Orlando Jaramillo Hernández dejó de existir a los 82 años en un centro hospitalario de Facatativá, debido a complicaciones pulmonares. Homenaje a un internacionalista inquebrantable
José Luis Díaz-Granados
Nacido en Bogotá en 1938, el compañero Orlando dedicó su vida entera a la defensa de las causas justas del pueblo, tanto de Colombia como del continente y del mundo. En su vida personal, desde hacía varias décadas había emprendido la realización de una empresa familiar de tejidos en Funza, Cundinamarca, donde confeccionaba uniformes para escolares y toda clase de utensilios similares para centros docentes y organizaciones populares.
Rostro amable y fraternal
En momentos críticos en que la soberanía de Cuba se vio amenazada a raíz de la caída de la Unión Soviética y los países socialistas del Este europeo, Orlando Jaramillo participó, siempre con su rostro amable y fraternal, enarbolando la bandera del “rubí, cinco franjas y una estrella” en cada acto internacionalista, regalando a los participantes pequeñas réplicas del pabellón cubano. Esto lo hizo hasta poco antes del forzoso encierro a causa de la pandemia.
Fiel oyente de Radio Habana Cuba desde el momento mismo de su fundación, el primero de mayo de 1961, hasta semanas antes de su deceso, Orlando grabó centenares de cintas y cassetes, que luego repartía entre los asistentes de los diversos actos de solidaridad con la isla.
En este sentido, divulgó infinidad de programas de “Despertar con Cuba”, lo mismo que discursos de Fidel, Raúl, Díaz-Canel y de destacados dirigentes no sólo de la isla sino de otros países de Nuestra América que expresaban sus conceptos en la radio cubana y en encuentros internacionales de solidaridad.
Solidaridad incondicional
Fotocopiaba discursos y escritos políticos del Granma, Juventud Rebelde y de periódicos y revistas de izquierda de América Latina, estampas y fotografías de sucesos estelares de la movilización social y copiaba con paciencia, en forma manuscrita, discursos, documentos y frases que servían de lemas y consignas en las marchas, mítines y manifestaciones en contra del bloqueo criminal contra el pueblo cubano.
De igual manera, en los años noventa especialmente, elaboró millares de banderas colombianas y de los movimientos populares, cuando arreciaba la guerra sucia contra líderes políticos, luchadores sindicales y militantes de la Unión Patriótica. Desde comienzos del siglo actual, Orlando estaba siempre presente en los encuentros de solidaridad con Cuba Socialista, Venezuela Bolivariana, Nicaragua Sandinista, Bolivia Plurinacional, pero también en certámenes de amistad con países como Corea Popular, El Salvador y Palestina, entre otros, lo mismo que en marchas a favor de la implementación de los acuerdos de paz de La Habana.
Hogar ejemplar
Con su compañera Lucía Valcárcel, fraterna y discreta colaboradora de los nobles ideales de Orlando, sacaron adelante un hogar ejemplar. Sus hijos se han destacado como brillantes profesionales, entre ellos dos médicos, egresados de universidades cubanas.
A finales del siglo XX, la Casa Colombiana de Solidaridad con los Pueblos, que Orlando Jaramillo enaltecía con su participación permanente, le hizo entrega de una bicicleta, a manera de diploma de reconocimiento, para facilitar, además, sus cotidianos recorridos, tanto capitalinos como intermunicipales.
Jamás olvidaremos a este ser humano ejemplar, compañero incondicional de tantos momentos históricos, emblemáticos y determinantes en la batalla permanente de los pueblos contra la injusticia social, la explotación y la barbarie secular.