Comunidades campesinas, afro e indígenas llaman a fortalecer la unidad y la movilización como garantía de defensa de los derechos a la vida, la dignidad y a la paz
Carolina Tejada Sánchez
@carolltejada
Mientras el gobierno de Duque le sigue dando la espalda a los reclamos de las comunidades que se movilizan desde el pasado 10 de marzo con el fin de exigir el cumplimiento de los acuerdos que daban garantías de derechos para los territorios, la movilización no cesa y sigue creciendo con el apoyo de diversas organizaciones sociales en múltiples ciudades del país.
Las vías de hecho de Duque
La vía Panamericana, en el sur del país, es el epicentro de las movilizaciones. Allí llegó la presencia del Gobierno representada en un fuerte grupo de hombres armados del Ejército Nacional y del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, quienes, por medio del uso excesivo de la fuerza, han reprimido la protesta dejando como resultado más de 40 personas heridas. Pese al rechazo de Duque al diálogo, y de la violencia bruta de su fuerza pública, la potencia de los argumentos de la movilización se mantiene, y la presencia de las comunidades supera las 15.000 personas en las vías. Reiterando el valor de la palabra y del diálogo, los y las mingueras han expresado: “Señor Presidente, denos una fecha y lo esperamos a la orilla de la carretera”.
El actual gobierno conoce muy bien la lista de incumplimientos y la deuda que se tiene con las comunidades indígenas, campesinas y afro del país. Mientras se niega a negociar so pretexto de “las vías de hecho” no escatima esfuerzos en reunirse con los empresarios que, preocupados por las pérdidas económicas de unas semanas, presionan una salida sin que ello implique ceder en los derechos a la tierra, en inversión social, a mejores condiciones de vida para las comunidades. Esta es entonces, una lucha entre clases, cuyo llamado para el diálogo se seguirá enunciando desde el corazón del abandono y la necesidad, con una voz no diferente a la de la razón de los argumentos y la dignidad de sus gentes.
Una democracia que da vergüenza
Mientras los medios de comunicación de los grandes empresarios, aluden a los argumentos del Gobierno, para descalificar y denigrar de los y las marchantes, la comunidad internacional, que tiene los ojos puestos en el desenvolvimiento de la democracia colombiana, llaman a Iván Duque, a cumplirle al país con los acuerdos de paz, cuyo punto hace parte de los reclamos de los marchantes de la Minga.
En una carta dirigida al presidente Iván Duque y a la Ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez, diferentes organizaciones de cooperación española y de solidaridad frente a las violaciones de los derechos humanos en Colombia, expresan su preocupación por el manejo represivo al conflicto social expresado en la presente movilización social en las diferentes regiones del país. En la misiva, además de considerar pertinente que el gobierno de Duque, “se retracte de los señalamientos peligrosos hechos contra las personas movilizadas a las que tilda de “terroristas”, estigma que estimula la brutalidad policial y el asesinato impune de la dirigencia social, disparadas durante su gobierno”.
Estas organizaciones internacionales también ven necesario avanzar en un diálogo para resolver las demandas de las comunidades. “Sr. Presidente: Le instamos al diálogo y negociación del Pliego Nacional planteado por la Minga legitimando el derecho a protestar y a no ser herido, asesinado o apresado por ello. Le llamamos a resolver los problemas que plantean las movilizaciones campesinas e indígenas en otras regiones del país en las que la brutalidad de la fuerza pública, la falta de interlocutores válidos de su gobierno y la presencia de grupos armados está generando crisis humanitaria, amenazas de muerte, asesinatos sistemáticos de líderes sociales y desplazamiento forzado en proporciones similares a los de hace una década”.
Por su parte, y luego de acompañar por varios días la movilización minguera, el mismo Defensor del Pueblo, Carlos Negret, llamó a Duque al diálogo. “El presidente de la república debería convocar a un taller construyendo país temático para sentarse en los próximos días con la Minga y ahí en la Minga discute y conversa con la minga, como se hace todos los sábados, discute y conversa con el presidente de la república en el sentido de cuáles son sus necesidades. El solo hecho del anuncia del presidente de querer construir ese taller, tiene que significar el desalojo de la vía Panamericana que afecta hoy a terceros en los departamentos de Cauca, Valle y Nariño principalmente. La solución para estos problemas debe ser el diálogo entre ciudadanos” afirmo el defensor.
Mientras en La Delfina, en el departamento del Valle del Cauca, se intenta llegar a acuerdos para el diólogo, los comuneros y demás fuerzas de la minga, denuncian falta de garantías de DD.HH., y el aumento de la militarización de los lugares de encuentro.
La denuncia de las comunidades también rechaza la falta de palabra de los delegados del gobierno pues, en medio de la apertura de la Mesa de Diálogo y Concertación del pasado 29 de marzo, el Gobierno nacional en cabeza de la Ministra del Interior y, el Alto Comisionado para la Paz, leyeron un acta en el que se comprometían a sacar un comunicado público en donde, el Gobierno nacional expresaría su compromiso de respetar la libertad de expresión y el derecho Constitucional a la legítima protesta social, de acuerdo con la Constitución y la Ley, y en donde expresarían su rechazo a “la estigmatización hacia los participantes de la Minga Nacional por la Defensa de La Vida, los Territorios y la Paz. Reafirmando que los pueblos indígenas no son terroristas, reconociendo y respetando el ejercicio de la jurisdicción especial indígena”.
Crece la fuerza y el apoyo a la movilización
Mientras tanto, nuevos territorios y organizaciones se suman a la defensa de la Minga, y la solidaridad internacional y regional rodea el proceso. Los campesinos en el marco de la III Misión de Observación Internacional de la Vía Campesina, afirmaron la necesidad de que Colombia reconozca a las comunidades campesinas como sujetas de derechos. “Los campesinos no somos una etnia, somos una cultura. Y como cultura necesitamos ese reconocimiento” afirmó un líder agrario del municipio de Páez.
Por otra parte, la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca, Aconc, la Asociación de Consejos Comunitarios de Suárez y el Proceso Nacional de Comunidades Negras en Colombia, PCN, como organizaciones que luchan por la reivindicación de los derechos del pueblo afrodescendiente, se sumaron decididamente al proceso. Mediante un comunicado público afirmaron: “apoyamos a la Minga como una expresión válida del reclamo de nuestros pueblos al abandono histórico, a las profundas afectaciones del racismo estructural y el incumplimiento del Estado colombiano a sus obligaciones y a los acuerdos surgidos de los distintos diálogos y movilizaciones a las que como pueblos nos hemos visto obligados a realizar”.
Las comunidades afro hicieron un llamado al país a sumarse a la Minga, “la única posibilidad que tenemos como pueblos es fortalecer la unidad y la movilización como garantía de defensa de nuestros legítimos y fundamentales derechos a la vida con dignidad y a la paz”.