Se conmemoran tres décadas y media de la primera convención del partido político Unión Patriótica, evento que se realizó en un momento convulsionado de la historia. Apertura democrática, reformas sociales y solución política al conflicto fueron las bases programáticas de un proyecto que en la actualidad se mantiene vigente
Óscar Sotelo Ortiz
@oscarsopos
1985 será recordado como un año determinante en la historia. La empresa nipona Nintendo lanzaba al público el videojuego del fontanero Mario Bros al mismo tiempo que Microsoft presentaba al mundo la versión de Windows 1.0. Ronald Reagan asumía su segundo periodo como presidente de los Estados Unidos, entre tanto Mijaíl Gorbachov se hacía a la presidencia de la Unión Soviética.
Mientras en la Sudáfrica del Apartheid el líder de la resistencia Nelson Mandela renunciaba a la libertad que le ofrecía el gobierno racista de su país si abandonaba la lucha armada, en Hollywood los artistas Michael Jackson, Lionel Richie, Tina Turner, Cyndi Lauper, Diana Ross y Stevie Wonder grababan el sencillo We are the world con el propósito farandulero de recaudar fondos para combatir la hambruna en Etiopía.
América Latina por supuesto no era ajena a los convulsionados tiempos. Centroamérica ardía en agudos conflictos armados alentados por el imperialismo estadounidense con la premisa de evitar otra experiencia revolucionaria como la desarrollada por el sandinismo en Nicaragua. En el cono sur del continente ya se evidenciaba el desgaste en las dictaduras, siendo un ejemplo el fin de doce años de gobierno militar en Uruguay.
Ascenso de la lucha social
El pueblo colombiano resistía no solo a la crisis económica regional producida por las deudas externas impagables, sino al recrudecimiento del conflicto armado animado por el militarismo que se oponía con vehemencia a los dispersos procesos de paz con el movimiento guerrillero, al tiempo que promovía el experimento paramilitar en el Magdalena Medio.
Esto produjo un claro aumento de la lucha social que se manifestó en el Paro Cívico Nacional del 20 de junio, movilización social que agitó los territorios más olvidados del país. La combatividad y moral del pueblo era directamente proporcional a la imagen del ciclista Lucho Herrera, quien, ensangrentado después de una aparatosa caída, conquistaba el 12 de julio la etapa 14 del Tour de Francia.
Sin embargo, un mes en particular de 1985 dejaría una huella imborrable. Los acontecimientos del 6 y 7 de noviembre estremecerían la historia nacional. La toma del Palacio de Justicia por parte de un comando armado de la guerrilla del M-19 y la brutal retoma a cargo de las Fuerzas Militares indicarían la bancarrota de la institucionalidad política, así como el uso desproporcionado de la violencia ejercida por el sistema contra el pueblo.
Seis días después, otra tragedia conmovería al país. El 13 de noviembre erupcionó el cráter Arenas del volcán Nevado del Ruiz, ocasionando una avalancha de lodo, tierra y escombros que sepultaron la población de Armero, Tolima, dejando un saldo escalofriante de 29 mil personas muertas.
Con la doble tragedia en el corazón del país y de las fuerzas revolucionarias, el movimiento político Unión Patriótica sesionaría contra viento y marea los días 14, 15 y 16 de noviembre en su primer congreso nacional. “¡Paso a la paz, paso a las reformas!”, sería la consigna de una convención desarrollada en un punto neurálgico de la historia.

Propuesta insurgente
La Unión Patriótica nació en las montañas de la cordillera oriental. La propuesta que fue estructurada por la insurgencia de las FARC-EP se daba como cumplimiento a los Acuerdos de cese al fuego, paz y tregua firmados por esta guerrilla con el gobierno de Belisario Betancur en mayo de 1984.
“Las FARC-EP cumplen con su promesa de crear las condiciones para poner en marcha un amplio movimiento popular, capaz de recoger la enorme inconformidad que late hoy día en nuestra patria”, diría el comandante guerrillero Jacobo Arenas a este semanario en febrero de 1985.
Si bien se tiene establecida la fecha del 28 de mayo de 1985 como el día en que nació la Unión Patriótica, debido especialmente a los actos en Bogotá que conmemoraban un año de los Acuerdos de La Uribe, fueron las movilizaciones sociales en los territorios quienes dieron los primeros pasos del nuevo movimiento político.

