¡A parar para avanzar, viva el paro nacional!

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Movilización del pasado 10 de octubre en Bogotá. Foto archivo.

Lina María Montilla Díaz – PCC Zonal Risaralda
@lina_montilla 

El 25 de abril, es la fecha en la que distintos sectores sindicales, sociales, políticos y populares, saldrán a las calles y de manera unitaria se tendrá el primer round contra el gobierno de Duque.

Los estudiantes universitarios y la minga por la defensa de la vida, el territorio, la democracia, la justicia social y la paz, dieron lecciones de lucha logrando reivindicaciones importantes para sus sectores, y pese a la represión por parte de la fuerza pública, dieron al pueblo colombiano una alta dosis de combatividad y resistencia.

Hoy el escenario de movilización ubica la disputa callejera contra el Plan Nacional de Desarrollo, PND, “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”, el cual es una de las tantas demagogias más de este gobierno. Es claro que el PND que cursa en el Congreso de la República, es la continuidad y la prolongación de la política neoliberal, acatando muy bien las recomendaciones de la OCDE, de la banca mundial y del imperialismo norteamericano. En últimas, es un plan que a la lógica del capitalismo pretende restaurar, reestructurar y regular el país y su funcionamiento en el modelo neoliberal en su fase agresiva.

El PND en sus 13 pactos transversales, es un pacto por la inequidad en Colombia, porque plantea el trabajo por horas, pretende impedir el acceso a la pensión, promueve el emprendimiento y la económica naranja como fuentes de empleo, propone los BEPS en reemplazo del sistema integral de seguridad social, no es concreto en el enfoque de género, profundiza el modelo extractivista, elimina subsidios de los servicios públicos, consolida una política pública regresiva que desconoce el Acuerdo de Paz porque no le asigna recursos económicos para su implementación, entre otros elementos, muestra que este plan solo beneficia a la clase política dirigente y al empresariado, y no al pueblo colombiano.

A lo anterior se suma, la violencia política, el asesinato sistemático de líderes sociales, los incumplimientos de acuerdos con poblaciones como el Chocó y Buenaventura, incumplimientos también con la Cumbre Agraria, las dignidades, los camioneros entre otros, quienes también han manifestado salir, además los lentos avances de la negociación de los pliegos de peticiones con el sector estatal y el magisterio colombiano, pero también la exigencia de que se cumpla lo pactado con el movimiento estudiantil universitario, hacen que sea necesario potenciar del bloque popular y su actuar en la confrontación a este modelo.

Por eso es importante seguir fortaleciendo el Encuentro Nacional de Organizaciones Sociales, Políticas y Populares, la Coordinadora de Organizaciones Sociales y los comandos de paro en los territorios. Estos escenarios han posibilitado el trabajo en unidad de acción y avanzar en los procesos de movilización.

Es claro que el paro del 25 de abril, no es un paro cívico, pero sí un paro y una fecha que dé inicio a importantes procesos de articulación del movimiento social y popular, en clave de hacer partícipe a la población de estas luchas, generando procesos unidad y organización, pero también, es necesario y urgente avanzar en la batalla de ideas, generando espacios de formación política e ideológica fuera de las organizaciones sociales, pero dentro del corazón de las poblaciones. Aquí la ofensiva no es solo contra el PND, es contra el capitalismo.

Por eso, el 25 de abril, con alegría, entusiasmo y creatividad, el movimiento sindical, social, político y popular, sale a las calles para enfrentarse al gobierno de Duque, luchando por lo que es justo, por lo que le pertenece al pueblo.

El segundo round será el Primero de Mayo, Día Internacional de la Clase Trabajadora. Por eso ¡A parar para avanzar, viva el paro nacional!