El pensamiento político del Libertador

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Simón Bólivar, Cóndor de América, óleo sobre lienzo, del maestro Calarcá.

Un análisis de la Carta de Jamaica, con motivo de un nuevo aniversario de ser escrita por Simón Bolívar

Ernesto Perilla Montenegro

El pensamiento político de Simón Bolívar lo encontramos en las numerosas cartas, discursos y proclamas, pero donde está más extensa y sólidamente argumentado, es en el Manifiesto de Cartagena de 1812; en la Carta de Jamaica de 1815, en el Discurso de Angostura; en el Proyecto de Constitución para la República de Venezuela, dirigido por Simón Bolívar al Segundo Congreso Constituyente de Angostura en el año de 1819 y el Discurso al Congreso Constituyente de Bolivia de 1826.

En este artículo analizaremos la Carta de Jamaica, que contiene un diagnóstico del tránsito del estado de sumisión a la rebeldía irreversible contra el coloniaje español, que moraba en los habitantes de América del sur en el momento en que fue escrita.

Cuando el Libertador escribe este documento (6 de septiembre de 1815) se encuentra desterrado en Kingston y vive uno de sus más angustiosos momentos: vencido por los españoles; expulsado al segundo destierro por las discordias e insubordinaciones de sus propios generales; injuriado por su criada, a quien “no puedo pagarle porque no tengo un maravedí” -moneda de la época- y, salvado milagrosamente del puñal asesino del negro Pio -su antiguo sirviente- cuando este acuchilló la hamaca donde le suponía durmiendo, la noche que visitó en su casa a Luisa Crober, la bella dominicana.

No obstante, Bolívar se crece ante el infortunio y con energía y confianza soslaya su presente adverso para vislumbrar el futuro y personificar con lenguaje visionario el espíritu rebelde de Nuestra América.

El documento se intituló “Contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla”, pero ha pasado a la posteridad como la Carta de Jamaica. Fue dada a la publicidad en Caracas (1883) en la imprenta de Damirón y Dupuy. El original estuvo perdido por espacio de 18 años. Su hallazgo se debió al cubano, Francisco Javier Yanes.

El contenido del documento

Hasta entonces, Bolívar se había manifestado esporádicamente acerca de la indispensable integración de los países de América para hacerle frente al colonialismo español y obtener la independencia. Defensor consecuente de las concepciones de Viscardo y Guzmán y de lo mejor de la obra de Miranda, pero no expositor preciso de su ideal unionista como expresa el contenido de esta “carta profética”.

Inicialmente, Bolívar expresa su optimismo y certeza de que la lucha por la independencia culminará exitosamente y expone lacónicamente las razones: “El  suceso coronará nuestros esfuerzos porque el destino de América se ha fijado irrevocablemente; el lazo que la unía a España está cortado; …más grande es el odio que nos ha inspirado la península que el mar que nos separa de ella; menos difícil es unir los dos continentes que reconciliar los dos espíritus de ambos países”.1

El Libertador, en la Carta de Jamaica, hace un análisis de la situación de América y concluye que los pueblos que luchan aquí necesariamente vencerán los intentos de reconquista de España, destaca que está, a comienzos del siglo XIX, carece de recursos económicos para mantener una guerra para recuperar las regiones de nuestro continente que ha perdido. Reitera, “sin ciencia, sin manufacturas, sin economía, sin marina, casi sin soldados”. La suerte final del ejército español corroboró los pronósticos del caraqueño inmortal.

Bolívar crítica con argumentos irrefutables la indiferencia de Europa ante la justa lucha liberadora de América, incluso, señala que la conveniencia de los intereses de las potencias del viejo continente exigía que ellos debieran convencer a España que no solo eran inútiles sus intenciones de recuperar las colonias perdidas, sino que lo más ventajoso para los Borbones era reconocer el derecho de estos pueblos a organizarse autónomamente.

La necesidad de libertad y unidad

En los documentos políticos de Simón Bolívar encontramos, como una constante, la necesidad de la libertad, la igualdad y la lucha por la unidad como presupuesto para obtener éxitos en la construcción de naciones democráticas. En la Carta de Jamaica, lo expresa así: “Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración…. mas esta unión no nos vendrá por prodigios divinos, sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos”.

La libertad como prerrequisito para ser un país de reconocida grandeza: “Yo deseo más que otro ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria…”

El Libertador al hacer el balance de las distintas formas de gobiernos, enfáticamente rechaza la monarquía y de igual manera considera que entre centralismo y federalismo este era el menos adecuado para la formación del nuevo estado latinoamericano. Esta concepción la desarrolla y la sustenta más ampliamente en el Discurso de Angostura.

Se precisa en el documento de Jamaica cómo el Gobierno español excluye de manera casi absoluta al criollo de los asuntos públicos. Esta exclusión, además, condiciona las dificultades que encontraron el patriciado nuestro para identificar la forma más adecuada de formación de las instituciones de las naciones liberadas en los años diez del siglo XIX.

Esta falta de experiencia es, precisamente, lo que explica los errores cometidos en la organización de la primera república de Venezuela. La madurez reflexiva de Bolívar, cuatro años después, en Angostura le permite hacer un contundente diagnóstico de los errores cometidos por los venezolanos en la formación del estado en los años décimos del siglo XIX.

Visionaria crítica del estanco

Uno de los aciertos que contiene la Carta de Jamaica es su temprana crítica del estanco, además de su carácter lesivo para la producción y la comercialización de los productos, limitó las posibilidades que los criollos desarrollaran experiencia en estos asuntos, “esto nos dejaba en una especie de infancia permanente”. Lo grave es que en una buena parte del siglo XIX, se mantuvo el estanco.

¡Ya no son los monopolios del Rey como apuntaba Bolívar ¡Ahora son los del imperialismo norteamericano como señala Martí.

En la Carta de Jamaica, trascendental documento que explica las razones de la guerra revolucionaria, concibe la Gran Colombia y conviene en la celebración del Congreso de Panamá, ahí el Libertador critica, por primera vez, la “neutralidad” de los Estados Unidos:

“Hasta nuestros hermanos del norte se han mantenido inmóviles espectadores de esta contienda, que por su esencia es la más justa, y por sus resultados, la más bella e importante de cuantas se han suscitado en los siglos antiguos y modernos”.

Este 6 de septiembre debimos destacar que el pensamiento progresista bolivariano aún no ha sido realizado, como dijo Martí de Bolívar: “…porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía!”

  • Todas las citas de este artículo corresponden a la Carta de Jamaica.