Polarizar y polarizar

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Simón Palacio
@Simonhablando 

Las recientes elecciones al Congreso dejaron un panorama claro para lo que será la primera vuelta presidencial. La decisión de los colombianos será entre dos tendencias ideológicas que agrupan a los cinco candidatos, la derecha y la izquierda. Ahora l izquierda tiene posibilidades de alcanzar la victoria.

La candidatura de Gustavo Petro recoge la izquierda que votó por la lista Decentes, a progresistas, tendencias democráticas de las fuerzas tradicionales y las bases del Polo Democrático Alternativo, así se evidencia en los guarismos de la pasada justa electoral. La tesis de ganar el “centro” es tan válida que todos los candidatos presidenciales le apuntan a convencer a un grueso sector de la población que no participó en las consultas del pasado 11 de marzo y que se ubica allí.

¿Pero cómo se gana ese electorado? La respuesta es contundente: llevando el debate a la polarización de las ideas y las propuestas, en donde hasta ahora el candidato de la izquierda Gustavo Petro, ha conducido su discurso desde la tarima en las plazas públicas de las principales ciudades del país. Los demás se han quedado en calificar a Petro de “castrochavista”.

Lo que en plaza pública Petro llama “saberes” se traduce en una propuesta concreta: universidad pública con acceso universal gratuito y educación de calidad para todo el ciclo inicial de educación, niños y niñas de cero a siete años. Petro llama a “convertir el campesino en granjero” es la implementación de los acuerdos de La Habana en su primer punto, es decir, desarrollo rural. Lo que Petro proclama como salud digna es acabar la intermediación en ese sector, liquidar las EPS y que el Estado financie directamente la red hospitalaria pública y contrate la red privada. Lo que Gustavo Petro reclama como “el poder de trabajar” es que los colombianos tengan un trabajo decente en condiciones dignas de remuneración, estabilidad y seguridad social.

Esas premisas con las que el candidato de izquierda convoca multitudes a la plaza, sus detractores, los que también luchan por el centro gritan ¡polarización! Y es entendible, pues a candidatos como Sergio Fajardo no se les conoce propuesta frente a la tercerización de la salud. A Iván Duque y Germán Vargas, tampoco tendrán propuestas pues a lo mejor son financiados por los dueños de las EPS. Deberían, en un acto honesto declararse impedidos para debatirle a Petro sobre esos asuntos, pero para ellos la ética en la política es un asunto menor.

Tenemos que llevar el debate electoral al escenario de las ideas. Polarizar entre los del nuevo país o los que van a utilizar el “catrochavismo” para seguir hundiendo a los colombianos en el podrido fango de sus desdichas, mientras navegan en la mermelada del poder.