“Al cabo de 60 años de revolución, vivimos en un país libre, soberano y justo”, dijo el líder histórico cubano Raúl Castro, en los actos centrales de celebración del aniversario de la revolución
Alberto Acevedo
“El pueblo heroico de ayer y de hoy, orgulloso de su historia, comprometido con sus ideales y la obra de la Revolución, ha sabido resistir y vencer en seis décadas ininterrumpidas defendiendo el socialismo”, dijo el primero de enero, el general del ejército y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro Ruz, en los actos centrales de celebración del 60 aniversario del triunfo de la revolución.
El líder histórico de la Revolución pronunció un memorable discurso en el que hizo un recuento de los logros de la gesta revolucionaria en seis décadas, pese al constante asedio imperialista, al bloqueo económico y financiero y a los actos de sabotaje de grupos terroristas que en vano pretendieron truncar el camino de construcción socialista en la mayor de las Antillas.
Fue significativo el hecho de que la conmemoración se hiciera en el cementerio Santa Ifigenia, donde reposan los restos de varias generaciones de revolucionarios, que condensan al menos 150 años de lucha por la independencia de Cuba, primero contra el yugo español, y más tarde contra el dominio de los Estados Unidos de Norteamérica.
Miles entregaron sus vidas
En ese sitio se encuentran los restos de 30 generales de la independencia, de los héroes del Cuartel Moncada, de los expedicionarios del Granma, de los guerrilleros de la Sierra Maestra y de muchos revolucionarios anónimos que participaron en tareas clandestinas de la revolución.
Precisamente, en reconocimiento a esa pléyade de luchadores, dijo Raúl en el acto central: “No vengo a hablar aquí a título personal, lo hago a nombre de los heroicos sacrificios de nuestro pueblo y de los miles de combatientes que dieron su vida en los más de 160 años de lucha. Los mambises sí pudieron entrar victoriosos a Santiago de Cuba”.
Recordó el asalto al Cuartel Moncada, acto heroico que cambió la historia de Cuba, y señaló a La Historia me absolverá como el documento programático del proceso político y social que comenzó hace sesenta años. Entre los líderes de la causa revolucionaria destacó al joven Frank País García, un muchacho santiaguero que entregó su vida por la independencia de Cuba. Desde luego, también mencionó el legado de Fidel, del Che Guevara, y de otros hombres y mujeres que contribuyeron a la edificación de la nueva sociedad.
Mucho por hacer todavía
Nutriéndose de esa herencia generosa, “la revolución sigue siendo joven”, puntualizó Raúl Castro. Precisó que la revolución encabezada por Fidel, es continuidad de las luchas por la independencia iniciadas por Carlos Manuel de Céspedes en 1868 y que tuvo a José Martí como figura cimera.
Recordó las palabras de Fidel en las horas posteriores a ese primero de enero de 1959: “La tiranía ha sido derrotada, pero queda mucho por hacer todavía”. En ese sentido, mencionó los grandes desafíos que debió enfrentar el proceso revolucionario desde sus comienzos, como el asesinato de jóvenes alfabetizadores, el sabotaje a las estructuras económicas, a la producción agrícola, a los sectores comercial, turístico y financiero, el aislamiento diplomático y político.
Al referirse a las relaciones con Estados Unidos, Raúl Castro dijo que viven un momento difícil y denunció que la actual administración norteamericana persiste en la agresión a Cuba a través de diversos métodos. Recordó sin embargo que, pese al bloqueo y al genocidio a lo largo de seis décadas, las fuerzas de la reacción han fracasado en su empeño por borrar a la revolución, y no lo van a lograr, como tampoco desviar el camino de la construcción socialista, hoy reforzado con un nuevo texto constitucional.
Curados de espantos
Dijo Raúl que Cuba tiene la disposición franca y sincera de tener unas relaciones de paz y respeto con los Estados Unidos, pero la derecha internacional no debe perder de vista que los cubanos “estamos curados de espantos”. “Los cubanos estamos preparados para resistir un escenario de confrontación que no deseamos”, precisó.
Gobernantes de numerosos países saludaron el arribo a los sesenta años de construcción socialista en Cuba y desearon nuevos éxitos al gobierno y al partido comunista. Entre estos mensajes se contaron los de los gobiernos de Rusia, China, Vietnam, Nicaragua, Bolivia y Venezuela, que coincidieron en calificar como de un “significado histórico” la efemérides.
“Las relaciones entre ambos partidos y naciones han resistido la prueba de las vicisitudes internacionales y logrado resultados fructíferos, haciendo que los dos países sean buenos amigos, buenos camaradas y buenos hermanos”, dijo el presidente de China, Xi Jinping en un mensaje a las autoridades cubanas. También enviaron mensajes el presidente de Vietnam, Nguyen Phu Trong y el primer ministro de ese país, Nguyen Xuan Phuc; el presidente de Bolivia, Evo Morales y los mandatarios de Nicaragua y Venezuela, Daniel Ortega y Nicolás Maduro.
Acceso universal a la salud
La prensa mundial, que hizo una reseña de las celebraciones, e intentó en algunos casos restarles importancia histórica, tuvo que reconocer avances en el desarrollo económico y social de la isla en los últimos años. En primer lugar, el proceso de discusión de una nueva constitución que consagra un abanico de garantías y derechos a los ciudadanos. Se destaca en ello el proceso de discusión democrática que se dio del texto constitucional.
Las cifras de crecimiento económico, las posibilidades del turismo, la idea de explorar petróleo y los resultados en materia de salud pública y logros en la medicina, fueron cotas que no pudieron ser desconocidas por la prensa occidental.
Entre estos hechos llamó la atención que por segundo año consecutivo Cuba alcanzó la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia, con una cifra que se situó en 4.0 por cada mil nacidos vivos en 2018. Este logro se tradujo en la certeza que tuvieron miles de mujeres paran llevar a feliz término su embarazo, que miles de bebés crecen sanos, y que miles de familias disfrutan del hijo deseado.
Durante los últimos once años, Cuba mantiene una tasa de mortalidad infantil por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos. Una cifra que por sí misma es suficiente para celebrar. Pero en los dos últimos años, se alcanzó la cifra más baja en la historia de Cuba en materia de mortalidad infantil. La Dirección de Registros Médicos y Estadísticas de Salud indicó que esta situación es el resultado de priorizar el acceso universal y gratuito a la salud pública.