No hay encuesta que hasta ahora beneficie al actual alcalde. Los malos manejos de recursos y las investigaciones que se adelantan en contra de su gobierno lo desbordan
Esta semana, los reclamos, sanciones y rechazo general a la administración de Enrique Peñalosa han crecido. Los habitantes de Bogotá reclaman una respuesta tanto de las autoridades de control como las electorales para que se pueda frenar el nefasto detrimento y corrupción que aquejan las entidades del distrito.
Luego del saboteo a la revocatoria por parte de algunos sectores políticos y de instituciones como el Consejo Nacional Electoral y la Registraduría, cientos de ciudadanos se movilizaron el pasado 14 de septiembre en una marcha de antorchas, para exigir su derecho político al referendo revocatorio. Y es que la desaprobación al plan de gobierno peñalosista va en aumento, así lo demuestra la encuesta Pulso país Colombia, realizada por Datexco Company S.A Opinómetro, que encuestó a 900 hogares colombianos desde el 31 de agosto a 05 de septiembre de 2017. El 74% de los habitantes de Bogotá encuestados, tienen una imagen desfavorable del alcalde, y el 77% desaprueba su gestión; el 88% no aprueba su política de movilidad, y el 79% desaprueba la de seguridad.
Un plan de desarrollo que fracasa
Los ejes del plan de desarrollo han fracasado, no solo gracias a la mala administración de los entes territoriales y de hacienda, sino también por la presión de los sectores opositores y sociales que han interpuesto recursos legales y han protestado por la negligencia de los funcionarios o la inviabilidad de las propuestas como, por ejemplo, la venta de la Empresa Telefónica de Bogotá, ETB, que está en veremos. Lo más preocupante es que el cupo de endeudamiento ha ido aumentando, pero las obras no se ven; la deuda puede llegar a los siete billones de pesos, la cifra más alta en toda la historia.
Improvisación y malos manejos
Ahora los bogotanos inician nuevas campañas entorno a la movilidad, gracias a los graves problemas técnicos registrados en el SITP y la descabellada propuesta de la troncal de Transmilenio por la séptima, sin iniciar siquiera las obras de la troncal de la Boyacá y el frustrado proyecto del metro.
La improvisación y la falta de planes técnicos han obstaculizado la ejecución de recursos. Por ejemplo, en las localidades de Ciudad Bolívar, Usme, Chapinero, Engativá y Kennedy, la Personería de Bogotá encontró problemas en contratos de obra; este caso se une a los anteriores donde fueron evidentes las irregularidades en nueve localidades más. Casos de corrupción como el de Barrios Unidos, por el anticipo de más de 7.000 millones de pesos a una obra que fue intervenida, se suman a las indagaciones disciplinarias a más de la mitad de las administraciones locales en donde hay involucrados más de 80.000 millones de pesos, todos dineros públicos.
Como si fueran pocas las razones para hablar de la ilegitimidad del Gobierno de Peñalosa, esta semana fueron suspendidas dos directivas de la Sudred de Salud Sur por no suministrar medicamentos oportunamente, provocando el fallecimiento de una paciente del Hospital El Tunal, entidad que con los demás hospitales públicos está en la lupa de los entes de control, en cabeza del Secretario de Salud Luis Gonzalo Morales, quien está siendo investigado por la falta de insumos y atención digna.
La administración elitista del señor Peñalosa, está creando un efecto dominó en las clases populares, el ciudadano de a pie se ve cada vez más oprimido con el desgobierno y la corrupción; es por esto que la unidad del pueblo en torno a la revocatoria está creciendo, y el movimiento social será el primer enemigo de ese grupúsculo de leguleyos que quieren quitar el derecho a la participación.