La decisión política de la oposición es el traslado de recursos del Presupuesto nacional para la defensa al sector la salud, educación y agro
Redacción política
El proyecto de presupuesto para el 2019, presentado por el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y avalado por el nuevo ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, impone como prioridad el pago de la deuda, la reducción de la inversión en sectores sociales y el incremento de gasto militar.
Es conocido Carrasquilla por su formación económica ortodoxa en el neoliberalismo clásico, representante de la escuela de Chicago y uno de los más juiciosos profesionales en desmantelar el Estado y generar las mejores condiciones económicas y de acumulación rentística al sector privado, desde las decisiones de política pública.
El presupuesto del Ministerio de Hacienda es de carácter procíclico, es decir, no plantea medidas de contención desde el gasto público para enfrentar la situación difícil de la economía, disminuyendo en términos efectivos los recursos en varios sectores de gasto social y aumentando de manera desmesurada el gasto en servicio de deuda. Es decir, darle prioridad al pago de los intereses de deuda que son del orden de 32 billones de pesos. En total el presupuesto general de la nación pasa de 235,593 billones de pesos en 2018 a 258,997 billones en 2019.
Propuestas
La oposición política en el parlamento está empeñada en reducir los rubros de los intereses de deuda que son los más onerosos en la última década y trasladarlos a inversión en gasto social. Esto puede hacerlo el Gobierno nacional reprogramando algunos pagos de los que se vencen en 2019, para lo cual es preciso preguntarle al ministro Carrasquilla, cuáles son los títulos de deuda pública que se vencen el próximo año e instarlo a que negocie los títulos cuyos tenedores sean los fondos privados de pensiones, puesto que estos fondos no tienen una demanda de liquidez inmediata y podrían acceder fácilmente a la negociación.
El presupuesto de sectores de inversión social claves como agropecuario, ambiente y desarrollo sostenible, ciencia y tecnología, cultura, deporte y recreación, inclusión social y reconciliación, vivienda, ciudadanía y territorio que se reducen tanto en el total como en inversión. Otro sector importante que crece inercialmente con la inflación es Educación, pero en inversión se ve disminuido. Esto sucede cuando se le asignan recursos a la educación que cada año serán crecientes, pero la inversión es proporcionalmente menor en cuanto a los rubros para el gasto, que las universidades lo suplen con la adquisición de recursos propios en detrimento de la calidad de la educación y de su misión.
Rubros innecesarios
La bancada Decentes, Aída Avella y Gustavo Bolívar, serán ponentes del presupuesto nacional y con ello tendrán la oportunidad de presentar las modificaciones que a su juicio deben verse reflejadas en el presupuesto. Por ello señalaron que la efectividad de los recursos, además de reducir el pago de la deuda, es reacomodar dinero destinado a gastos innecesarios. Por ejemplo, hay tres billones de pesos asignados en distintos ministerios y que el Gobierno nacional utilizará para propaganda de su gestión en los medios masivos de televisión, especialmente los canales RCN Televisión y Caracol Televisión, que serían los únicos beneficiados por dichos recursos.
Pero también la oposición le exigirá al ministro Carrasquilla la reasignación de otros tres billones de pesos del presupuesto de Defensa que servirán para sanar en parte las deudas de los hospitales públicos que padecen una crisis sin precedentes que redunda en la atención de los ciudadanos. Otro billón, que propone Decentes, salga del rubro de guerra a la educación, y con una destinación específica a la educación superior, y fortalecer esas instituciones en infraestructura y pago de acreencias. Con ese propósito, dice la oposición, las universidades públicas pueden ser privilegiadas con presupuesto permitiendo ampliar el número de cupos para estudiantes.
A más tardar el veinte de septiembre quedará aprobado el presupuesto nacional y esta será una semana clave para determinar el rumbo de los recursos públicos, las prioridades del gobierno Duque, y los pasos siguientes en materia económica, pues aún con la aprobación del presupuesto debatido el país sigue con un déficit fiscal creciente, y por tanto la reforma tributaria del Gobierno Duque es un hecho.