En 2002 hubo 8.096 casos de Síndrome Respiratorio Agudo Severo, SARS, en 29 países con un total de 774 personas fallecidas
José Ramón Llanos
Los llamados coronavirus eran un total de 36, fueron descritos por primera vez en 1966 por Tyrell y Byone. En la parte superior su superficie parece una corona por tal razón fueron llamados coronavirus. Los coronavirus se clasifican en cuatro subfamilias Alfa, Beta, Gamma y Deltacoronavirus. Los Alfa y los Beta aparentemente son transmitidos por los murciélagos y los Gamas y Delta por cerdos y aves. Los Beta coronavirus hasta ahora se sabe que pueden causar enfermedades muy graves y la muerte. Se sabía que los coronavirus causaban enfermedades respiratorias e intestinales en animales y humanos; pero no se consideraban como altamente peligrosas en los humanos. Esta idea cambió radicalmente con la epidemia del 2002 y el 2003 el llamado Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) identificado en China.
En esa ocasión la labor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue muy útil en el aislamiento de pacientes que hubieran estado en contacto con enfermos por esa razón la epidemia de SARS se controló rápidamente y con pocos fallecidos. En total hubo aproximadamente 8.096 casos en 29 países con un total de 774 personas fallecidas.
Pero en el 2012 apareció otro coronavirus muy patógeno en las naciones del medio este, fue ubicado por primera vez en Arabia Saudita que produjo el Síndrome Respiratorio del Medio Este (MERS-CoV). Tanto el SARS-CoV y MERS-CoV pasaron de los animales al hombre de una civeta, un mamífero omnívoro y de un dromedario. Algunos científicos conceptúan que el animal mediador fue el murciélago.
El murciélago y el coronavirus
Desde la aparición del SARS se han descubierto un gran número de coronavirus relacionados con el SARS (SARS-CoV) en murciélagos. El 20 de enero del año 2020 unos científicos chinos anunciaron la identificación del nuevo coronavirus al que se denominó 2019-nCoV. Anunciaron también que la secuencia genética del virus compartía el 79,6 por ciento del genoma SARS-CoV que había causado la epidemia hacía 18 años, anunciaron, además, que es idéntico en su genoma a los coronavirus originarios de murciélagos.**
El Grupo de Estudios de Coronavirus del Comité Internacional de Taxonomía de Virus encargado de clasificar estos virus de la familia Coronaviridae informó que el 2019-nCoV es hermano de los coronavirus causantes del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV) y le dio el nombre oficialmente de SARS-CoV-2.
Los estudios posteriores descubrieron que este coronavirus pasó de los pangolines malayos1, a los murciélagos. Un hecho importante fue descubrir que los pulmones de los pangolines tenían lesiones similares a las encontradas en este órgano en los humanos enfermos. Los científicos conceptuaron con alguna certeza que el pangolín era el huésped que transmitió el virus a los murciélagos y finalmente a los humanos. Con el agravante que ahora la transmisión se hace de humano a humano.
Las complicaciones del coronavirus
Los científicos asiáticos y los europeos han corroborado que el virus se transmite por el contacto directo con secreciones respiratorias el estornudar o toser; también se encuentra en las heces humanas, por eso algunos países están identificando tempranamente la presencia del virus analizando las aguas residuales que circulan por las alcantarillas. El coronavirus SARS-CoV-2 es el séptimo coronavirus que ha afectado a los humanos.
Una de las cuestiones que preocupa al mundo científico es que las enfermedades virales de esta naturaleza se presentan con ciclos repetitivos tal como se vio con la Gripa Española entre enero de 1918 y diciembre de 1920 causada por el virus H1N1, el cual produjo tres olas durante este ciclo. Destaquemos que la Gripa Española se calcula que produjo entre 25 a 50 millones de muertos.
La Gripe Española de 1918 en Colombia
Bogotá en 1918 tenía una población según el censo de 141.639 habitantes, el 42 por ciento habitaba en los barrios altos, denominación que respondía al hecho de estar ubicado cerca de los cerros de Guadalupe y de Monserrate. Las condiciones de salubridad eran precarias, la prensa caracterizaba así la situación: “En Bogotá se carece de lo más indispensable en asuntos higiénicos y cualquier localidad de cuarto orden del extranjero se encuentra mejor preparada para contrarrestar las calamidades públicas. Las calles eran verdaderos lodazales”.
La zona conocida como paseo Bolívar fue la más impactada por la epidemia, debido a sus barrios muy poblados, que eran además los de peores condiciones sanitarias y vivían en “una espantosa miseria en donde los enfermos se aglomeran en covachas inmundas” y allí cohabitan con los animales domésticos.
Iniciado el mes de octubre del año 18 apareció una epidemia de gripa, inicialmente no se le prestó gran atención por considerarla un catarro común, pero de pronto cundió el pánico ya que en solo tres semanas el número de afectados pasó de 40 mil a 60 mil. Los primeros muertos se registraron en Bogotá. Una hipótesis de la época es que la gripa vino a través de un paquete de correo enviado desde los Estado Unidos a Bogotá.
Los periódicos y las revistas científicas y las tesis de la Universidad Nacional afirman que el 80 por ciento de la población bogotana fue afectada por la gripa o sea aproximadamente 100.000 enfermos durante el mes de octubre y la primera quincena de noviembre. Fue el primer confinamiento ocurrido en Colombia, fueron cerradas las oficinas públicas, los colegios, la universidad, las chicherías, los teatros y las iglesias se encontraban vacías. Por tanto, se suspendieron todos los espectáculos públicos.
Como cosa insólita el humor y el gracejo bogotano se mantuvo muy activo, por ejemplo, la revista Cromos del 10 de octubre anota lo siguiente: “toda la población, está en su cama con un titirimundi 44 en la cabeza, con un volcán en el pecho, con los ojos como dulces de moras y las narices como un pimiento morrón, pero feliz de haber sido atacada por una epidemia mundial, por una enfermedad auténticamente nacida, criada y cebada en el extranjero”.
Lo trágico es que el gobierno, como ahora, fue incapaz de reaccionar con prontitud para atender la gripa. Afortunadamente se creó una Junta de Socorros constituidos por ciudadanos que organizó el auxilio de los pobres más afectados. La Junta creo seis hospitales provisionales para atender a los enfermos con más carencias. Según la Radio Nacional de Colombia, la Junta también creó 13 comedores públicos para proporcionar alimentos a los más pobres y “llevó médicos, alimentos y ropas a los barrios pobres, donde había más enfermos”.
Para fortuna de todos, así como de manera súbita apareció la gripa se esfumó en los primeros diez días de noviembre.
La Revista de Higiene 1915 afirma: “la situación fue tan alarmante que durante los últimos diez días de octubre no había tumba para tantos fallecidos y mucho menos quién los sepultara.
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