El Partido Comunista dialoga con la Comisión de la Verdad

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Jaime Caycedo, secretario general del Partido Comunista en diálogo con el padre Francisco de Roux, de la Comisión de la Verdad.

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino

Como estaba previsto, a las 11 de la mañana de este 11 de febrero, inició la lectura del documento en el que Jaime Caycedo Turriago, secretario general del Partido Comunista Colombiano, PCC, habló sobre el anticomunismo en la historia política colombiana (Ver VOZ impreso), para dar paso a una entrevista con varios de los comisionados que acudieron al evento, entre quienes estaba el padre Francisco de Roux, quien dijo que el objetivo era conocer la versión del PCC sobre lo sucedido en el conflicto armado en Colombia para aportar en la construcción de la verdad histórica. El evento se realizó en la sede de la Comisión dela Verdad en Bogotá.

Habrá tres sesiones más en las que se abordarán temas como Frente Nacional y revolución cubana, paridad bipartidista y participación de coaliciones políticas, y solución negociada del conflicto armado.

En segundo lugar, hubo un diálogo entre De Roux y Caycedo en el que el padre empezó preguntando sobre la manera personal de vivir la realidad del anticomunismo. Lo hizo con base en que el líder comunista vio como cayeron asesinados varios dirigentes del PCC y porque sufrió dos atentados.

El dirigente del PCC respondió que el sufrimiento se vive de manera más fuerte por ser parte de un colectivo. Recordó cómo desde la Unión Nacional de Oposición varios dirigente debieron salir del país, pero otros decidieron quedarse a sostener las responsabilidades de la organización. “Los comunistas hemos continuado una lucha y hemos persistido sin abandonar los principios y las ideas por las que combatimos”, declaró.

Por su parte, el padre lo invitó a recordar sobre sucesos y dirigentes históricos. Caycedo tomó como hito el 9 de abril de 1948 y la novena conferencia panamericana. “La geopolítica nos da un ligar que nos condena, aunque no es la geografía la que resuelve la situación. Estamos al pie del Canal de Panamá y Colombia es la cabeza septentrional de Suramérica y la puerta de entrada a los recursos infinitos del continente. Eso lo supo leer Estados Unidos y para controlar eso contó con la docilidad de la clase dirigente”, explicó Jaime Caycedo.

Recordó con asombro que los comunistas fueron culpados de asesinar a Jorge Eliécer Gaitán, lo que demuestra que el hecho fue premeditado. También mostró como prueba del anticomunismo de los gobiernos nacionales el haber mandado tropas a combatir el comunismo en Corea, donde murieron 169 militares colombianos, en una guerra ajena.

El enemigo interno

El secretario general del PCC firma su compromiso con la verdad.

Una de las comisionadas tomó la palabra para preguntar sobre los diferentes momentos en los que el Partido estuvo en alianza con organizaciones como en la UP y fue victimizado, ¿qué recibió del Estado ante la sistemática matanza de sus militantes?

El secretario general del PCC explicó que la década de los 70 hubo la propuesta de trabajar en alianzas y de manera abierta, lo que condujo a ser víctimas de persecución en todo el país, pero sobre todo en Magdalena Medio, Arauca, Norte de Santander, Antioquia, especialmente en Urabá. “En ese momento, se logró preocupar al Establecimiento sobre la situación, pero también se contribuyó a la creación del Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos”.

Contextualizó el momento recordando el triunfo de la revolución sandinista, los avances de la Unión Soviética y la toma de la Embajada de la República Dominicana. Y recordó la muerte de Dario Arango concejal de Puerto Berrío que murió torturado en un batallón  del Ejército.

El PCC creyó urgente un viraje democrático del Estado colombiano con cosas elementales como la reforma agraria, lo que podría generar la necesidad de un diálogo con los movimientos insurgentes armados. “Es decir, ante la persecución el Partido acudió a medidas solamente políticas que ampliara un campo de fuerza hacia una salida a una real democracia. Luego aparece, en ese contexto y esa necesidad, la Unión Patriótica”, dijo el líder político.

Para De Roux es imposible comprender lo que ha pasado en Colombia sin entender la historia del Partido Comunista, por lo que quizo saber por qué que se hizo el Partido Comunista el enemigo interno y no las guerrillas, ¿por qué esa localización en el PCC?

Para Jaime Caycedo hubo una relación no sana de los gobiernos nacionales con la política de Estados Unidos: “Hay subordinación porque eso no nace espontáneamente, mucha gente ni siquiera sabe de qué se trata. (…) El paramilitarismo es anticomunista, está hecho para eso y lo proclama, cada vez que actúa dice que es contra los comunistas y contra el castrochavismo, que es la nueva forma como nos dicen. En esto han caído incluso personas no comunistas”.

Religión y combinación de formas de lucha

El padre Francisco comentó y preguntó que hay en sectores del pueblo de tradición católica, pánico a que llegara el comunismo con una militancia atea, lo que desató miedo. Pero también cuestionó sobre el mensaje del Partido al apoyo a la combinación a todas las formas de lucha y el discurso hacia la oligarquía como el enemigo.

Jaime argumentó que el Partido recibió herencias de la inconformidad como la lucha contra la oligarquía que viene desde el gaitanismo, y “Tenemos una visión muy crítica sobre la oligarquía por estar ligada al narcotráfico y a la corrupción”.

