A propósito del pacto sobre trabajo decente

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Trabajadores de la energía. Foto Escuela Nacional Sindical.

“En Colombia el 64% del empleo se desarrolla de manera informal, es decir, más de 14 millones y medio de trabajadores no tienen estabilidad laboral, ni vacaciones, ni prestaciones sociales, ni seguridad social. Más de la mitad de los trabajadores no ganan el salario mínimo legal ($781.242), cuando la canasta básica familiar es de $1.900.000. La tasa de afiliación sindical no supera el 5% de los trabajadores, con lo cual los derechos de asociación, negociación y huelga solo tienen una aplicación marginal en el país; y quienes los ejercen terminan siendo perseguidos, como es el caso de los pilotos de Avianca”, así lo dio a conocer la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, a propósito del trabajo decente.

Según esta central sindical, este cuadro refleja un altísimo déficit de trabajo decente en el país, sin que hasta ahora el Gobierno nacional haya adelantado alguna medida encaminada a superar este déficit.

Por lo contrario, ha anunciado una serie de medidas regresivas en materia de reforma tributaria que disminuye impuestos a los ricos y  los aumenta a los trabajadores y ciudadanos de a pie, una reforma pensional que pretende liquidar a Colpensiones y el régimen de prima media, y la Ministra de Trabajo ha anunciado una reforma laboral encaminada a flexibilizar aún más los contratos de trabajo y las relaciones laborales con la correspondiente disminución de derechos laborales, ingresos y libertades sindicales.

Teniendo en cuenta este panorama y estas circunstancias del gobierno, la CUT considera que un pacto sobre trabajo decente no puede ser un decálogo de intenciones para cumplir las normas legales y los convenios de la OIT, sino verdaderas medidas concretas para que se cumplan esas normas y pueda existir trabajo decente en el país.