Las manifestaciones estuvieron marcadas por la defensa de la paz, el rechazo a las objeciones a la JEP, al Plan Nacional de Desarrollo y los avances en la unidad del movimiento social
Redacción Laboral
Como todos los primeros de mayo, organizaciones sindicales y sociales, estudiantes, grupos culturales y trabajadores, desfilaron por algunas de las principales calles de las capitales de departamento, para conmemorar la histórica fecha, pero sobre todo para denunciar los atropellos de los que son víctimas en sus relaciones obrero-patronales y por causa de las políticas económicas.
En Bogotá, la Plaza de Bolívar fue el centro de concentración al que varias marchas arribaron luego de haber evidenciado con arengas y pancartas, sus problemas, pero principalmente de haber rechazado el Plan Nacional de Desarrollo, PND, que junto con las objeciones a la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, se discutía en ese momento en el Congreso de la República.
Las carreras décima y séptima se engalanaron con los disfraces, las comparsas y las danzas que convirtieron el acto político en uno cultural. Y la tarima principal de la Plaza fue el escenario en el que los discursos de los dirigentes sindicales y sociales reafirmaron los derroteros con los que continúan un proceso de construcción de unidad.
PND y JEP
Las acostumbradas alocuciones de los líderes de las centrales obreras, tuvieron como eje la defensa de la JEP y el rechazo al PND, y sus palabras recogieron una problemática vivida en todas las regiones del país.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Diógenes Orjuela, saludó a los manifestantes, rechazó los proyectos que cursaban en el parlamento y llamó a más unidad y movilización.
Además expresó: “Queremos un país que genere riqueza, pero que también respete a los sindicatos, a los indígenas, a las mujeres y todos los colombianos. Urge el regreso de la soberanía nacional. Hay que derrotar el imperialismo y defender el derecho de la libre autodeterminación de los pueblos, entre esos el de Venezuela”. Llamó a derrotar al gobierno de Iván Duque con su modelo económico y a sus servidores en el Congreso de la República.
Por su parte, el presidente de la Confederación General del Trabajo, CGT, Julio Roberto Gómez, aseguró que la movilización de la clase trabajadora fue para rechazar políticas y medidas de este y anteriores gobiernos. “Cuatro mil trabajadores de la salud, de Medimás amanecieron sin empleo, así como intervinieron a Saludcoop y se perdieron 34 mil empleos directos y un millón de indirectos en las 62 empresas del grupo”, anotó como ejemplo.
Acerca del PND, dijo que no tenía asidero en la población, que no contempla nada en lo agrario ni atiende los problemas y las dificultades de los pueblos indígenas, y que al no tener una política de empleo, demuestra que está en contra de los intereses del pueblo colombiano.
“La fecha es emblemática para los trabajadores del mundo, porque hace 136 años en Chicago y otras ciudades de los Estado Unidos se libraba una cruenta huelga en defensa de los derechos de los trabajadores; por lo que no se nos puede olvidar ese carácter internacionalista del origen de la jornada laboral, en la que 37 compañeros trabajadores fueron masacrados por la policía, por órdenes de la burguesía”, comentó para recordar el origen de la conmemoración.
Inmediatamente concluyó que actualmente esas condiciones no han cambiado mucho. “Hoy lo que se enfrenta es el desarrollo de una política, pero la perspectiva de un país distinto, ante la necesidad de un país con justicia social, con empleo, sin tercerización laboral, sin informalización de la economía y con respeto por los acuerdos. Se lo hemos dicho al doctor Duque: ‘No es justo que tengamos que hacer un paro para firmar un acuerdo y luego haya que hacer cinco o seis para que respeten lo acordado’”.
Amenazas a profesores
A su turno Miguel Morantes, presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC, resaltó la conmemoración del día en un mundo convulsionado, donde en pleno siglo XXI, gracias a guerras generadas por potencias económicas, se producen desplazados, hambre y dolor. “Todo por un incompresible afán de riqueza donde los más ricos se hacen más ricos y millones se sumen en la miseria”.
Asimismo, destacó que el país ocupa el sexto lugar en desigualdad en el mundo y el segundo en América Latina, lo que calificó como vergüenza porque se tienen todas las riquezas para que su población tenga vida con calidad.
“La situación se agrava con el Plan Nacional de Desarrollo porque nos lleva al subdesarrollo, a mayor desigualdad, más injusticia, más miseria y más precarización laboral que hará que desaparezca la poca clase media y nos lleve a todos a la pobreza”, anotó.
La vocera de Fecode, Martha Rocío Alfonso, explicó a la multitud que durante los últimos cuatro años han tenido que estar en paros, no solo por sus derechos laborales, sino por la defensa de la educación pública. Lo que ha generado que el partido de gobierno los persiga y que las Águilas Negras los amenacen con panfletos.
Exclamó que solo les queda la movilización como única arma para presionar al Gobierno nacional a que respete los acuerdos, a la paz y a la JEP.
Más unidad
La Coordinación del Encuentro Nacional de Organizaciones Sociales y Políticas, Enosp, y de la Coordinación de Organizaciones Sociales, COS, también participaron y se pronunciaron.
Dijeron que han avanzado y se han fortalecido política y orgánicamente en el proceso de unidad y lucha contra las políticas neoliberales; rechazaron la judialización, el asesinato y los crímenes de Estado, a través del paramilitarismo, de líderes y lideresas, del campo comunal, sindical, social y político.
Saludaron la realización exitosa y masiva del Refugio Humanitario que se realizaba con los familiares de los asesinados y desaparecidos, e insistieron en el cumplimiento por parte del Gobierno de acuerdos con las organizaciones sociales, por una apertura democrática que respete la autonomía y derecho a la movilización social y política de los movimientos sociales y políticos democráticos, alternativos y de izquierda.
Finalmente, rechazaron a los “gobiernos de Estados Unidos y de países arrodillados a sus intereses como los del Grupo de Lima y de la oposición venezolana que hoy nuevamente quieren atentar contra la autonomía y autodeterminación del pueblo venezolano para resolver sus problemas y asuntos internos”.