Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino
El primer día del experimento propuesto por la alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, de hacer cuatro días de aislamiento o cuarentena social en las casas, desde el 20 de marzo a las 12 de la medianoche hasta el lunes 23 a la misma hora, se realizó sin mayores contratiempos.
No obstante, la noche anterior del inicio, las principales vías de salida de la ciudad y las terminales de transporte se vieron atiborradas de vehículos y personas, que buscaban pasar el puente festivo en poblaciones cercanas para descansar, y de paso, evadir la medida.
Como balance de mediodía, la alcaldesa dijo: “En general la ciudadanía ha cumplido maravillosamente, se ha quedado en casa”. Y explicó que el transporte público operó al 50% de su capacidad y su demanda se redujo en un 85%. En horas de la tarde, el Puesto de Mando Unificado reportaba 171 comparendos por incumplimiento, siete choques vehiculares y 25 inmovilizaciones de vehículos. Además, fueron sancionadas 200 personas y 16 establecimientos comerciales.
Por otra parte, un agente de la Policía, quien pidió omisión de su nombre, estuvo patrullando desde las 6 de la mañana por la Autopista Norte, la Avenida 26 y la carrera 30, y manifestó no haber visto ciudadanos incumpliendo el confinamiento.
La orden que tiene si encuentra a alguien en la calle sin justificación, es llamar a sus compañeros del cuadrante para que realicen el comparendo y acompañar a la persona a su lugar de residencia.
Sobre el aprovisionamiento y los precios de los alimentos, Óscar Mendieta, trabajador de un pequeño supermercado en Teusaquillo, comentó que las ventas bajaron hoy y que los precios en Corabastos están muy altos. Aunque no hay desabastecimiento, sí hay especulación por parte de los intermediarios: “El bulto de más o menos arroba y media de cebolla larga que siempre compramos a 60 mil pesos, en estos días lo hemos tenido que pagar a 120 mil. Lo mismo sucede con el limón y con casi todos los productos que llegan del campo. Los de abastos abusan porque ellos lo pagan a los campesinos barato, a lo que quieran”.
Pero el lunar más grande del simulacro obligatorio fue la salida de miles de bogotanos y el no acatamiento de las recomendaciones para mantener el aislamiento. Sobre el tema, la socióloga, doctora en estudios políticos y profesora de la Universidad Nacional, María Elvira Naranjo, explicó que la mayoría no se fue de paseo: “Muchos estamos encerrados con decreto o sin decreto presidencial y como un acto de resistencia frente a la política errónea del presidente Duque. Pero en general, creo que los colombianos somos un poco infantiles, nos gusta ser transgresores y juguetones. Es una forma un poco tonta para no sentir miedo. Por eso también hacemos chistes sobre nuestras dificultades”.
La analista también hizo un reconocimiento al personal médico y paramédico que expone su salud para cuidar a los demás: “Es maravillosa su solidaridad y su compromiso. Y esto nos permite decir que el Coronavirus es anticapitalista porque pone en duda el sistema de vida y consumo de la sociedad contemporánea. Estamos volviendo a priorizar el cuidado de nosotros mismos y el cuidado de los otros, que por cierto, ha sido históricamente la función de las mujeres”.
A las 6 de la tarde, la alcaldesa, mientras esperaba el resultado de su prueba de Coronavirus, expresó que el día había sido maravilloso y exitoso, y que el experimento había entregado buenos aprendizajes. Lo calificó como el ejercicio de cultura ciudadana más grande en la historia de Bogotá, en el que siete millones de personas se quedaron en casa. La jornada le sirvió para realizar encuestas en la calle y vía telefónica, mientras otros funcionarios hacían monitoreo de redes sociales.
Según la burgomaestre, de quienes salieron a la calle, un 46% dijo que lo había hecho por tener que ir a trabajar, un 28% por compra de alimentos, el 13% por razones médicas, 7% compraba medicamentos y el 6% sacaba a sus mascotas.
El simulacro puso a prueba a los ciudadanos para lo que podría ser una orden definitiva de cuarentena, si no se detiene rápidamente la expansión del virus en el país. Además, fue un día de aprendizaje, entrenamiento y trabajo colaborativo. Al final del día, la capital había comprobado 56 casos positivos de Coronavirus.