Sergio Isaza Villa*
El 7 de mayo el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció su apoyo a la propuesta hecha desde el año pasado por India y Suráfrica a la Organización Mundial del Comercio de suspender temporalmente las patentes a las vacunas para que se pudieran producir rápida y simultáneamente en muchos países y así lograr en corto tiempo la producción y aprovisionamiento necesarios para cubrir al 70% de la población mundial en un tiempo menor al que utiliza el virus para afectar a una cantidad cada vez mayor de personas en el planeta. La respuesta afirmativa e inmediata de más de medio centenar de países no se hizo esperar y Colombia, vergonzosamente, decidió abstenerse no una sino dos veces.
De igual manera, mientras sectores del congreso del país norteamericano, del parlamento de la Unión Europea y organizaciones civiles de todo el mundo claman contra la brutalidad policial, el asesinato de personas inermes y el respeto de los derechos humanos, el Gobierno colombiano no promueve el diálogo, militariza el país y pone como condición previa el levantamiento del paro, al tiempo que la Fiscalía General de la Nación amenaza a los transportadores de la expropiación de sus vehículos por participar en la protesta y las altas cortes del poder judicial manifiestan su rechazo a la violencia, sin condenar los abusos ni la violación de los derechos humanos por parte de las fuerzas del Estado.
Los enfrentamientos violentos generan respuestas violentas con el riesgo de que ocurran hechos cada vez más graves, con más cantidad de heridos y pérdida de vidas humanas.
Es necesario plantear una mesa de negociación entre el Gobierno nacional, el Comité Nacional de Paro y las organizaciones sociales, indígenas y demás, en el siguiente ámbito, que la Federación Médica Colombiana respetuosa pero urgentemente se permite proponer:
- Pronunciarse públicamente en favor de la suspensión de patentes a las vacunas.
- Apoyar el Proyecto de Ley de Renta Básica como medida para disminuir la presencia de personas en pobreza que buscan en las calles su sustento.
- Revisión de la política de vacunación contra el SARS-CoV-2, con importación de vacunas suficientes, que están aprobadas por la Organización Mundial de la Salud.
- Hacer la vacunación masiva, sin discriminación de grupos de edad, pero privilegiando la población con más riesgo de ser contagiada y de contagiar por estar asintomática (maestros, trabajadores activos, fuerza pública, empleados que atienden gran cantidad de público, conductores de transporte público).
- Retirar el apoyo y pedir su archivo al Proyecto de Ley 010 Senado, que pretende reformar la salud desconociendo y violando la Ley Estatutaria de Salud, 1751 de 2015.
- Crear una mesa de diálogo, de las características planteadas.
- Desmilitarizar el país.
- Respetar el derecho a la protesta y no usar la violencia de cualquier tipo contra la población civil.
- Defender los derechos humanos
*Presidente-Federación Médica Colombiana