Policía Nacional: escándalos con “mucho sol”

0
575
Foto: Camila Ramírez, El Turbión via photopin (license)

…¡Que renuncias no oculten urgente depuración!

Foto: Camila Ramírez, El Turbión via photopin (license)
Foto: Camila Ramírez, El Turbión via photopin (license)

Luis Alfonso Castillo Garzón

De nuevo los medios de comunicación, han desatado un show mediático, derivado de nuevos hechos del ya viejo escándalo de la denominada “Comunidad del Anillo”, que compromete a integrantes de la oficialidad de la Policía Nacional, en prácticas de abuso de autoridad; proxenetismo, trata de blancas y tráfico de influencias. Este show, ha sido también la oportunidad para que los grandes medios de comunicación dejen al descubierto su talante mórbido para tratar la noticia, e incluso en algunos casos su homofobia, para estigmatizar y trasgredir el derecho a la intimidad y libertad sexual de las personas.

Sin embargo la hipocresía de algunos de esos medios de comunicación, sensacionalistas, que hacer todo este escándalo, cuando guardaron silencio “casi cómplice”, en casos en que la misma institución ha estado envuelta en prácticas de Narco-tráfico, redes de corrupción y delincuencia organizada, paramilitarismo, abuso de poder, asesinatos y autoritarismo y brutalidad policial en el tratamiento a la protesta social.

El escándalo de la denominada “Comunidad del anillo”, reprochable no por la inclinación sexual de sus intervinientes, sino por tratarse de una práctica delincuencial en la que se usaba la cadena de mando para chantajear, a otros miembros de la institución; en el caso de ascensos y tal vez otras actuaciones criminales, escándalos que en casi todas las ocasiones, involucra a oficiales de alta gradación que llevan en sus insignias muchos soles.

Sin embargo, hoy la reflexión debe ir más allá de aceptar la renuncia, de aquellos que participaron en este episodio, que contribuye al desprestigio de la institución policial, abriendo la discusión nacional del papel que juega la policía en el denominado post acuerdo, para la construcción de la paz duradera y estable, de la que tanto se ufana el gobierno santos.

Se requiere con urgencia, a propósito de la transición política que el país quiere vivir, por los desarrollos en los diálogos de paz, que la Policía Nacional se reivindique y esclarezca con la verdad, toda su actividad delictiva, basta recordar casos como el del General Santoyo, implicado en crímenes de desaparición forzada y hoy extraditado por narcotráfico a los Estados Unidos, además de tener nexos con el paramilitarismo.

Igualmente es necesario recordar, en el mes de abril de 2015, fueron retiradas una treintena de oficiales, después de rumores de escándalo de corrupción. O las también los conocidos casos de corrupción en la policía de tránsito, o la reciente descubierta y desmontada red de policías de Bogotá, implicados en Micro-narcotráfico. Y como se ha señalado en muchos escenarios el problema de la policía, es su complicidad con la delincuencia, de lo cual dan cuenta decenas de noticias sobre estas prácticas en la prensa nacional.

Pero el problema más complicado de todos estos escándalos, a los que se suman otros, en otras esferas del estado y del gobierno, es el tremendo desprestigio y desazón que causa en la ciudadanía, máxime cuando el país tiene algunas expectativas frente a la terminación del conflicto armado.

Esta crisis, debe ser la oportunidad para debatir el papel de la policía en el post acuerdo, y para ese debate será necesario considerar una depuración a fondo de la Policía Nacional, y la reestructuración de la institución, que debe ser un cuerpo de naturaleza civil, bajo la dirección del Ministerio del Interior, no sin antes esclarecer y juzgar a toda esa criminalidad responsable de asesinatos, brutalidad policial, corrupción, narcotráfico y proxenetismo que hoy la tiene en el peor nivel de desprestigio.

Bogotá, 18 de febrero de 2016

hojasuelta0