Renata Cabrales
@RenataRelata
La ‘jugadita’ de renunciar al Senado de la República para que no lo investigue más la Corte Suprema de Justicia les salió bien a Álvaro Uribe Vélez y a su fiel servidor, el presidente Iván Duque, pues será el compinche de este, el fiscal Barbosa, quien lo investigue en su caso por manipulación de testigos y sobornos. Pero no pasó lo mismo con la otra jugada que se traían entre manos, que era embolatar, a como dé lugar, la extradición del líder paramilitar Salvatore Mancuso, quien, ellos lo saben, tiene mucho que contar y las víctimas exigimos el derecho a escuchar la verdad.
Datos estadísticos confirman que el nombre de Salvatore Mancuso está relacionado con 139 masacres y más de 80.000 víctimas. Un presidente de verdad, comprometido con los derechos humanos y los derechos a la verdad de las víctimas del paramilitarismo, no debería pretender evitar su extradición, sino todo lo contrario, hacer que responda por todo el daño causado.
Es evidente que el uribismo tiene rabo de paja y por eso hace todo lo posible por callar a Mancuso, y la primera demostración de esto fue negar su participación en la JEP.
De confirmarse su regreso al país, el extraditado jefe paramilitar tendrá que responder diferentes hechos, que dejaron víctimas en varios departamentos de la Costa Caribe y Norte de Santander como jefe de los Bloque Norte y Catatumbo de las AUC.
Según Verdad Abierta, entre los casos connotados por los que tendrá que responder están las masacres de El Salado, Capaca, Las Palmas; crímenes contra sindicalistas como el expresidente de la Unión Sindical Obrera Aury Zarama Rugo; la muerte de la jueza de Sincelejo Yolanda Paternina, etc.
Vale la pena recordar una de las más terribles masacres que se le atribuyen y es la de El Salado. Esta masacre, ocurrida entre el 16 y el 19 de febrero de 2000, es quizás una de las más terribles que llevaron a cabo los paramilitares en los Montes de María, en medio de la cual fueron asesinadas 62 personas, entre hombres, mujeres y niños. Según investigaciones, 450 hombres armados de diferentes frentes y bloques del Cesar, Magdalena y Bolívar, participaron en este crimen.
No solo Uribe teme a la verdad de Mancuso, también Francisco Santos, de quien se advierte se reunió con dicho criminal para crear un bloque paramilitar que funcionara en la capital de la República conocido como «Bloque Capital». No en vano todos sus intentos por sabotear la orden de extradición. Es de saber que la idea era que Italia, país del cual es ciudadano lo extraditara y así evitar que contara la verdad que sus víctimas exigen.
Después de esa noticia, el gobierno de Duque fue centro de fuertes críticas y el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, Movice, hizo sentir su voz, al demandar la extradición de dicho sujeto a Colombia, como derecho de las víctimas.
Así pues, al presidente no le quedó otra salida hacer cumplir la extradición de Mancuso a Colombia.
En el año 2008, antes de su extradición a los Estados Unidos, un juez especializado de Bogotá condenó a 40 años de cárcel, al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, como responsable del asesinato de una niña de 22 meses, nieta de René Cabrales, presidente del sindicato de trabajadores de la Universidad de Córdoba. Alejandra Camargo Cabrales era su nombre, y es mi hija. Espero que por fin se haga justicia.
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