación colombiana, no le da igualdad a hombres y mujeres en el país.

María Eugenia Londoño.

“También denunciamos que el magisterio ha venido siendo víctima, más de 1.100 maestros y maestras asesinados en el país en los últimos años, por lo que reclamamos el derecho a la vida, es decir que en esta Secretaría se hará un trabajo colectivo, cohesionado, con perspectiva de género y mirada política de responsabilidad de clase, para que las maestras nos empoderemos y participemos y lleguemos con fuerza a los espacios de poder, a los espacios donde se toman las decisiones, porque necesitamos una suma de voluntades que logre consolidar la paz, y entre otras muchas cosas, defender la educación pública, como lo hacemos actualmente con estudiantes universitarios, de secundaria y padres de familia”, señala la docente y líder sindical.

Para ella, la banca multilateral, enmarcada en la OCDE, obliga al país a convertir la educación en mercancía y que deje de ser derecho fundamental como está plasmado en la Constitución Política. Esto exige adelantar una lucha conjunta, con orientación, formación, capacitación permanente político sindical y pedagógica, para tener una propuesta de contrarreforma educativa.

“Como sector clasista, representante comunista en Fecode y con un colectivo de maestros unitarios, aliados, amigos y simpatizantes, adelantaremos una tarea colectiva para avanzar en este y otros aspectos que atañen a toda la sociedad”, concluye María Eugenia Londoño.