Sobre la religiosidad invitó a recordar que monseñor Salcedo en el Valle de Tenza , en Boyacá, mantuvo su emisora con programas anticomunistas financiado por Estado Unidos. Era una emisora para el campesinado en la que se estigmatizaba y se desfiguraba la imagen del comunismo.

Pero antes de que existiera el comunismo en Colombia ya lo estigmatizaban. “Recordemos la educación bajo el concordato. La Iglesia no solo estaba contra los comunistas sino también contra los masones. El papel de la religión es muy fuerte frente al anticomunismo. No obstante, tuvimos el privilegio de que un grupo muy grande de católicos de América Latina, hace tres años en la Basílica del Voto Nacional, rindieron un homenaje a los comunistas en el que pidieron perdón por todas las barbaries que hicieron desde los años 1500 en adelante. Sentimos eso como algo profundo y sincero”.

Acerca del tema de la combinación de las formas de lucha dijo que no tenía misterio, ya que es un fenómeno sociológico, de ciencia política. Puso como ejemplo la biografía de Pedro Antonio Marín: “…su situación de no saber cómo organizarse con familias que descendían de las guerras de los Mil Días, de asesorarse de viejos que sabían de guerra de guerrillas, que eran liberales no comunistas, eran resistentes liberales. Quiene comenzó con eso fue el Partido Liberal en el contexto de resistencia frente a la dictadura. Es un fenómeno sociológico no es algo de un escritorio y un dirigente inventándose una teoría para ir a matar gente”.

Caycedo rememoró que cuando estudiaba Antropología en la Universidad Nacional, también lo hacía Guillermo Saenz (Alfonso Cano), Álvaro Fayad y Luis Otero, quienes eran de la Juventud Comunista y se decidieron por la lucha armada obligados por situaciones de persecución y convicciones revolucionarias, y por ser formas de resistencia legítimas, de masas.

Impunidad

Jaime Caycedo lee el documento sobre el anticomunismo en Colombia.

Una de las comisionadas preguntó sobre la posibilidad de demostrar que el Partido Comunista no asesinó a Gaitán, sobre los casos de asesinatos contra militantes del Partido que han sido demostrados en el contexto de la guerra sucia, y si ha habido algún alivio o avance de apertura política luego de la Constitución del 91 o luego del acuerdo de La Habana.

El secretario general del PCC expuso que en el caso de Manuel Cepeda quedó sentado que hubo militares, oficiales y suboficiales, que participaron en el crimen. Señaló que aunque hay pocos casos probados, sigue la impunidad y que espera que la JEP desentrañe estos casos: “Ha habido bombas contra el semanario VOZ donde está inculpado el general Mario Montoya”.

Sobre el asesinato de Gaitán dijo que nadie creyó que el PCC había participado en eso porque estaba en unidad con Gaitán en la dirección de la CTC, aunque con diferencias. “Nadie ha probado que el PCC participara, los camaradas presos duraron tres meses en la cárcel acusados de eso. (…) Quien publicitó eso de primero fue el secretario de Estado de los Estados Unidos el general George Marchall, quien estaba en Bogotá y luego Mariano Ospina Pérez y los mandos militares lo replicaron”.

Acerca de la apertura política expresó que se sintió algo luego del 91, aunque ha sido revertida de manera paulatina. Así como ha sucedido con el acuerdo de paz, que puede tener un impacto tanto o más fuerte que la Constitución del 91 porque ha puesto de relieve reivindicaciones de cosas que están por hacerse. Es algo que se ha visto en los grandes paros cívicos como los del Chocó y Buenaventura, y en las movilizaciones dadas desde el 21 de noviembre. Llamó la atención sobre cómo detener la nueva fase de genocidio que se vive actualmente.

Al reiterarse por parte de los comisionados en el tema de la combinación de las formas de lucha y las discusiones de este asunto dentro del PCC, y de las relaciones con las FARC, Caycedo comentó que la relación era un fenómeno dentro de la cotidianidad porque no hubo un momento de definiciones sobre una determinada actuación. El PCC siempre con la tesis de la solución política del conflicto que terminó siendo compartida por las FARC y otras organizaciones guerrilleras.

Finalizó su intervención dejando claro: “No renunciamos a la revolución, sino que entendemos la realidad del país, no creemos que se puede relanzar la lucha armada, estamos en una fase histórica de solución política para romper la antidemocracia por la acción directa de las masas sin mediaciones militares, creemos que eso es posible hoy en varios países de América Latina, donde la confrontación es muy clara en el plano político y social. Debemos exigir que la implementación del acuerdo de paz se haga hasta las últimas consecuencias, pero requerirá de una correlación de fuerzas que estamos construyendo para forzar que todo avance a la paz real. Concebimos el socialismo, y la paz es parte de la vía al socialismo, con la acción de las masas y la profundización de la democracia, porque lo que tenemos en Colombia no es democracia”.

Balance de Francisco de Roux

Finalmente, el padre De Roux a manera de balance dijo al semanario VOZ: “Es muy importante para Colombia la presentación de la visión del Partido Comunista. En la Comisión estamos convencidos que el aporte del Partido, de su verdad y como la vivió es de mucha importancia para poder entender la tragedia del conflicto armado interno colombiano, y encontrar caminos de no repetición para que estas cosas jamás vuelvan a ocurrir”.