La plataforma para cambiar al país
Junto con el llamamiento a construir el nuevo movimiento político, se presentó al conjunto de la sociedad una plataforma programática de 20 puntos. “Todo lo expuesto en esta plataforma es alcanzable, si las masas populares se movilizan y luchan”, dijo en video Jacobo Arenas en la presentación de su libro Cese el fuego: una historia política de las FARC en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán el 21 de marzo de 1985.
En resumen, la propuesta de la Unión Patriótica se basaba en tres pilares programáticos. El primero se concentraba en materializar la política de apertura democrática en la disputa por la democratización del régimen político. En segunda medida, la lucha por reformas sociales, en el entendido que Colombia en su conjunto tenía que transitar a un nuevo momento en materia económica, política, social y cultural, trasformando lo históricamente construido.
Y finalmente, compromiso con la propuesta de solución política y paz democrática, como construcción colectiva necesaria para sacar al país de la guerra por medio de la solución de los problemas estructurales que dieron origen a la confrontación.
“La UP representa hoy la vía de la acción de masas, el desarrollo organizado de la protesta y la creación de alternativas nuevas para la lucha popular”, sintetizó Jaime Caycedo en el editorial del semanario VOZ fechado el 11 de julio de 1985.

El primer congreso
La convocatoria determinó que el primer congreso de la UP sesionara en la tercera semana del mes de noviembre en la ciudad de Bogotá. Por obvias razones, las distintas fuerzas políticas que citaban el espacio no podían prever la doble tragedia nacional que antecedería a las deliberaciones del nuevo movimiento político.
Al dramático contexto se le sumó el asesinato en Barrancabermeja del excombatiente eleno y líder del Magdalena Medio, Ricardo Lara Parada, y la bomba que estalló en la madrugada del 15 de noviembre en la sede del Comité Central del Partido Comunista. Sin embargo, aunque el ambiente era tenso, más de 3.000 personas acreditadas cumplieron con la cita.
“El Congreso de la UP fue un evento engalanado por sombreros y ponchos campesinos y por rostros propios de la clase obrera. El Caribe, el interior, Urabá, Santander y el Magdalena Medio, Caquetá, Meta, Arauca, Antioquia y demás departamentos demostraron al leer sus informes que la UP es una alternativa nacional y que pese a la hostilidad militarista avanza”, reportó para este periódico Manuel Cepeda Vargas.

35 años después
Los temas tratados en los informes, en las distintas intervenciones y en los documentos finales mostraron el grado de madurez política y el conocimiento profundo de los problemas más acuciantes del país. Unidad con otras fuerzas políticas, precandidatura presidencial de Jacobo Arenas y decidida participación electoral, serían algunas de las más importantes conclusiones.
La clausura, acto que sería en la Plaza de Bolívar de Bogotá, tuvo que reajustarse para la tarde del sábado 16 en la Avenida Jiménez con carrera séptima. La razón, el edificio que simbolizaba la rama judicial y que hacía parte de la principal plaza pública del país estaba hecho cenizas.
Sin la presencia del comandante de las FARC, Jacobo Arenas, el primer congreso de la UP cerraba el ciclo fundacional y se disponía a demostrar en la lucha abierta de masas que en su programa estaba una propuesta genuina de alternativa democrática.
“Compañeras y compañeros: la histórica tarea de la Unión Patriótica que hoy clausura su primer Congreso es trabajar por la unión de las fuerzas democráticas en Colombia. El camino para la liberación de nuestro pueblo es el del frente amplio, es el de las luchas y acciones unificadas de las masas”, diría frente a la multitud el veterano secretario general del Partido Comunista, Gilberto Vieira.
35 años después, con un genocidio en contra y un importante acuerdo de paz sin implementar, el programa político de la Unión Patriótica y su tarea histórica siguen vigentes.
Mini documental del nacimiento de la Unión Patriótica
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