Estos países figuran entre los más vulnerables, como consecuencia del cambio climático, por estar dentro de la franja de huracanes y tener numerosos Estados insulares y zonas costeras bajas
Alberto Acevedo
La capital de Nicaragua fue escenario, durante los días 27 y 28 de marzo pasado, de la XIII reunión del Consejo de Ministros de la Asociación de Estados del Caribe, y de la VIII cumbre de jefes de Estado y de gobierno de este organismo de cooperación multilateral. A la cita asistieron delegados de 25 países miembros de la AEC, y de nueve países asociados. Entre los participantes estuvieron los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, el de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén y el anfitrión, Daniel Ortega.
Bajo el lema “uniendo esfuerzos en el Caribe para enfrentar las consecuencias del cambio climático”, la reunión de Managua abordó una serie de cuestiones atinentes a prevenir y contrarrestar los daños en el medio ambiente. Pero al mismo tiempo, examinó estrategias para el desarrollo y crecimiento de la región.
La reunión, al término de sus deliberaciones, adoptó la proclama del Gran Caribe como zona de paz, y destacó la importancia de unir esfuerzos para garantizar el respeto a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, “entre ellos la igualdad soberana de los Estados, la no injerencia en los asuntos internos y la prohibición del uso de la amenaza y el uso de la fuerza”.
Defender la unidad regional
Inspirador de esta postura fue el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, que el día anterior a la reunión de mandatarios del Caribe, se reunió con representantes del Foro de Sao Paulo y allí instó a defender y fortalecer la unidad de América Latina y el Caribe, frente a la ola neoliberal que amenaza la integración regional.
“Todos tenemos el deber de defender a Nuestra América, la unidad que hemos creado, y para eso es indispensable el papel que pueda jugar el Foro de Sao Paulo. Además se deben potenciar los mecanismos integradores creados en las últimas décadas, como la Celac y el Alba, entre otros”, puntualizó el gobernante cubano.
Advirtió Díaz-Canel que este es un momento muy complejo, donde se está ante la presencia de toda una plataforma de restauración capitalista y neoliberal, que lamentablemente ha ganado algunos espacios. Reconoció que el Foro de Sao Paulo se ha ganado un espacio indiscutible en la historia de las fuerzas de izquierda en Latinoamérica y el Caribe. No podemos negar que en las últimas dos décadas, todo un grupo de movimientos revolucionarios, progresistas, con una amplia representación social, fueron cambiando el panorama latinoamericano, puntualizó el líder antillano.
Zona vulnerable
En relación al tema del cambio climático, que convocó la reunión, se subscribió un acuerdo de cooperación relacionado con la prevención de desastres naturales. De acuerdo con un informe de la FAO, América Latina y el Caribe con tribuyen poco al calentamiento climático global, ocasionado por los gases de efecto invernadero. La afectación al clima que hacen los países de la región se hace a través de la deforestación y las transformaciones de los usos del suelo.
Pero los países del Caribe figuran entre los más vulnerables por estar dentro de la franja de huracanes y tener numerosos Estados insulares y zonas costeras bajas. El documento suscrito llama a mejorar el ordenamiento sostenible de los recursos naturales, aumentar el acceso a sistemas de transporte, energías agrícolas de bajas emisiones y que tengan un enfoque acertado en relación con el clima.